Capítulo 17

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Me encanta las sorpresas que Valery me da, en estos días es lo que más necesito para destensarme en momentos así. El día de la boda de Elizabeth ya se acerca y yo ni siquiera he sabido si se terminó o está todavía en proceso. Tomo el teléfono de la oficina y llamo a todos para que empiecen a hacer los tres vestidos sobre todo el de Elizabeth. Ya van dos semanas desde el accidente de Amanda y desde que no veo a mi ex, tengo la tentación de llamarla.

—Buenas tardes, Elizabeth — Digo cuando me at.

—Buenas tardes — Dice alguien que no es Elizabeth y me pongo nerviosa

— Quisiera saber si se encuentra la señorita Elizabeth Montero — Digo tratando de no hacerme notar nerviosa.

—Un momento por favor — Escucho como resuena los tacones sobre el piso — Sí, diga — Me siento en mi silla tranquila

—¿Cómo estás? — Pregunto curiosa.

—¡Hey, Vane! — Exclama entre risas cortas y niego con la cabeza — Pensé que te habías perdido o algo así — Se vuelve a reír.

—No, para nada — Cierro los ojos sonriendo por su suposición loca — ¿Cuándo vendrás a ver el vestido?

—Cierto — Responde un poco cortante y comprendo que no está sola — ¿Cuándo puedo ir a ver? — Pregunta en voz baja.

—Cuando tú puedas, sinceramente la chica que lo estaba haciendo fue la que tuvo el accidente, así que todavía no está — Abren la puerta de mi oficina y me detengo a ver a Emily entrar con alguien detrás de ella.

—¿Para cuándo crees que esté listo? ¿Lo puedes tener antes de mi boda, cierto? — Pregunta un poco alterada y sonrío

—Sí, tranquila — Le indico a Emily que pase — Todo está bajo mi control y sabes que nada se me escapa — Ella se ríe porque sabe que es verdad —Tengo que dejarte, buenas tardes — Cuelgo la llamada para prestarle toda mi atención a Emily.

—Hay una chica que quiere verte se llama Tamara — Comenta una vez que terminé de hablar por teléfono — Quiere hablar contigo — Asiento y hace pasar a la chica.

—No te ocupes tanto, te necesitaré luego — Le indico a Emily y ella asiente.

La chica se sienta con una sonrisa ladeada, nunca antes la había visto, supongo que es una nueva novia que está en busca de su vestido de bodas perfecto. Busco todo lo que necesito para que ella vea los vestido y hacerle el cuestionario para saber sus gustos. Coloco todo sobre el escritorio para que vaya viendo todo y comience a elegir cual es el que ella quiere para su boda.

—Mi novia ya vino a elegir — Dice la chica y frunzo el ceño porque me confunde.

—¿Quién? — Pregunto frunciendo el ceño.

—Elizabeth — Me tenso un poco y el recuerdo de haberla visto en el parque llega con claridad a mi mente — Ella no sabe que estoy aquí, vine por mi propia cuenta — Alzo una ceja y ella empieza a reírse — No vine a molestarte y menos a pelear, sé quién eres para Elizabeth — Comenta sonriendo, a estas alturas estoy más asustada.

—¿Qué quieres de mí? — Pregunto tranquila.

—Conversar contigo — Esto es más extraño que una casa embrujada y que no tenga fantasmas — Eres algo intimidante, ¿sabías eso? — Pregunta con un suspiro.

—No tengo tiempo para tus juegos de niña — Me levanto y camino hasta la puerta para indicarle que se vaya.

—Elizabeth — Giro la manilla de la puerta pero me paralizo al escuchar su nombre, giro mi cabeza con cuidado para observarla mirar por la ventana — Creo que aún le gustas y siente algo por ti — Comenta, cierro la puerta y me cruzo de brazos — Lo que quiero es que me digas si sientes lo mismo — Se levanta alisando su camisa, camina hacia mí determinada.

Mariposas OcultasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora