Ya había pasado una semana desde que comimos con el padre de William, durante estos 7 días todos los días me he visto con William, siempre pasamos un tiempo juntos luego del almuerzo en el lago, todos los días charlábamos y reíamos, su compañía era grandiosa y me encantaba estar con él. No nos volvimos a besar porque yo se lo pedí, era lo mejor porque si alguien se enterara podría dañar mi reputación y la de mi familia. Mi familia, no sé qué ha sucedido porque ya no volvimos a comer o cenar todos, siempre somos solamente papa y yo y a mama e Isabel apenas si las veo en casa a veces pero no me dirigen la palabra y yo tampoco intento hacerlo.
Esta tarde William me invito a cenar en su castillo así que me están arreglando mi cabello mientras observo a través del espejo el hermoso vestido verde claro que me pondré hoy, es hermoso, con un corsé que amarra al frente, una pequeña manga, ajustado hasta un poco más debajo de la cintura y no es tan ancho pero si lo suficiente.
Luego de que estoy lista William llega por mí en su carruaje, me abraza fuerte y acaricia mientras llegamos al catillo. Al llegar entramos al gran comedor y comienza la velada.
-estas más hermosa que nunca, cada día más hermosa – dice William.
-Gracias – sonrió y me sonrojo,
-¿Qué ha pasado con tu madre? – después del golpe William no soporta que mi madre se me acerque, al parecer teme que vuelva agredirme y aunque le ha dicho que mi madre prácticamente ni me mira él prefiere que día a día le asegure que no volverá a pasar.
-Nada William, sabes que con mi madre no hemos vuelto a hablar desde hace ya varios días – me entristece tener que decir esas cosas, es mi madre y le tengo muchísimo cariño, la verdad me duele que después de lo que paso en mi casa hayan cambiado tanto hasta que llegamos a este punto.
-Cuanto lamento que esta situación te afecte – él se acerca a mí y me rodea con sus brazos, sus enormes brazos, me encanta que me arrope con ellos.
-No te preocupes, ya se arreglaran – luego de comer él me lleva conocer su castillo, es enorme, con grandes y hermosas habitaciones, la biblioteca es grandiosa, me encantaría pasar horas y horas allí, los libros van desde el suelo hasta el techo, en el medio hay cómodas sillas en las que podría sentarme y leer; además hay un hermoso piano que muero por tocar, los jardines están terminados y hermosas flores de todos los colores con una fuente en el medio hacen del lugar un sitio mágico. Al llegar a su habitación es la mar hermosa, tiene un balcón con el que puedes observar los hermosos paisajes cercanos, tienes una pequeña biblioteca cerca de un gran escritorio, su cama es enorme pero yo no puedo apartarme de la vista que me proporciona aquel hermoso balcón. Siento unas manos en mi cintura y me giro encontrando a William muy cerca de mí con una hermosa sonrisa que me invita a ver sus labios, aquellos labios que me han dado la más hermosa sensación con un solo roce.
-Déjame besarte, solo una vez, lo necesito – ruega en un susurro, con mi mano acaricio su rostro y sonrió – no te besaría si tu no me das tu consentimiento, pero estoy desesperado por tus labios, me muro por besarte – y con esas palabras pierdo el control y me dejo llevar por ese sentimiento que tengo en mi interior, ese que no me deja separarme de su lado. Simplemente lo beso, si, soy yo quien lo beso pero no me importa, y también necesitaba sus labios y con un poco de miedo siento que necesito todo de él.
WILIAM
Sorprendido siento como ella se acerca a mis labios y me besa, ella me besa, me coge por sorpresa pero felizmente la atraigo con mis brazos y respondo a su beso. La que siento en este momento es inexplicable, es una unión de pasión, amor, cariño, lealtad, entrega, no lo sé, pero no quiero que pare. Quiero tener a esta mujer para siempre en mi vida.
ESTÁS LEYENDO
DOS MUNDOS EN CONFLICTO - COMPLETA
Historical FictionA PARTIR DEL CAPITULO 10, LOS CAPÍTULOS TIENE VISIBILIDAD PRIVADA Y SOLO PODRÁN LEERLOS LAS PERSONAS QUE SIGAN MI PERFIL, ES POR SEGURIDAD DE LA OBRA, PERO ACLARO, NO ESTÁN OBLIGADOS A HACERLO, SOLO QUIERO CUIDAR LO QUE CON TANTO ESFUERZO ESCRIBÍ. ...