Capítulo 24

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Dos semanas que nada ha mejorado entre Valery y yo, estoy tan devastada por la situación, cada vez más estoy peor con mi depresión, ya no tengo apetito, ni siquiera concilio el sueño, ¿por qué es tan difícil? ¿Qué tan difícil es perdonarme? ¡No hice nada malo! Me estoy volviendo loca y muy desesperada, ya no sé qué hacer para poder superar todo esto.

Las chicas me dicen que debo seguir adelante, que el mundo no se ha acabado, soy hermosa y puedo conquistar a las chicas que quiero pero el problema es que la chica que quiero conquistar es a quien le fui infiel y no me quiere ver, ni sentir cerca de ella, ni respirar el mismo aire que yo. Ya no va a la casa ni a bañarse ni a comer, ha desaparecido por completo.

Todo se complica, el trabajo, mi ánimo, mi salud, mis amistades. Para hoy tenemos que entregar dos vestidos de los cuales no tengo idea de absolutamente nada, Amanda se encargará de todo porque sabe de quienes lo pidieron. Ando siempre desorientada, distraída, de mal humor y distante, no es algo que forma parte de mí pero él no descansar y cuidarme lo hace.

—¡El vestido está listo! — Anuncia alegre Amanda cuando entra de sorpresa a mi oficina.

—¡Déjame verlo! — Exclamo alegre y me acerco para detallarlo bien — ¡Está hermoso, Amanda! — La abrazo felicitándola.

Si hubiera sido yo la que habría arreglado ese vestido, de seguro quedaría horrible y me tomaría más tiempo de lo necesario y menos con esto. No tengo mente para otra cosa sino para Valery y lo que siento ahora mismo, quiero abandonar todo, tirar todo a la basura. Ella se cerró a la posibilidad de solucionar este pequeño problema que al pasar del tiempo lo convirtió en una tormenta.

Amanda me mira con ojos tristes, sé que ella odia verme así pero es mi culpa, si no quiero sufrir ¿por qué me hice daño dejando que todo esto iniciara? Soy una tonta y una pendeja, cuando se ama no es necesario engañarlo con alguien más si es lo que más amas en este mundo, no es fácil superar pero al parecer que para ella sí lo está siendo, me está costando pero sí he podido superar el rompimiento y la separación de Valery.

—Todo mejorará, jefa — Dice en el abrazo y asiento.

—Por cierto, ¿Dónde está Cassandra? Llevo tres días sin verla por aquí — Ella se encoge de hombros — Espera — Gira sobre sus talones para llevar el vestido a un lugar seguro.

Dentro de dos días vendrá Tamara a buscarlo para el gran día, de la última vez que vino ya no ha tocado la tienda. Entre tanto, Elizabeth no se ha aparece por aquí, no desde que la golpee toda, creo que entendió el mensaje, aunque solo se apareció para arruinar mi relación con Valery, si tuviera el valor de hacer lo mismo con el de ella pero no puedo hacerlo, me sentiría sucia.

He considerado la posibilidad de que mi vida con Valery no resulte por todo lo que estamos pasando y que ella esté desaparecida, he querido escribirle pero me arrepiento a último momento y no lo hago. Entra Emily sonriendo, me preparo para la gran noticia por la alegría que refleja en su rostro es porque pasó un fin de semana muy hermoso y mágico con su hombre.

—¿Por qué te ríes? — Pregunta frunciendo el ceño.

—Por tu actitud — Respondo y ella asiente.

—Tengo algo que decirte — Sonríe de nuevo y me gusta verla feliz.

—¿Qué pasó entre ustedes el fin de semana? — Pregunto y ella se sonroja.

—Eso lo hablamos después... — Se estruja las manos y ahora no me gusta su actitud.

—¿Qué pasó? — Me alerto.

—Nada malo — Ladea la cabeza — Es Cassandra — Frunzo el ceño sin comprender.

—¿Está bien? — Ella asiente estrujándose las manos — Di pues.

Mariposas OcultasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora