Soy algo masoquista en cuanto a mis sentimientos se refiere, fui a un club con Johan, me divertí pero aún pienso en Valery y más si me vio irme con él, me siento realmente incomoda por andar descalza por aquí, es extraño estar en el mismo lugar que tu ex y tu novia. Pero lo más doloroso es que tu novia se fije en tu ex, es lo menos que puedo esperar, Elizabeth tiene un cuerpo de modelo pero aun así Valery debió respetarme.
Estamos de regreso a casa y me pidió la dirección de mi departamento para llevarme en su auto, lo acepté porque es tarde y de seguro Valery está más que furiosa por no encontrarme en la cama, no me gusta hacerla enojar es indomable en ese estado y más si es crítico. La amo demasiado como para dejarla tan rápido por alguien si me costó conseguirla.
—¿Ya te sientes mejor? — Pregunta curioso
—Sí, solo necesitaba salir un momento — Sonrío a modo de gratitud.
No vuelve a decir nada, solo asiente con la cabeza un poco pensativo. Sé que no es fácil entenderme y menos entender la relación que tengo con Valery, es una mezcla entre rareza y confianza, amor y odio. Nuestra relación es demasiado abierta a opciones no a ser infiel con cualquiera que se atraviese en su camino o en el mío, por ahora me encuentro en la etapa de confusión pero no por eso la dejaré.
Llegamos a mi departamento y le doy las gracias al bajar del auto. Tomo el elevador cruzando mis dedos para que la encuentre dormida, no tengo ánimos de pelear en estos momentos, solo quiero que me abrace y me diga cuanto me ama. Debo hablar con ella sobre todo lo que ha pasado cuanto antes, sino me ahogaré aquí y estaré perdida sin ninguna salida.
Emily también me ha dicho casi lo mismo, pero es difícil hablar de algo que te dolió tanto con la persona que amas, además recordarlo es casi vivir lo mismo nuevamente, teniendo en cuenta que no es a cualquier persona a quien se lo contarás, es la misma persona por la que te fuiste y regresaste. No tengo idea de cómo lo tome Valery, no sé cuál será su reacción.
Alejarme de Valery fue mi primer error, conocer a Elizabeth feo el primer hermoso error que cometí, entregándome a ella, creyendo en cada palabra dulce que salía de sus labios y lo excelente que era en la cama pero una vez fuera de mi cuarto me engañaba. Hubo momentos en los que veía sus cambios pero los ignoraba por pensar que era el estrés de la universidad, pero una vez más, me equivoqué.
La universidad no es fácil y más si te enamoras haciendo pendejadas por alguien que puede valer mucho pero sus acciones perjudican o dañan la imagen que tienes sobre ellas. En esos días tristes y grises para mí, la sonrisa y la imagen de Valery llenaban mi mente a cada segundo, haciendo que me sintiera más sola y deseando tenerla conmigo, abrazarla y decirle que no me suelte.
Eran mis pensamientos sobre ella que hacia mis días más llevaderos en la universidad porque ver a Elizabeth enamorada de alguien más y mis exámenes finales hacían de mi vida un caos total. Ver que solo fui su muñeca para jugar a su antojo, dolía bastante, muchas veces intentó hablar conmigo para solucionar las cosas pero no estaba de ánimos para aclarar lo que estaba a simple vista.
Entro al departamento, mi respiración se detuvo, mi corazón empezó a latir rápido al verla ahí de pies con los brazos cruzados llevando una bata roja, con encaje rojo, sus labios rojos y carnosos, tanto que me gustan, son besables, me invitan a besarlos. Su mirada penetrante, muy interesantes. Una figura descomunal, que me deja sin aliento queriendo hacerle de todo a esta muñeca.
Se me caen las llaves al suelo, mientras mi boca se abre al verla tan sexy y sensual, escucho el sonido pero no me permito levantarla es más interesante ver a Valery que tengo frente a mí. Suspiro y sonrío como una estúpida embobada por su belleza. Llevo muchos años viéndola, besándola, tocándola, y nada como hoy, está diferente. Es toda una diosa. Es increíble.
