Leyendas

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Hogwarts se vistió de fiesta, de rebeldía, de esperanza.

Los fuegos artificiales no dejaban de iluminar el cielo y ella sonreía, a pesar de todo, a pesar de saber que tal vez tendría que pasar mucho tiempo sin verlo, se sintió orgullosa de él.

Fred y Goerge se despidieron de Hogwarts como leyendas, no de las más ejemplares, pero leyendas al fin de cuentas.

Pansy sintió como tomo su mano, levanto la cabeza y se topo con sus ojos color de cielo, sonrió con melancolía y orgullo mezclados, y ese segundo, ese instante inmemorable, fue testigo de todo el amor que ambos sentían.

Beso su mano y salió disparado hacia el horizonte. Pansy se quedo ahí, de pie, viendo a su amor marcharse lejos, recordando la noche anterior. La despedida.

-Te escribiré, no llores princesa, todo estará bien. – le dijo al oído tan dulcemente como podía.

-Te extrañare tanto – susurro entre lágrimas.

-Y yo a ti, pero es necesario, todo será mejor, lo prometo.

-Pero Fred...

No la dejo terminar lo que sea que fuese a decir, la beso, tan intensamente como su amor, ella lo beso también, dejándose llevar por la pasión que crecía dentro de ella.

-Te amo Pansy.

-Te amo Fred.

Y en las penumbras de un enorme cuarto lleno de velas y pétalos de rosas se entrego a él sin siquiera dudarlo, porqué lo amaba, tan sencillo como eso.

Sintió los fuertes brazos tan familiares para ella como el mismo oxigeno a su alrededor. Recargo su cabeza contra su hombro y volvieron a la sala común.

-Se que... es difícil para ti... - comenzó el rubio.

-Estoy bien.

-Pansy... - su mirada cargada de tristeza la hizo poner su más dura expresión.

-Estoy bien.

-No tienes que fingir conmigo.

-Lo sé, pero... de verdad, estoy bien, no es el final, jamás lo será para nosotros.

Las semanas pasaron dando paso a los meses, Hogwarts se transformo en un infierno solo llevadero si eras parte de la brigada de la bruja con cara de sapo. Los Slytherins estaban bien, pero el resto de las casas sufrían cada vez más, especialmente los Gryffindors.

Se escribía con Fred a diario, las cosas le estaban yendo de maravilla y eso era lo único que la ponía de buen humor. Draco estaba cada día mas extraño, jamás lo había visto así, casi le parecía un extraño, lucia tenso, molesto, y al mismo tiempo culpable, y por más que preguntaba o trataba de acercarse la rechazaba.

Más sola que nunca, Pansy pasaba sus días en Hogwarts, esperando que las vacaciones llegaran pronto, pues no soportaba el espacio que la separaba del pelirrojo.

-¿Qué crees que hagan? – le pregunto a Draco una tarde en la sala común.

-Supongo que practicar hechizos de defensa, son listos, yo en su lugar haría lo mismo – respondió algo tenso.

-Ah ¿si? ¿No deberíamos hacer algo parecido?

-Nosotros no lo necesitaremos tonta, nosotros estaremos del bando contrario, en cualquier caso necesitaríamos hechizos de ataque.

Lo dijo con una sonrisa amarga y Pansy frunció el ceño.

-¿De verdad crees que... que él...?

-Sí.

La tensión era casi palpable, y el miedo, el terror que ambos sentían también. Ambos sabían lo que pasaría si el que no debe ser nombrado decidía levantarse contra Dumbledore.

-No crees que, intente utilizarnos a... nosotros ¿o sí?

-No lo sé, esta zafado – respondió Draco haciendo una mueca.

-Si – Pansy se encogió en el sofá, tenia tanto miedo, sus familias no ocultaban su lealtad ante El Lord, ¿y si decidían que su lealtad valía mas que su hija?

Draco la miro y se acerco, se puso en cuclillas para estar a su altura y beso su frente.

-Sabes que te protegeré.

Ella sonrió con tristeza.

-Y yo a ti.

-Juntos...

-Por siempre – termino Pansy tomando su mano.

Orgullo y Humor (Fredansy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora