Capítulo 29-Solo tuya.

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Me detuve en la puerta de la cocina al ver una silueta dentro.

-¿Quién anda ahí?-dije con la voz entrecortada del susto. Vi que la sombra comenzó a caminar hacia mí.

-Soy yo, no te asustes.-me dijo un tono de voz muy conocido que claramente sabía quién era, mi hermanastro.

-¿Qué haces despierto a esta hora? ¡Joder! Me pegaste un gran susto.

-Lo siento, es que no me podía dormir, bajé a comer algo.

-Ah.

-¿Tu qué haces despierta a esta hora?-dijo acercándose cada vez más a mí.

-Yo-dije incomodada mientras me corría para atrás-yo solo vine por un poco de agua.-me aparté y fui a abrir la nevera para servirme agua.

-Supongo que los años te han sentado muy bien Emma, la última vez que te vi estabas hermosa, pero ahora lo estas aún más.-me sonrojé y me serví un vaso de agua.

-A ti también te han sentado de maravilla, creo que ya no eres el mismo Justin Bieber de hace unos años atrás, ya eres un hombre hecho y derecho con una familia construida.-dije y tomé un sorbo de agua.

-¿Me estás llamando viejo?

-No.-reí.

-Y sí, he cambiado mucho en estos años, pero creo que lo que siento por ti no ha cambiado en absoluto.-sonreí al escuchar sus palabras, había pasado tanto tiempo pero igual seguíamos hablando como si nada hubiera pasado.

-Lo que yo siento por ti tampoco ha cambiado.

-¿Qué sientes por mí? Seguro no mucho, porque por lo que veo estas muy enamorada de ese chico.-era cierto, estaba enamorada de mi novio, pero lo que sentía por Justin era mucho más fuerte que lo que sentía por mi novio. De todas formas, no era el lugar para hablar de todo esto, en cualquier momento alguien nos podría oír y no quería que eso pasara.

-¿Por qué mejor no hablamos de esto en otro lado? No estaría para nada bueno que alguien nos escuche.

-Tienes razón, pero es que los paparazis están por todas partes, podrían vernos juntos. ¿Sabes de algún lugar seguro?-Automáticamente se me vino a la cabeza una casa que papá nos había regalado a mí y a mi hermano para nuestro cumpleaños, quedaba solo a 3 kilómetros y era todo campo, así que no habría nadie que nos viera.

-Tenemos una casa en el campo, solo queda a 3 kilómetros de aquí, tal vez ahí podamos hablar más tranquilos.

-Sí, me parece buena idea.

-¿Cuándo nos encontramos?

-¿Te parece ahora?

-Sí, perfecto, pero no podemos ir juntos, yo me arreglo un poco y salgo para allá.-busqué un papel y le anote la dirección, le di el papel y le dije-esta es la dirección, si tienes alguna duda llámame.-luego salí corriendo hacia mi armario a cambiarme de ropa porque llevaba puesto mi piyama. Me puse algo sencillo y no muy llamativo, un jean negro roto en las rodillas, mis converse negras y una sudadera Nike blanca. Tomé mi teléfono, mi bolso con algo de ropa y me fui rumbo a mi encuentro con Justin.

Cuando llegué guardé el auto en el garaje y luego me bajé del auto, me senté en un sillón que había en el porche de la casa a esperarlo. Me puse a revisar un rato mi móvil y vi que un auto negro se detenía y de la parte trasera bajaba Justin todo encapuchado, luego saludó al chofer y vino hacia mí. Me paré del sillón y entré a casa.

-Ven.-le dije mientras le hacía señas para que pasara.

-Muy linda decoración, todo muy rustico.-dijo mientras observaba toda la sala principal al entrar.

-Gracias, todo lo ha decorado mi cuñada que es decoradora y diseñadora de interiores.

-¿La novia de Thom?-dijo asombrado y yo reí.

-¡Por supuesto que no! Thom no tiene novia.

-Ohhh, entonces tu cuñada es la hermana de tu novio.

-Si.

-Bueno, de todas formas, no vengo a hablar de tu cuñada, ni de tu novio, vengo a hablar de nosotros.

-Claro ¿en qué estábamos?

-Estábamos en lo que yo siento por ti.

-¿Qué sientes?-lo miré a los ojos.

-Demasiado.

-¿A qué te refieres con demasiado?

-Me refiero a que cuando me miras así como lo haces ahora, me siento el ser más especial del mundo, siento que tus ojos y todo el resto de tu cuerpo son la cosa más linda que he visto, siento que amo tu personalidad y tu carácter, tu dulce voz, tu forma tan bonita de sonreír y los hoyuelos que se forman cuando lo haces, siento que te amo, que en verdad lo que más deseo es estar contigo y que seas mía.-me quedé embobecida con sus palabras, algunas lágrimas cayeron por mí rostro y corrí a sus brazos, a esos brazos que tanto había extrañado y necesitado. Nos comenzamos a besar-Te amo- me dijo entre besos, sus manos estaban en mi cintura y bajaron lentamente hacia mis muslos, solo me dejé llevar, de un momento a otro él estaba sobre mí arriba del sofá y a punto de entrar en mí *ya saben a lo que me refiero*-¿Estas segura de esto?-dijo mirándome a los ojos.

-Si-dije sin dudarlo y entro en mí, no fue mi primera vez, pero fue la primera vez que me sentí especial, éramos solo uno y eso me gustaba, me hizo suya y fue lo que él y yo tanto habíamos deseado.-¿Estas feliz de que yo sea tuya?-dije entre gemidos.

-Muy.-dijo agitado.-Eres solo mía.-dijo y me besó.

-Solo tuya, Justin Bieber...

Una nueva vida y un nuevo hermanastro. (Justin Bieber y Bella Thorne)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora