#21

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Los nervios se apoderaron de su cuerpo al verse frente a frente con la madre de Sesshomaru. La inquietaba estar tan cerca de ella, y no solo se debía a su aura imponente, también era por lo ocurrido en la tarde.

Irasue pudo percibir con facilidad su nerviosismo, parecía un pequeño conejo asustado y tembloroso que correría en cualquier momento, ante tal visión, sus labios esbozaron una media sonrisa llenada de socarronería. La observó de arriba abajo y vio que solo llevaba una yukata de dormir. Levantó una de sus finas cejas, ella sabía que los humanos eran muy débiles y extremadamente vulnerables, la brisa de la noche le haría daño tarde o temprano si seguía con esa indumentaria.

-Humana, ¿Qué haces aquí? -Se tomo la molestia de preguntar. Al escuchar su voz carente de emoción la azabache se tenso.

En definitiva le asustaba esa mujer.

-N-no podía dormir-. Contestó torpemente.

-Hmp.

La Daiyoukai se dio la vuelta y comenzó a caminar.

-Caminemos-. Sin pero alguno, la azabache comenzó a caminar junto a ella. Si bien era cierto que le aterraba estar a solas con ella, no se había atrevido a negarse.

El "paseo" por llamarle de algún modo resultaba bastante incomodo, ninguna de las dos decía ni una sola palabra. A Kagome jamás le gustó estar en silencio por tanto tiempo, por lo que se armó de valor y dijo lo primero que se le ocurrió.

-Lamento lo de su habitación-. Akemi le había contado todo. Aquella solía ser su habitación hasta que ella llegó. Cuando lo supo entendió el por que de su comportamiento y no pudo evitar sentirse mal por ello.

-Dejalo así-. Dijo la albino restándole importancia.

La azabache no comprendía porque le habían asignado esa habitación, su mente viajo al pasado y recordò que Sesshomaru en persona fue quien se la dio.

• • •

Llevaba mas de dos semanas en el castillo, con cada día que pasaba se acostumbraba más y más a su nuevo hogar. Había recuperado sus fuerzas, aun estaba delgada, pero nada comparado a como llegó. En su corta estadía ahí, se comenzó a llevar bien con una youkai de pelo rosa, y con una pequeña niña llamada Rin. Kagome se sorprendió demasiado al saber que no era la única humana bajo el cuidado del Daiyoukai.

Escuchó las puertas abrirse sin previo aviso, volteó y se encontró con el señor del castillo. Solo lo había visto unos cuantas veces y solo le dirigía palabras cortas ya que se ponía muy nerviosa ante su presencia.

-Sigueme-. Ordenó para después darse media vuelta y comenzar a caminar. La muchacha lo siguió sin preguntar.

Se detuvieron frente a una puerta, antes de de que pudiera preguntar, la puerta se abrió dejando ver una habitación enorme. Tenía la vista más bonita que había visto en el castillo, directo a los jardines, una enorme cama y varios muebles finos, era perfecta, digna de una princesa.

-De ahora en adelante esta será tu habitación, puedes adornarla a tu gusto-. Le explicó el peli plata.

-¿De verdad? ¡Gracias! -. Estaba bastante emocionada, jamás imaginó que algún día estaría en un lugar así.

• • •

-De verdad lo siento-. Se volvió a disculpar brindándole una reverencia.

-Quien tiene que disculparse es mi hijo, el fue el que te la dio-. Dicho eso dio por zanjado el tema.

Sus ojos ámbar detallaron a la humana que tenía a su lado. A ella no le gustaba los humanos y jamás hizo el menor intento por ocultarlo, pero sus acciones tenían un motivo, quería saber que ocurría. Ella no era tonta, sabía que ella era de algún modo especial para su hijo, de lo contrario no la tendría tan cuidada.

• • •

En la oscuridad de una habitación, yacía Shizuka despierta, caminando de un lado a otro mientras el enojo corría por sus venas, se sentía indignada.

-Maldita, ¿cómo se atreve a hacerme tal desplante? -Apretó los puños al recordar lo sucedido en la cena. Ella era la princesa del Este, prometida de Sesshomaru y la futura dueña de esas tierras, y debían tratarla con respeto.

Se aguantó de decirle un par de cosas a aquella mujer, ya que sabía que no le convenía. Por eso tuvo que mantener su estúpida sonrisa y aguantar aquella humillación, pero no siempre sería así.

-Tengo que apresurarme-. Era un hecho, no tenía que perder más tiempo y casarse con Sesshomaru a la brevedad-Ryosuke, mas vale que también hasta tu parte. Apresurate y enamora a esa humana, no me importa como lo hagas.

~★~
¡Por Dios, he subido capítulo! Pidan un deseo. De verdad mil disculpas por no subir desde el 25 de abril, pero no tenía mucho tiempo, aparte sufrí de un bloqueo y por más que me sentara a escribir apenas y podía llenar una hoja (que después borraba por que no me gustaba) es verdad que la inspiración llega cuando quiere, por eso decidí no forzarme y tomarme un mini break, pero bueno ¡estoy de vuelta!

Me gustaría que me dijeran en los comentarios que tipo de escenas les gustaría ver en la historia, que les gustaría que pasara, algunas ideas (sobre el final no, puesto que el chiste de los finales es que sean sorpresa, además ya lo tengo) ayudenme 🙏 así los capítulos serán mas largos y haré maratón ^^ ¿si?

Siempre tú. *Sesshome*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora