CAPITULO 6

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-Señor no sé cómo responder ante esa pregunta – reanudo mi cabalgata a su lado intentando parecer tranquila.

-¿Tiene usted un pretendiente? –

-No Señor, no hay ninguno –

-Y ¿me permitiría serlo?, Señorita no tiene por qué asustarse, no es obligatorio en un futuro aceptar mí propuesta a una unión –tal vez actuó precipitadamente, por miedo a quedarme solterona o porque realmente lo deseo, pero quiero saber que se siente ser cortejada, sentirse bella cada vez que ese hombre te mire i te invite a dar un paseo, sentirme una dama deseada.

-Está bien señor, acepto que sea usted mi pretendiente –

-No sabe cuánto me alegra oírla decir eso – el resto del paseo fue en silencio. Al llegar a casa mi madre fue la más emocionada ante la noticia de mi pretendiente, hasta creo que ya planeo la boda, es increíble. Mientras que mi padre no hizo ningún comentario o muestra de su pensamiento.

Al siguiente día me coloco de nuevo un vestido para montar, iré al lago a caballo; me coloco el vestido lila que tanto me gusta, el corsé es hermoso y tiene una pequeña manga, y un poco debajo de la cintura sale la falda con un poco de volumen. Al bajar a desayunar es evidente la sorpresa ante mi atuendo.

-Jane querida ¿iras a cabalgar? –

-Si padre, solo un rato. Iré a dar una vuelta a los terrenos –

-¿Necesitaras la doncella? –

-No padre no es necesario, estaré sola y además posiblemente pare un rato a leer –

-Muy bien, ten cuidado –

Salgo de casa y me monto en el caballo, tengo el tiempo justo para cuando el Príncipe suele estar en el lago. Cabalgo con el caballo no muy rápido y a lo lejos lo veo sentado en el tronco con su caballo cerca.

Bajo la velocidad y me acerco a paso lento, él nota mi presencia, se levanta y se acerca. Sonríe al verme y es inevitable no devolverle la sonrisa, nuestras miradas se conectan por un instante y nada existe o importa a nuestro alrededor; detiene mi caballo, se coloca justo al lado y levantando sus brazos me toma de la cintura y me deja en suelo muy delicadamente sin separar su mirada de la mía en ningún momento. Quedamos tan cerca que puedo sentir su respiración en mi rostro, es una peligrosa cercanía pero reacción en el momento justo y separándome de su lado miro el suelo e intento tranquilizar mi alocado corazón.

WILLIAM

Ella de repente se separa de mí desconectando su mirada de la mía, posiblemente si no lo hubiera hecho ya la habría tomado entre mis brazos y la besaría como a ninguna, ella es diferente, ella tiene una magia que me atrae y hechiza.

-Señorita ¿se encuentra bien? – levanta su mirada y toma las riendas de su caballo para amarrarlo cerca.

-Sí señor, gracias por preguntar –

-Lamento haberla incomodado –

-No lo ha hecho Señor se lo aseguro –

-Podría preguntarle por su compromiso del día de ayer – me siento en el suelo dejando el tronco para ella, tiene un vestido hermoso color lila, resalta su piel blanca, su cabello y ojos negros, se ve realmente hermosa. Se sienta y me mira.

--Fue placentero – responde haciendo una pequeña mueca, tal vez no fue tan placentero.

-¿Segura? – en sus ojos veo la curiosidad, esto se pone interesante.

-¿A qué se refiere? –

-Porque será que ni usted se ve convencida de lo que acaba de decirme, ¿realmente su compromiso fue placentero? – sonríe, he dado en el clavo.

DOS MUNDOS EN CONFLICTO - COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora