Capítulo 1.
Pov Hyukjae.
La tenía aquí, debajo de mí. Era hermosa y buena amante, la comí a besos, a caricias, a interminables lamidas buscando en ella, quizás, mi regalo de navidad. Quería ser feliz en navidad, quería poder reír con alegría, quería algo más que este maldito sentimiento de odio y vacío.
No pensaba darle a mi ex pareja el gusto de amargarme toda la vida, no quería otorgarle ese triunfo pero la verdad es que me sentía muerto. Desde que Hae no estaba no había nada en mí, toda mi alma era árida y lo único vivo que notaba invadirme eran esas nubes tormentosas de mi odio hacia él. Me gustaba esa tormenta, me gustaba que se mostrara implacable y cayera sobre mí con fuerza porque eran los únicos momentos donde sentía algo, algo aparte de la nada existencial en la que estaba sumido. Yo me había vuelto como esa tormenta, duro e implacable.
¿Quería ser feliz? Sí. ¿Quería ser feliz a causa del amor? Definitivamente, no. El amor estaba vedado de mi vida.
-Oh joyita... eres... impresionante –jadeaba la chica que tenía sus piernas rodeando mi cintura. Me reí, casi como un loco y no porque estuviera feliz de poder desahogar mis instintos carnales, sino por lo irónico de la situación ¿yo con una mujer? Más aún ¿yo con todas esas mujeres que me había tirado todo este tiempo? Yo soy homosexual, acostarme con féminas no tiene sentido, pero así es como están las cosas hoy por hoy.
Luego de esa risa histérica que me daba después del sexo, venía un potente mal humor al llegar a la conclusión de que tenía sexo con mujeres porque muy, muy en el fondo, eso me hacía pensar que si era de esta manera no se trataba de una traición o una infidelidad. Entonces me odiaba a mi mismo por ser tan imbécil de pensar en serle fiel a alguien que me había descartado como basura.
-Ya está, vete –corrí a la chica porque ya no tenía ganas de que estuviese cerca de mí. Ella abrió grande los ojos procesando mis palabras.
-¿Qué dijiste?
-Que te fueras.
Me dedicó una fugaz mirada triste antes de observarme con desprecio, levantarse y marcharse luego de vestirse. Bendito desprecio, me gustaba eso mil veces más que la compasión de ser 'el tipo al que abandonaron'.
-¡Te crees mucho para tenerla tan chiquita! –me gritó la chica antes de dar un portazo. Volví a reírme, ahora con más fuerza 'chiquita la de tu novio', pensé.
Dormí unas horas antes de ir a trabajar. Al llegar a la oficina me senté en el mismo asiento de toda mi vida e hice el mismo proceso de siempre: prendí la computadora y me dispuse a reprogramar los ficheros de la empresa, actualizarlos y dejarlos preparados para que el sistema funcionara sin demoras. Luego realizaba el back up de los programas y hacía una limpieza de las redes. Siempre los mismo.
-Hey, Eunhyuk –me llamó una voz y cuando volteé a ver, Kyuhyun se acercaba –Hyuk tengo la nueva actualización del Star Craft, ya lo chequeé y está alucinante ¿qué te parece venir a mi casa después del trabajo así pateo tu trasero con nuevas tácticas?
-Claro, si me prometes que habrá cerveza, voy –le respondí. Últimamente me alimentaba de eso, de cerveza.
-¿Cuándo ha faltado eso en mi casa? –me preguntó ofendido.
-Pues varias veces, ya te dije que no me gusta el vino solo la cerveza -a Kyu le gustaba el vino tinto y le parecía una oferta de un mejor anfitrión ofrecer vino antes que cerveza.
-Ashh, que sí, que sí. Tengo cerveza mono idiota, ya sé que tienes gustos vulgares –Kyu me insultaba tan abiertamente que eso me gustaba -. Además sabes que a Min también le gusta y como está pasando una temporada en mi casa siempre hay de esas cosas en mi heladera.
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No me odies, yo te amo.
Romance¿Qué pasa cuando, sin razón alguna, la persona a la que has amado toda tu vida y que asegura amarte de igual modo, te abandona de la noche a la mañana? ¿Perdonarías a esa persona? ¿Cuánto daño puede causarte? Lee Hyukjae es el hombre más miserable d...