CAPITULO 17

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Cuando Jane se calma me siento en el sofá en el que ella estaba antes y la siento en mi regazo mientras su cabeza descansa en mi pecho. Con mis manos toco su vientre, aunque lo único que encuentro son sus manos con él aun; ella las parta y me hace un espacio, pongo mi mano y siento su vientre, es mi hijo, mi bebe el que está allí dentro. Sonrió solo de pensar en que seré padre.

JANE

Todavía me parece mentira el tenerlo acá junto a mí, ya perdía la esperanza de volverlo a ver, y hoy simplemente lo encuentro en la puerta de mi habitación; me sentó en su regazo y comienza a acariciar mi vientre, es lo más hermoso que he vivido. Mi sonrisa crece y pongo mi mano sobre la suya para acariciar juntos a nuestro bebe.

-Mi hijo, nuestro hijo – susurra a mi oído.

-Nuestro hijo – respondo también en un susurro, él me abraza aún más fuerte y me hace levantar. Quedo de pie frente a él, me toma de los costados y me acerca, me mira intentado pedir permiso, asiento y él besa mi vientre, acaricio su cabello al escucharlo hablar.

-Hijo mío, te amo pequeño, te amo desde el primero momento en el que supe que vendrías al mundo. Eres producto de un verdadero amor pequeño, el amor tan grande que sentimos tu mama y yo – levanta su rostro y se coloca a mí misma altura – déjame besarte, me muero por besar tus labios –

-Entonces hazlo – respondo, y el rápidamente junta sus labios a los míos y los mueve lentamente. Sus manos van a mi espalda y me acerca a él; con ese beso nos demostramos todo el amor que nos tenemos y cuanto nos extrañamos el uno al otro, mis brazos van su cuello y lo acerco aún más. Al terminar juntamos nuestras frentes y sonrió.

-No sabes cómo te extrañe – dice y me mira a los ojos – amor mío, quiero que te pongas hermosa, y te alimentes bien a ti y al bebe – asiento y sonrió – iré al castillo a cambiarme y volveré por ti; no serán más de dos o tres horas –

-¿Volverás? – pregunto con miedo, lo acabe de recuperar y no lo quiero perder.

-Siempre Jane, siempre volveré a ti – sonrió y él deja un pequeño beso en mis labios y sale corriendo. No puedo creerlo, volvió, volvió por mí, por nosotros.

-Janeth – volteo y veo a Isabel acercarse emocionada, me abraza fuerte y besa mi cabeza - ¿Por qué lloras Jane?, él ya está aquí – niego con la cabeza la miro.

-Es de felicidad Isi – me abraza de nuevo pero recuerdo que debo arreglarme y comer, me siento un poco débil por haber probado bocado en todo el día – debo prepararme – susurro y me levanto rápidamente de la cama, pero un mareo me llega y tengo que sujetarme y volverme a sentar, siento que todo me da vueltas y temo desmayarme. Isabel corre a mi lado y me ayuda a recostarme en la cama.

-Debes comer Jane, tú y él bebe necesitan alimentarse – asiento y ella sale rápidamente de mi habitación, respiro profundo en un intento de superar este horrible malestar pero no funciona. Unos minutos después Jane llega con una bandeja en sus manos y coloca la comida frente a mí. Trae sopa, fruta, una ensalada, un poco de pollo y jugo.

-Debes comerte todo – la miro sorprendida, no sé dónde espera que toda esa comida entre en mí. Ella ríe divertida ante mi expresión y me ayuda a comer. Sorprendentemente lo único que no termino es el jugo; mi cuerpo recupera la fuerza y me siento realmente mejor.

-¿Me ayudaras a arreglarme? – ella asiente alegre y corre a mi pequeño armario, comienza a sacar vestidos y los muestra con extrañas muecas; pero lo que más mira es la cintura, con el embarazo no es fácil que uno de eses vestidos me quede sin apretar y lastimar a mi bebe. Lo que uso en estos días son simples batas sueltas y muy cómodas, no uso el corsé y no arreglo mi cabello, después de todo no salgo de casa en ningún momento.

DOS MUNDOS EN CONFLICTO - COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora