El Chico de la Moto (VI)

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Por fin lo tenía conmigo, por fin ese sueño que anhelaba cumplir cada día hoy se mostraba a mi mejor de lo que jamás pude imaginar. Aun dudaba que fuese real pero su aliento, su voz, su energía no podía ser una fantasía, era real, lo tuve entre mis brazos, sentí esos suaves y tibios labios que prácticamente me había resignado en sentir, pude apretar esas manos tan varoniles pero a la vez tan suaves, y finalmente pude decir tantas palabras que a punto de desaparecer quedaron en las aguas de mis recuerdos, hoy era real.

Mientras en sueños estos pensamientos deambulaban llenos de felicidad un sonido molesto se escuchaba cada vez más fuerte y hacia que me aleje de este espacio lleno de ilusión, era mi alarma, estaba sonado indicando que era la hora de comenzar el día.

Mis ojos comenzaron a abrirse lentamente siendo un poco golpeados por la luz que entraba por mi ventana y dando media vuelta los abrí, cuanta fue mi sorpresa al no ver nada, si, no había ningún rastro de Adrian en mi habitación. Mi corazón comenzó a bombear sangre cada vez mas fuerte por la ansiedad que estaba sintiendo. ¿Acaso todo esto fue un sueño? Era totalmente imposible, aun podía percibir el olor de su perfume en mi cuerpo.

En ese instante salte de mi cama me puse unos pantalones cortos y fui a recorrer el resto de mi departamento, pero no había ningún rastro de él, no estaba su ropa ni su moto afuera, Adrian se había ido sin despedirse, no lo entiendo, porque hizo todo esto, me encontraba aun mas confundido que nunca, y un dolor en mi pecho crecía cada segundo.

Volví a mi habitación totalmente destruido, me senté en mi cama, no podía estar pasando esto, me recosté, mire al techo por unos segundos, luego gire a mi costado y me percate que había algo encima de mi cama, no me había dado cuenta por lo exaltado que me había levantado de ella para buscar a Adrian, lo que había encima de mi cama era un sobre, un sobre igual de los que ya me había enviado antes Adrian, quizás ahí dentro se encontraban las respuestas que estaba buscando.

Me senté en mi cama, agarre el sobre lentamente, lo abrí, y estaba en lo correcto dentro del había una especie de carta pero a diferencia de los demás esta estaba escrita a mano, parecía que Adrian lo escribió antes de irse. Mi corazón bombeaba más que nunca, estaba a punto de salir de mi boca, quería saber lo que decía ahí, pero tenía miedo de la verdad, tenía miedo del dolor que me pueda producir, pero como siempre lo fui tenía que ser fuerte.

La carta decía esto:

Lucas:

Sé que cuando leas esto yo me ya no me encuentre a tú lado, pensaba irme sin despedirme pero no te lo merecías, te debía respuestas y te las iba a dar, no en persona porque jamás fui ni la mitad de valiente que tú fuiste, yo siempre fui un cobarde, siempre.

Te busque no por un juego, al contrario te busque porque no te pude olvidar, desde lo que paso en la fiesta de graduación de lo idiota que fui contigo, desde ese día me odie tanto por nunca luchar por lo que quería, que eras tú. Siempre viví una mentira por miedo de que digan los demás, mis amigos, mi familia, la sociedad. Yo me enamore de ti desde que te conocí, sos un chico excelente, pero desde que comencé a sentir algo por ti, lo negué, negué lo que sentía por miedo, quería estar a tú lado por eso me convertí en tú amigo, solo eso quería estar cerca de ti, luego me di cuenta que tú también sentías algo por mi y todo era peor, tenia más ganas de estar contigo pero el miedo era más fuerte que yo, por eso tome la decisión de ponerme de novio de tú mejor amiga, para que puedas odiarme, y así olvidarme, pero no fue así, tú amor por mi fue tan puro que aceptaste que este con otra persona con la escusa que de esa manera era feliz, era una vil mentira, nunca fui feliz con ella, y creo que nunca lo seré.

Hoy las consecuencias de mis mentiras y de negar mis propios sentimientos, llegaron demasiado lejos que ya no hay vuelta atrás, luego de esa noche me puse como meta olvidarte y ser un hombre normal como todos, con un trabajo, un título universitario, una novia que luego sería mi esposa, tener hijos y una familia normal, todo parecía ser perfecto pero tú nunca pero nunca saliste de mis pensamientos.

HOMOSEXUAL (relatos gays)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora