DOS MUNDOS EN CONFLICTO - COMPLETA

CAPITULO 13

WILLIAM

Al entrar me dirijo a mi habitación, quiero volver a aquel lugar donde hace unos pocos minutos estaba ella entregada completamente a mí y yo a ella, es mi vida. Pero mi mayordomo me alcanza y me entrega un sobre que parece ser una carta de mi padre, al entrar me siento y la leo.

Querido hijo:

Escribo con la intención de pedir tu presencia en casa, se acerca una guerra con el Reino de Alberto y te necesito a mi lado, es con urgencia, espero pronto tú encuentro y aunque sé que enamorada queda allí y esto impide tu viaje, espero que seas consiente de la gravedad de la situación.

Tu padre el Rey Wells.

Al terminar de leer la carta me apresuro a pedir que alisten mi equipaje y mi carruaje, que me lleven al puerto porque me dirijo a Europa; cuando todo el equipaje está listo pido al cochero que me lleve primero a casa de Jane, debo despedirme de ella y dejarle en claro que volveré a su lado.

Al llegar la veo sentada frente a su casa con un libro en sus manos, en cuento oye el carruaje levanta la vista y sonríe. Bajo rápidamente y me acerco a ella, la tomo de la cintura y la abrazo conteniendo las enormes ganas que tengo de besarla, tal vez pasen varios días en los que no pueda probar sus labios.

-¿Qué sucede William? ¿Por qué has llegado así? –

-Jane debo partir, mi padre está en guerra y debo estar a su lado para apoyarlo y ayudarlo – su rostro palidece y me mira a los ojos.

-No, no quiero perderte, no puedo hacerlo – sus ojos se humedecen y lo único que hago es abrazarla lo más fuerte que puedo

-No me perderás, prometo volver, por ti y solo por ti prometo volver, tenemos que casarnos y tener una hermosa familia ¿lo olvidas? – ella niega con su cabeza pero sus ojos no dejan de humedecer sus mejillas.

-Prométeme que volverás – dice con su voz quebrada, me parte el alma verla de esa forma.

-Te lo juro amada mía, volveré por ti y por mi corazón, porque mi corazón queda aquí en tus manos, mi corazón te pertenece, yo te pertenezco, te amo tanto – ella asiente y sin poder evitarlo más deposito un leve y suave beso en sus labios, por la puerta aparece su padre pero no me importa, no quiero separarme de su lado, no quiero soltarla, no quiero hasta que sea el momento de partir.

-Señor Wells – dice y me extiende su mano, yo la tomo pero sin soltar en ningún momento a Jane de mis brazos.

-Señor Weasley sé que tengo muchas cosas que explicar, pero quiero decirle que amo a su hija más que nada ni a nadie... - quería contarle todo pero él me interrumpe.

-Eso lo tengo claro Señor Wells, mi hija me ha hablado de usted – sonrió ante la idea de que Jane hablo de sus sentimientos con su padre.

-Señor Weasley permítame decirle que amor a su hija y quiero pasar a su lado mi vida entera – el padre de Jane sonríe ante mis palabras y yo continuo – Señor debo partir inmediatamente hacia Europa porque mi padre se encuentra en guerra y no sé cuándo volveré, pero le aseguro que lo haré lo más pronto posible para cumplir mi promesa de matrimonio a su hija. Mi corazón y mi vida se queda aquí con ella – la miro llorar en mis brazos tristemente, su padre asiente y me responde.

-Entiendo su situación y sé que cumplirá su palabra – le agradezco enormemente pero aprovecho para pedirle el favor por el que mi vida dependerá.

-Le ruego que la cuide, que la proteja, incluso si así lo desea pueden vivir en mi castillo, todo lo deje listo, pero necesito estar seguro que ella estará bien, que estará cuidada, que cuando yo vuelva la encontrare en perfecto estado – al oír mis palabras Jane llora con amargura, me parte el corazón oírla así, mi corazón se queda con ella.