Siempre tú. *Sesshome*

#27

Sesshomaru se encontraba a la cabeza de aquella larga mesa, impaciente por saber que era aquello tan importante que el Taniente Kaito tenía que informar. Observó de soslayo a Lord Taiyo sentado a su derecha, su expresión delataba su preocupación. Harto de esperar, le lanzo una mirada a su teniente para que dejara los rodeos.

-Mi Lord, hemos recibido un mensaje del Este-. Confesó el youkai al ver que su amo se estaba impacientando-. El Norte ha dado el primer golpe-. El peli plata fruncio el ceño al escuchar la noticia, sin embargo no dijo nada y dejo que prosiguiera-. Afortunadamente han podido retenerlos, pero temo que no sera por mucho-. Finalizo exteriorisando su preocupación

Maldito Takeru, no cabía duda de que estaba esperando el momento adecuado. El bastardo sabía que el Este se encontraba debíl, por eso comenzó a planear el ataque y en el momento que supo que Taiyo no se encontraba, vio su oportunidad. Cobarde.

-El Este no se quedará de brazos cruzados-. La voz de Taiyo resonó por toda la habitación captando la completa atención de los presentes-. Debemos contraatacar-. Dijo posando su mirada en el albino el cual asintió estando de acuerdo.

Finalmente, el momento había llegado. Terminaría con ese asunto, para así poder estar en paz.

-Si me permiten-Habló de nuevo el Teniente Kaito-. Considero que sería bueno que nos movilizaramos hacía el Este cuanto antes-. Suguirió.

Lord Taiyo asintió aceptando la propuesta.

-Lord Sesshomaru, ¿esta de acuerdo en que salgamos al atardecer? -. Cuestionó mirando al Lord que estaba atípicamente más callado de lo normal. Esa petición sorprendió al platinado, sin embargo no lo demostró.

-De acuerdo-. Respondió aceptando la petición. El rostro de Kagome era todo lo que estaba en su mente, tendría que dejarla y era lo menos que quería hacer, pero tenía que, acabaría con todo para así regresar con ella.

• • •

-Kagome-Chan-. Dijo la niña junto a ella. Durante todo el rato que habían estado en el jardín, la había notado muy pensativa, como si quisiera decirle algo.

-¿Qué sucede Rin? -Cuestionó mirándola con calidez incitándola a decirle lque le ocurria.

La pequeña lo dudo unos segundos, hasta que por fin tomo valor y con un poco de inseguridad preguntó.

-Kagome-Chan, Rin quiere saber si... ¿es cierto que Sesshomaru-Sama y tu están juntos? -. Las mejillas de la mayor se tornaron rojas con la pregunta de la niña.

-Pues...sí, es cierto-. Confirmó prestando mucha atención a su reacción. Por unos momentos, la menor no mostró ningún cambio, hasta que poco a poco una enorme sonrisa se dibujo en sus labios y sus ojosbrillaban de alegría.

-¡Que bueno! -. Exclamó Rin abrazando a Kagome la cual correspondió de inmediato-. Rin piensa que hacen una bonita pareja-. Confesó alegremente.

-¿De verdad? Gracias-. Dijo con una sonrisa. A la azabache le alegraba que tomara la noticia tan bien.

-Sí, además siempre quise que se casaran-. Esa confesión la dejó sorprendida. Jamás imaginó que aso fuera-. Y también que tuvieran muchos bebés-. Por Kami. El sonrojo que se había ido volvió de repente-. Kagome-Chan, ¿verdad que van a tener bebés? -. Preguntó con aire esperanzado.

Kagome se permitió contemplar esa posibilidad e imaginó en un futuro tener bebés con Sesshomaru y a decir verdad lo que vio le encantó. Era un hecho que tener un bebé de Sesshomaru la haría muy feliz, aunque no estaba segura de si él pensaba lo mismo.

-¡Sesshomaru-Sama! -Escuchó a Rin exclamar con emoción sacándola de sus cavilaciones. Volvió a la realidad y se encontró a la pequeña abrazada a la pierna del Lord mientras el le ponía una mano en la cabeza a modo de saludo.

Kagome se detuvo a observar unos segundos al youkai. Hubo algo en sus ojos que la hizo dudar, parecía preocupación, pero ¿por qué? Se acercó a él y depósito un beso en su mejilla.

-Hola, ¿Qué sucede?-Le preguntó tratando de sobar normal. El peli plata la miro a los ojos y finalmente habló.

-Necesitamos hablar-. Dijo seriamente causando que la azabache se tensara. Asintió en respuesta y observó a la pequeña niña que los miraba sin entender.

-Rin-. La llamó para captar su atención-. ¿Por qué no vas a jugar con Jaken-Sama? -. Sugirió con una sonrisa. Sabía que al sapo no le gustaría para nada la idea, pero no se le había ocurrido otra cosa.

-¡Sí!- Contestò entusiasmada-. Pero, ¿crees que quiera?-Cuestionó algo dudosa.
-Por supuesto-. Aseguró Kagome-. Ve a buscarlo.

Sin decir nada más, Rin se dirigió feliz hacía el castillo a buscar al pequeño youkai.

La azabache tomó al pelo plata de la mano y lo guió hacía un árbol, donde se sentaron recargados en el tronco.

-¿Qué me querías decir?-. Preguntó preocupada. Su corazón latía rápido a causa de la incertidumbre. Escuchó como su compañero soltaba un suspiro y temió lo peor.

-Tengo que irme-. La noticia la sorprendió, no entendía por que tenía que irse o a donde.

-Pero, ¿porqué? Y ¿a dónde? -. Quizó saber algo nerviosa. El Daiyoukai recordó que ella no estaba enterada de nada de lo que sucedía, por lo que decidió contarle.

-El Este sufre una amenaza por parte del Norte-. Comenzó a explicar ganando toda si atención-.Han posicionado sus tropas en las fronteras y nos llegó un reporte de que ya dieron el primer golpe.

Kagome se llevó las manos a la boca por la impresión. Una guerra, no lo podía creer... Una parte de ella lo entendía y la otra se preguntaba que tenía que ver Sesshomaru en todo eso, el Oeste no estaba involucrado.

-Hice un acuerdo con Taiyo-. Aclaró al ver su cara e imaginar en que estaba pensando-. El Oeste brindará ayuda al Este-. Dijo recordando aquel día en su despacho.

La azabache estaba sorprendida, y sin idea de que decir, por lo que hizo la primera pregunta que le llegó a la mente.

-¿Cuando te vas? -Cuestionó. Esa era la pregunta que Sesshomaru menos quería responder.

-Mañana-. Musito sin ganas. Observó sus ojos azules abrirse por la sorpresa.

-¿Cuando vuelves?-. Preguntó en un susurro.

Apretó los puños y la miro directo a los ojos. lo que menos quería era dejarla, peroera necesario. Haría cualquier cosa para que al fin pudieran estar juntos y a salvo, sin ninguna preocupación.

-No lo sé-. Respondió con toda sinceridad.

A Kagome la embargo una gran tristeza. No quería que Sesshomaru se fuera, pero lo entendía. También se preocupaba por lo que pudiera pasarle, sabía que era muy fuerte, pero aun así no podía evitarlo.

El Demonio vio su tristeza y preocupación. Acercó una mano a su mejilla y la acercó a su rostro.

-Estaré bien-. Le prometió al tiempo que acercaba sus labios al oído de la chica.

-Y cuando vuelva, te haré mi esposa-. Kagome sintió como su corazón se detuvo unos segundos para después volver a funcionar demasiado rápido. ¿Era cierto lo que escuchó? Esbozó una sonrisa y unas cuantas lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos. Sin previo aviso, se lanzó al peli plata y envolvió su cuello con sus delgados brazos. Se sentía tan feliz.

~★~
Espero les haya gustado el cap :) ahora si definitivo ya se viene el final, no pienso alargarlo más.

Nos vemos en el próximo (: