Imposiblemente posible [Príncipe Harry fanfic]

Capitulo 9

Harry: Prometo tomarlo con calma -Respondió besando mi mejilla-

Después de pasar el largo rato en silencio, acompañándonos mutuamente, relajándonos y fortaleciéndonos con nuestro apoyo mutuo decidimos que era momento de ir a descansar, por supuesto cada uno por su lado.

Luego de dormir plácidamente en este castillo que me brindaba tanta paz me desperté abruptamente por el golpe de la puerta de mi habitación.

Atendí despeinada y en pijamas, tal como me despierto todas las mañanas... ¿quién podría ser? El mismísimo Harry.

Harry: Hoy es día de caza de faisanes, vístete que te espero para ir a desayunar.

Yo: Genial -contesté medio dormida-

Me puse unos jeans negros muy ajustados, una remera estilo musculosa negra, mi cabello al natural, con un poco de frizz, mis clásicos lentes de sol de Céline y una campera y botas verdes que Harry me había dado antes de venir.

Al bajar me di cuenta que todos estábamos uniformados, que vestíamos y de la misma manera pero solo yo tenía un estilo desalineado y un tanto rockero que desentonaba con ellos.

Luego del desayuno, bastante silencioso que al parecer era su estilo natural de vida, nos dirigimos al campo de caza, me pareció raro que todos tenían sus rifles y sus municiones menos yo, por lo que creí que no me harían cazar, cosa que me puso feliz porque no podría matar a un ingenuo animal solo por diversión.

Al bajar todos de la camioneta divisé cómo entre las cosas que William cargaba sobresalía un arco con una flecha por lo que me asombré ya que yo también dominaba bien el arco y le pregunté si él tiraría con arco y solo me miró sonriente.

Carlos hizo el primer tiro y no le atinó al faisán (gracias a Dios) fuimos en busca de la próxima víctima, encontraron uno pequeñito, parecía un bebé y entonces fue el turno de Camilla ¡ella era terrible para suerte del pobrecito! William le cedió su turno a Kate y esta le dio justo en el blanco a un faisán enorme y festejaron abrazados como si hubieran anotado un tanto en un partido de futbol.

Harry me cedió el turno a mí, demoramos mucho tiempo en encontrar uno pero finalmente apareció un faisán tan pero tan hermoso que parecía una pintura ¡una obra de arte! Carlos exclamó que ese era perfecto para mí pero la sorpresa fue cuando William se acercó con el arco, creí que él tomaría mi turno por lo que me alivié pero en realidad el me estaba alcanzando el arco para que yo casase con él.

Mi corazón se detuvo por un momento mientras observaba a todos rodeándome sonrientes, esperando con todas sus expectativas puestas en mí.

Tomé el arco, le apunté a la inocente criatura, cerré los ojos y recé el "Padre nuestro" en español. Los abrí nuevamente afiné la puntería y desviando la mirada, con repulsión hacia mi misma solté la flecha, esta se clavó en el pecho del ave dándole muerte de manera inmediata.