No me odies, yo te amo.

Capítulo 10: Te espero...

Hay momentos en la vida donde la realidad no te golpea precisamente, sino que te traga; quita el suelo que te mantiene y sientes que caes en un abismo. El estómago se te encoje y el corazón te va tan deprisa que tu respiración regular no alcanza para abastecer de oxígeno el flujo sanguíneo y comienzas a marearte.

Así me sentí yo, luego de enfrentarme a la realidad que, hasta ese momento, había dado por impensable. Pero no era tan impensable el hecho de que quizás Hae ya no estuviera, quizás aquellas cartas serían lo último que tuviese de él por el resto de mi vida...

Miré la fecha de la última carta que había leído '17 de Agosto', estábamos a 23 de Diciembre ¿Cuál sería la fecha de la última que me había escrito? Sentí una tentación enorme de buscar esa última página escrita, pero mi cuerpo se negaba a obedecerme. Mis manos estaban paralizadas ahí, en ese lugar donde todavía habían palabras para mí. Tenía pánico de doblar la hoja y encontrarla vacía.

Sostuve el cuaderno con la mente en blanco, sin pensar y sin decidir qué haría, simplemente tratando de armonizar el pulso que había comenzado a temblarme. Sin embargo, antes de que una lágrima cayera por mi rostro un coraje, que no sé de donde saqué, hizo que mi mano volteara la página. Dejé de respirar por un segundo y...

Había otra carta.

Ahora sí me cayó una lágrima pero del alivio, casi de felicidad.

'Donghae, oh Hae... descríbeme un día bello. Cuéntame que todo mejora, mi amor. Dime que estás bien... por favor.'

3 de Septiembre de 2014, en ningún lugar.

Hyukii...

Tengo una buena excusa para pasar tanto tiempo sin escribirte. Me contagié de un virus intrahospitalario y estuve en terapia, allí no pude escribirte porque me mantuvieron intubado e inconsciente. A veces estaba medio despierto pero deseaba no estarlo.

Tengo recuerdos borrosos de mi semi inconsciencia, pero hay un par que no puedo alejar de mis pensamientos: cuando Teuk y Chul, en momentos diferentes, se pusieron a llorar al lado de mi cama diciéndome que me querrían siempre.

Lo juro Hyuk, es una de las cosas más horribles que te pueden pasar. Yo tenía ganas de decirles 'Hey, no lloren, hay Hae para rato' pero no podía y sencillamente tenía que sentirlos llorar. Pero me mantuve fuerte, por ellos y por ti.

Así que aquí estoy, todavía, un poco más débil, un poco más enfermo pero con un poco más de vida y con muchas ganas de verte.

Sí, desde aquel día ansío verte a todo momento. La vida me dio cocaína cuando apenas comenzaba a tolerar la abstinencia y he vuelto a caer en mi adicción. Sé que es improbable verte de nuevo y sé, también, que no quiero que tengas la necesidad de pisar este sitio pero tampoco puedo evitar mirar hacia la puerta de la habitación y desear que entres por ella.

Hay algo más que debo contarte, voy a comenzar con las diálisis definitivamente. Dentro de tres días tengo que entrar a quirófano para que me coloquen las cánulas de acceso; por la falla en mis riñones deberían colocarme las cánulas de acceso permanente pero sólo van a ponerme las de acceso temporal. Ellos creen que yo no sé la diferencia y me dicen que es porque no quieren que mi cuerpo se arruine con cosas tan feas. La verdad es que no creen que pueda vivir tanto como para ser necesario dializarme por mucho tiempo.

Pero ¿qué puedo hacer? Ellos pretenden hacerme pasar un buen tiempo, así que sólo sonrío y se los agradezco. No sé qué va a pasar mañana pero es mejor si no me preocupo por eso.