—¿Vanessa? — A lo lejos escucho que Valery me llama pero estoy tan sumida en mis pensamientos que no reacciono a su llamado — ¡Vanessa! — Grita, parpadeo varias veces para mirarla y sonreír.
—¿Qué sucede? — Pregunto acomodándome en la silla y miro a todos lados para encontrarme con varias personas. Cuando llegamos al restaurante no había tantas personas así.
—Llevo diciéndote algo por más de diez minutos y tú no respondes — Dice muy molesta.
—Lo siento mi amor — Agacho mi rostro avergonzada.
Últimamente he estado perdida en mis pensamientos, ¿cómo no estar distraída cuando tengo a una ex cerca de mí, una novia celosa y un chico que aún no sé qué siento por él? Aparte que mis sentimientos están a flor de piel, no sé qué pasa en mi pequeño mundo que cada vez me siento hundir más y no veo la hora de salir de esto. Es por mi culpa esté así, no debo permitir que esto me afecte.
Valery no sabe nada de lo que hice mientras estaba fuera de casa, haciendo mi vida profesional, tratando de olvidarla pero en vez de eso me encontré con alguien que me hizo desearla más y querer estar entre sus brazos. Lo logró y por eso regresé, necesitaba mirarla, escucharla, abrazarla o pelear con ella pero lo que más necesitaba era estar cerca de ella.
—... Ahí vamos de nuevo — Escucho que dice molesta.
—Amor, lo siento de verdad — Me disculpo tomando su brazo por si tiene intenciones de levantarse e irse — ¿De qué estuviste hablando?
—De nada importante — Dice enojada apartando su brazo lentamente lejos de mí.
—He tenido mucho trabajo, debes entender — Me justifico sin razón y esa no es una excusa fuerte para mi comportamiento.
—Antes lo tenías y más pero de igual manera tenías tiempo para mí — Me reclama y tiene razón en lo que dice — Ahora parece que es más importante que yo.
—¡Claro que no! — Exclamo en mi defensa, un poco desesperada y preocupada — Son otras cosas que suceden.
—Por ejemplo... ¿Johan? — Dice muy seria sin parpadear y su mirada fija en mí.
Cierro mis ojos tratando de controlarme, no tengo derecho de molestarme o alterarme porque ella tiene razón, he estado muy distante. No tengo idea de cómo arreglar esto, ni mis sentimientos: estoy enojada, irritada, perdida, confundida. Valery no me ayuda aunque me pide algo que ella necesita y tengo que dárselo porque es mi novia, tengo que respetarla.
—No te pongas con eso ahora — Digo tomando mis cienes por lo cansada mentalmente que estoy.
—¿Ponerme cómo? — Empieza a alzar la voz y trato de que baje la voz — ¿Celosa? ¿Enojada? ¿Pesada? ¿Intensa? — Su rostro se torna rojo de la rabia.
—Amor — Hablo apaciguadamente y le tomo las manos con fuerza — Cálmate.
—¿Ahora quieres que me calme? — Decir eso fue una mala idea. Se levanta de la mesa y se va sin haber probado siquiera la comida.
Llamo al mesero y le pido que me envuelva la comida para que me la entreguen en la dirección que le anoté en el papel y salgo detrás de Valery, espero que no se haya ido porque me dejará por fuera de la casa. Cuando salgo la veo tratando de tomar un taxi, llego por detrás de ella y le abrazo fuerte, no se mueve solo que se destensa un poco y la escucho suspirar de mala gana.
Se gira para plantarme un beso suave en los labios, me mira con amor y con ternura, se disculpa por su mal comportamiento, el mesero que nos estaba atendiendo, llegó a nuestro lado con nuestra cena y le pago disculpándome por ese mal momento que hicimos pasar a los demás clientes. Una vez todo resuelto fuimos al parqueadero para irnos en nuestro auto hasta la casa y terminar de cenar allá.
