CAPITULO 8

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JANE

Es increíble, para mi madre primero soy la hija más desconsiderada y horrible por haber rechazado la invitación del Señor Stowrel, y luego la más hermosa cuando se entera que mi compañía es el Príncipe; es imposible entenderla.

Cuando le dije al Señor Stowrel que rechazaba su invitación se puso histérico, incluso llego a gritar diciendo que él era mi pretendiente y que él estaba por encima de cualquier hombre, que tenía que aceptar su invitación y rechazar a quien fuera el otro interesado. Gracias a la intervención de mi padre fue que se calmó y entendió que no podía aceptarlo.

Cuando vi al Príncipe al final de las escaleras mi corazón latía fuerte, la verdad es que llegue a pensar que no se presentaría y me dejaría, pero él cumple su palabra. Y se ve realmente bien con tu traje negro, se podría decir que combina con mi cabello y mis ojos.

-¿Puedo llamarla Jane? – me dice el príncipe sacándome de mis pensamientos.

-Claro que si Príncipe – sonrió tímidamente pero él hace una mueca.

-Pero usted deberá entonces llamarme William, así quedamos en igualdad de condiciones – bajo la mirada a mi regazo y me concentro en mis manos.

-No creo que sea correcto Señor –

-Si es correcto porque yo personalmente te lo estoy autorizando Jane, aunque sea solo por esta noche –

-Está bien Señor – caigo en cuenta de mi error, lo miro y sonrió – perdón William – el asiente y sonríe.

-Se ve realmente hermosa Jane – estoy segura que me sonroje, es increíble como con unas pocas palabras puede lograr que yo sienta algo como lo que siento, ni yo misma puedo describirlo.

-Muchas gracias William –

El resto del trayecto fue en silencio, aunque era muy cómodo, me sentía realmente bien hasta que llegamos a la entrada. Lo único que sentí fue pánico, ¿y si se burlaban de mí? Me estoy arrepintiendo de haber venido

-Tranquila, junto a mí no le pasara nada se lo aseguro – mi cara de terror al parecer me delato.

Él baja del carruaje y me ayuda a bajar. Al entrar puedo sentir como todos se nos quedan viendo, me siento muy incómoda en esta situación, siempre preferí pasar desapercibida, ser poco sociable y taciturna, pero acá estoy, con el Príncipe en un baile, increíble las vueltas que da la vida.

-Es increíble por quien me cambio Príncipe – nos gramos encontrando a una Laura Eirle furiosa – por esta mujer – dice con desprecio mirándome por completo. Debo admitir que se ve muy hermosa con su vestido rosa y su cabello rubio con un sencillo recogido.

-Estoy seguro de que la Señorita también puede darme una placentera velada Señorita Eirle – me mira con un sonrisa y sin dejar de mirarme le dice – si nos disculpa, me gustaría bailar – sonrió y nos dirigimos a la pista de baile.

Toma mi cintura y el baile comienza, una delicada melodía nos indica el paso en el que bailamos; sus movimientos son tan delicados que me siento como una verdadera Princesa, su mano tomando la mía y mi cintura siendo rozada por su otra mano. Me dejo llevar en el más hermoso baile, el más hermoso sueño que se ha vuelto realidad, una suave melodía, la compañía correcta y un baile como este será perfecto.

En todo el baile el Príncipe nunca se separa de mí, solo me mira a mí, bailamos casi todas las canciones juntos y nunca deje de sonreír, fue inevitable, él hizo que tuviera el mejor baile de mi vida. Aunque es probable que algo así no se repita el recuerdo quedara en mi mente y si algún día tal vez me case y tenga hijos, será una linda historia para contarles.

-Me ha encantado contar con su compañía para este baile – me dice William cuando entramos en el carruaje.

-Para mí ha sido un honor, fue una noche realmente hermosa –

-Jane perdón – frunzo el ceño, ¿perdón? ¿por que? 

-¿A qué se refiere William? –

-Que ya no lo puedo evitar más, lucho en contra de la razón y el corazón intentando entender que esto no debería suceder, pero sorprendentemente desde que la conozco a usted, poco me importa lo que deba o no hacer, o lo que digan de mí, intente olvidar mis sentimientos y seguir con la petición de mi padre pero se ha vuelto imposible –

-No entiendo a qué se refiere Señor – mi cabeza daba vueltas con todo lo que acaba de decirme, me siento confundida, ¿se está declarando?, ¿me está diciendo que aunque está interesado en mi lo nuestro no es posible?, creo que me voy a desmayar.

-Jane simplemente escuche por favor – asiento y él continua – Jane el primer día que la vi me pareció una mujer increíble, diferente, hermosa e increíblemente única, tus ojos tan negros como la noche me llevan a otro mundo, en el que solo estas tu; tu cabello, tu cuerpo, eres perfecta, perfectamente hermosa. Eres la única mujer que conozco que es completamente sincera y pura, eres tu sin importar como son las otras, no te interesa seguir modas, te interesa demostrar tu verdadera esencia, creo que me enamore de ti –

Y estoy perdida, esas últimas palabras posiblemente me mataron o tal vez me trajeron a la vida, ¿Cómo se supone que debo reaccionar ante esto?, él tiene toda la razón, esto es imposible, él es todo un Príncipe que posiblemente llegue a Rey y yo soy una simple chica que no puede aspirar a mucho, aunque no puedo negar que lo más probable es que posiblemente yo también me esté enamorando de él. Nuestras tardes juntas en el lago se convirtieron en mi vivir, mi actividad favorita, siempre junto a él.

-Jane por favor di algo – él me mira suplicante pero no sé cómo reaccionar.

-No sé qué decir – intento evitar mirarlo a los ojos, esa sería mi perdición, prefiero mentir, es por su bienestar.

-Mírame y dime que sientes - ¿Acaso lee mis pensamientos?, estoy perdida.

-No me pida eso Señor – una de sus manos toma mi mentón y me hace subir el rostro, pero al hacerlo noto que él está mucho más cerca de lo que recordaba, y lo único que recuerdo antes de perder la razón fue como sus labios se juntaron a los míos y se movían sincronizadamente de forma lenta y amorosa.

Un beso, mi primer beso, no sabía que con un beso se podía sentir tanto, es como si miles de animalitos me hiciera cosquillas por todo mi cuerpo, mi corazón late tan fuerte que temo que se pueda salir, mis brazos y mis piernas tiemblan, pero mi cerebro no coordina con mi corazón y la razón no dio su aparición en ningún momento, me deje llevar por el hermoso sentimiento y por mi corazón simplemente besándolo aunque esto está mal, se supone que mi primer beso debe ser mi boda, pero no, acá estoy besándolo a él y la verdad no me importa nada.

Dejando suavemente cortos besos en mis labios poco a poco comienza a alejarse.

-Esto está mal – digo mientras la razón vuelve a ser parte de mí.

-No me importa, me moría por besarte y lo que sentí al hacerlo no se compara con nada – toma mi mejilla y nos miramos fijamente – por un momento deja de pensar en lo que está bien o mal y dime lo que realmente sientes por mí – me suplica, y a sus ojos no les puedo mentir.

-Creo que me enamore de ti – su sonrisa en la más grande que he visto así que continúo – desde aquella tarde en la que coincidimos en el lago, la forma en que me trata y me habla creo que me cautivo, a usted no le importo mi posición social y se acercó a mí, eso no se v muy seguido – sonrió tímidamente.

-Intentémoslo – dice emocionado pero no entiendo.

-Intentar ¿Qué? –

-Intentemos estar juntos –

DOS MUNDOS EN CONFLICTO - COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora