Kagome
Abro los ojos y lo primero que me encuentro es nuestra cabaña vacía. Estiro la mano buscando a mi hermanita, pero no la encuentro, debe estar con mamá, después de todo esa niña es muy activa. Me levanto de una vez antes de que me arrepienta, y me pongo mi komono azul favorito, papá dice que resalta mis ojos. Lo aliso por ultima vez buscando eliminar cualquier arruga y por fin salgo.
Los rayos del sol lastiman mis ojos al momento de salir de mi hogar, entrecierro los ojos y poco a poco me acostumbro, cuando mi vista esta completamente adaptada puedo ver a mi madre y a Harumi caminando hacía mi cargando un poco de leña.
-Les ayudo. -Me ofrezco una vez que estoy junto a ellas. Mi madre, Naomi me mira y me dedica una sonrisa.
-Kagome, has despertado ya. -Comenta. -Yo estoy bien, pero puedes ayudar a tu hermana. -Señalo con la cabeza a Harumi que viene con su usual aura alegre. Asiento en respuesta y me giro hacia mi hermana.
-Dejame ayudarte con eso. -Trato de tomar un poco de leña que trae, pero mi acción se ve detenida por ella.
-oneechan yo puedo hacerlo, ya soy grande. -Me dice con un deje de orgullo, pese a eso puedo ver el trabajo que le esta costando llevar eso sola.
-Eso no significa que no puedo ayudarte. -Digo y sin más le quito una parte. Comienzo a caminar antes de que diga algo, ya que Harumi a sus apenas siete años quiere ser más independiente.
Luego de acomodar la leña entramos y mamá comienza a preparar la comida. Me acerco a ella y hablo.
-¿Porqué no me despertarse? Pude haberlas ayudado. -Pregunto sin quitar la vista de ella. Somos bastante parecidas, tenemos el mismo cabello azabache y nuestros rasgos son idénticos y tenemos el mismo color de piel, en lo único que no nos parecemos es en los ojos, ella posee unos ojos color café, mientras que los míos son como los de mi padre, azules.
-Te veías muy cómoda durmiendo. Además mañana es tu cumpleaños, hay que celebrarlo. -Anuncio algo entusiasmada.
-No es necesario, de verdad...
-Por supuesto que sí. -Me corrige. -Cumples catorce años, ya no eres una niña. -Al decir aquello sus ojos se van llenando de lágrimas. Siempre que cumplimos años alguna de las dos mamá llora, especialmente conmigo, dice que muy pronto tendré edad para casarme y formar mi propia familia, aunque yo esperó que aquello no sea pronto.
-Por esa razón prepararé una cena especial para mañana. -Decido aceptarlo amya que sé que lo hacen de buena fe, además aquel tema de la comida especial me ha convencido.
El resto del día me la paso ayudando a mamá con la comida y otras labores del hogar, por la tarde fui al río con Harumi y jugamos hasta el cansancio, hasta que finalmente comenzó a anochecer y volvimos, al llegar a casa estaba papá ahí, ambas corrimos a abrazarlo para después cenar. Nos enfrascamos en una sencilla conversación de lo que hicimos en nuestro día entre risas y felicidad.
"Definitivamente amo a mi familia" Pienso mientras estoy acostada mirando el techo de la cabaña. Harumi ya esta dormida a mi lado. Le gusta dormir conmigo, dice que así ya no tiene miedo de la noche. Veo que ya es algo tarde, así que cierro mis parpados y me duermo.
"Auxilio" "Ahí vienen" "Salgan todos"
Escucho voces entre sueños, pero decido ignorarlas, hasta que siento una mano moviendo mi brazo frenéticamente.
-Kagome, vamos hija, despierta. -Reconozco la voz de mi padre. Abro mis ojos y lo encuentro inclinado junto a mi con una mirada preocupada.
-¿Qué pasa?-Pregunto para después tallarme los ojos.
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Siempre tú. *Sesshome*
FanfictionDespués de haber salvado a una humana de morir en medio del bosque, Sesshomaru la adopta como su protegida permitiéndole vivir en su castillo. Enamorarse no era una posibilidad para el youkai, pero ¿qué pasaría si comienza a verla con otros ojos? ¿...