Nueve meses más tarde, en compañía de los Windsor y de los Gomez Scarlatta nació nuestro segundo hijo: Philip Andrew Louis, Príncipe de Sussex. Los nombres eran por completo homenajes a Philip, Andrew era el nombre de su padre y Louis el nombre de su tío y de quién fue como su padre. Philip era un pequeño clon de mi misma, así como Georgiana había heredado todo de su padre –menos la nariz y la boca- Philip había sacado cada uno de mis rasgos, no se parecía en nada a su padre.
Dos años después llegó Arthur, Arthur William Albert, Príncipe de Sussex. Arthur era un nombre clásico ingles y que nunca estaba de más para un príncipe, William en honor a su tio y Albert era el segundo nombre de mi padre. Él lucía como mi padre en su juventud pero con algunos aires de la familia materna de Harry quienes siempre fueron conocidos por su belleza absoluta y Arthur no rompía con aquello para nada, él era el niño más bello que jamás haya pisado la tierra.
Nueve meses exactos después del decimo aniversario de nuestra boda nació John... sí John. Harry se mostró muy reacio a llamar de esa manera a nuestro pequeño bebé porque para mi sorpresa, él, al igual que toda su familia creía que ese nombre estaba maldito. Es una larga historia, en resumen, quien fue uno de los tíos paternos de Elizabeth II, el Príncipe John, padeció para ese entonces una extraña enfermedad que hacia poner en vergüenza a sus padres, él simplemente no comprendía cómo funcionaba el mundo e incluso en una parada militar llegó a gritarle a su padre, el Rey Jorge V delante de todo su reino: "viejo ridículo". Sus padres estaban cansados de implementar todo tipo de métodos –tanto convencionales como no convencionales- para corregir el comportamiento inusual de su pequeño hijo hasta que cansados lo enviaron a una de sus tantas residencias campestres con una niñera que estuviera tiempo completo con él y finalmente a los 13 años murió, solo, sin sus padres ni hermanos. Desde entonces nadie llama John a sus hijos en la familia real británica por el miedo y la superstición de la muerte prematura del joven príncipe.
En fin, John Henry David Charles, Príncipe de Sussex, fue nuestro cuarto y último hijo al que di a luz a mis 34 años y a los 43 de Harry. Si Philip era mi clon, mi calco, John era el de Harry pero con pelo rubio.
El matrimonio con Harry se desgastaba de a poco. Nosotros teníamos ideas diferentes en cuanto a la crianza de los niños y la verdad es que a mí me costaba horrores entrelazar mi trabajo como Duquesa y mi rol como madre. Cuando solo estaba Georgiana en mi vida era más fácil porque solo tenía una niñera y no era complicado llevar a cabo mis compromisos de caridad y ser madre, pero todo cambia cuando tienes ¡cuatro niños y cuatro niñeras! La casa era un caos constante, ellos gritaban, lloraban, pataleaban, la prensa juzgaba, Harry se iba en largos viajes de trabajo e incluso yo también debía hacerlo y dejar a mis pequeños diablos, perdón, hijos, era una tortura.
Cuando solo eran Georgiana y Philip hicimos cuatro tours: España, Francia, Estados Unidos y Malta. Pero cuando tienes cuatro niños la cosa se pone peliaguda y no es nada práctico llevarlos por el mundo, ellos no pueden recibir mensajes e indicaciones constantemente del palacio diciéndoles que debían decir, de qué manera debían respirar y demás, simplemente era engorroso y lo descartamos en la totalidad.
Los choques con Harry eran frecuentes, nuestra vida como pareja prácticamente no existía y mientras él era el príncipe de los corazones de las personas yo era la egocéntrica, altanera, mantenida y perezosa que no era capaz de aparecer ni una vez al mes ¡si ellos supieran lo que es criar cuatro niños sin un esposo! Las niñeras eran un mal necesario, después de todo, yo era una princesa, y la nuera del rey del Reino Unido, pero ser madre, es más que cambiar un simple pañal, cuando la crianza de cuatro pequeñas personas esta mayoritariamente a tu cargo tus errores quedan más expuestos y nadie lo valora demasiado.
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Imposiblemente posible [Príncipe Harry fanfic]
FanfictionMi vida era la vida de una típica "nena bien" de una ciudad pequeña en Argentina. Buenas notas a lo largo de toda la escuela secundaria, un novio popular y encantandor, gran grupo de amigas, una familia encantadora y una carrera prometedora en una c...