Me dieron de alta y le pedí a Valery que me lleve hasta la boda, se enojó tanto que me había prohibido ir allá sin mencionar lo celosa que estaba por la presencia de eso hombre en la habitación que me estaba mirando de una manera muy descarada pero no hice nada para que deje de hacerlo. Conduce sin decir nada y la verdad es que es mejor, no quiero llegar allá peleada con ella.
Está enojada y entiendo sus argumentos, me quiere cuidar y proteger pero no puede estar encima de mí todo el tiempo para hacerlo, además fue un descuido de mi parte, sé que debo estar en casa acostada con ella platicando y riéndonos de las cosas que hicimos en el día pero por mi capricho estamos aquí de camino hacia la boda y para completar estamos discutiendo.
Cuando llegamos a la iglesia resopló y bajó rápidamente para abrirme la puerta antes de que lo hiciera por mi propia cuenta. Le tomo su mano que la tendió felizmente hacia mí, acto seguido entrelazo nuestros dedos y empiezo a caminar lentamente y ella iba a mi ritmo sin quejarse o gruñir, el vestido que compré me hace ver hermosa, miro a Valery, esta chica la adoro, la amo y la odio también, a veces
Cuando me vio salir del cuarto vestida así, casi se le cae la baba, sonrío nuevamente al recordar ese momento y ella me abrazó para besarme y luego regañarme. No sé qué haría si un día me falta. Las chicas al verme nos saludan para que lleguemos a su mesa, Amanda está usando un vestido con escote demasiado atrayente para el público y más para Valery, quien no deja de mirar los melones.
—Está soltera si te interesa — Le susurro en el oído a Val para luego tomarle la mano a Emily.
—¿Estás bien? — Preguntó cuándo le abracé con fuerza y gruñí por el dolor.
—Sí... — Miro a Valery coqueteando con Amanda.
—¡Auch! — Escucho que alguien se queja. Veo a Emily y la suelto.
—¡Oh, querida! Lo siento tanto — Digo apenada.
—No te preocupes... — Mira detrás de mí y sé que nos están mirando — ¿Entramos? No te hace bien estar tanto de pies — Comenta y entramos a la iglesia.
Entramos a la iglesia y buscamos unos puestos dignos para ver todo el espectáculo, veo al novio nervioso al pie del altar y le sonrío en su dirección, se nos une Amanda, Cassandra y Valery se sienta a mi lado para tomar mi mano, que se la aparto de golpe, solo escuché el gruñido proveniente de su pecho. Estuvimos en silencio esperando que la novia haga acto de presencia.
No soporto ver como Valery coquetea con las demás chicas frente a mí sé que a veces lo hace para molestarme, ella es coqueta por naturaleza y no puedo cambiarla por más que quiera. Viene a mí después de lo que hizo con Amanda a tomarme la mano como si nada, por eso la amo y la odio tanto al mismo tiempo, tiene la habilidad de torturarme pero me mantengo con ella siempre.
—¿Disculpe? — Levanto la mirada para encontrarme con el chico que me atropelló.
Me siento derretir nuevamente, ahora anda bien vestido y con un perfume de hombre que lo hace ser más masculino y fuerte, elegante y sensual a la vez. Es tan apuesto que con sus brazos fuertes de seguro me cargó hasta su carro y de ahí a una camilla como quisiera haber estado consciente en ese momento. Siento un apretón en mi muslo y me hizo regresar al presente.
—¿Ah? — Pregunto muy distraída.
—El chico quiere saber cómo has estado — Repite Emily escudriñando mi mirada.
—Muy bien... — Digo sonriendo — ¡Ah! Gracias por llevarme al hospital y cuidarme...
—¿Cuidarte? — Valery habla con molestia.
