Al abrir mis ojos me sentía aturdida, desorientada, miro a todos lados y la claridad me molesta en los ojos, por lo que tengo los cierro de nuevo para poder adaptarme a la luz, alguien se me acerca tomándome el brazo y me sobresalto un poco, es Johan con su hermosa sonrisa, me siento en la camilla y me froto los ojos para quitarme la pesadez y que me dejen de doler.
Suspiro lentamente con mis ojos cerrados, tratando de que la luz no golpee tanto, esperando que el leve dolor de cabeza se me pase, masajeo lentamente mis sienes para calmarme y centrarme en recordar porque estoy aquí. Abro mis ojos de golpe al comprender que lo que sucedió hoy con Amanda, miro con desesperación a Johan quien se acerca a mí.
—¿Dónde está Amanda? — Le pregunto cuando él está cerca de mí.
—En otra habitación siendo, está siendo examinada — Responde lo más tranquilo posible.
Esperaba que fuera producto de mi imaginación pero no es así, por lo que mi corazón se detuvo, cubro mi rostro con mis manos evitando a toda costa llorar porque sé que mejorará y estará conmigo como siempre lo ha estado. No es posible que esté pasando por esto, ella es tan pura y tan tranquila que estoy segura que no mereció recibir este golpe de parte de la vida.
No puedo creer que la persona que más me hacía reír no está, cuando la necesito no está, está en su labor de trabajo. Johan me toma de la mano pero la aparté rápidamente, no necesito que él me consuele, solo necesito verla para asegurarme que todo está bien. Ella mejorará y todo será un mal sueño, una pesadilla, me levanto de la camilla para ir a verla y estar con ella.
—Debes estar quieta, aun los doctores no te dan permiso de levantarte — Dice calmadamente pasando su mano sobre mi espalda, me aparto de él.
No le respondí, solo cerré mis ojos porque no quiero pensar que está grave. Me levanto y camino hacia afuera de mi habitación en busca de la de ella, tengo que asegurarme que esté bien. Escucho los pasos de Johan detrás de mí, no sé porque lo enviaron a él si ni siquiera sabe cómo tratarme, le pregunto a una enfermera por Amanda y me da la dirección de su habitación.
Las chicas están afuera, sentadas afuera un poco angustiadas y se levantan cuando me ven, Emily sale a mi encuentro pero la aparto, no quiero abrazos, ni palabras de ánimos, solo quiero ver a Amanda, Cass solo se me queda viendo, no dice nada, ni siquiera se mueve de su lugar pero me sostiene el brazo y niega con la cabeza, miro la puerta y a ella de vuelta.
—¿Qué le sucede? — Pregunto pero sin mirarla, está vez más calmada. Ella no responde, no sé qué tanto misterio hay en que me lo diga, de todas formas lo sabré cuando venga el doctor.
Aprieto mis manos en puños y simplemente suspiro, tendré que esperar a que el doctor se me acerque y diga que es lo que sucede aquí. Sé que está bien porque si fuera sido peor ya nos hubieran informado. Me recargo contra la pared, suspiro y paso mis manos por mi rostro para aliviar un poco la tensión que siento ahora mismo.
—Docto, ¿Qué es lo que sucede con Amanda? — Escucho la debilidad en la voz de Cass.
Dice que podemos entrar, las chicas estuvieron ahí escuchando mientras que corrí hacia adentro para verla, al entrar me detengo para mirarla bien y detallarla de lejos, está acostada y sonriendo, corro para abrazarla, me corresponde el abrazo con quejidos muy audibles por lo que me aparto de ella. La miro con delicadeza porque ella me está sonriendo.
—Me dijeron que te desmayaste por mí — Comenta con una gran sonrisa en sus labios.
—¿Estas bien? — Pregunto acariciándole la mejilla.
