Soy un chico para nada común, desde mi nacimiento, vivo en un mundo donde no hay colores, literalmente, la piel de la gente es gris y sus acciones son frías, todo lo que hacen, lo hacen sin ganas, sin sentimiento y no pueden evitarlo.
Pero todo cambió cuando yo nací, mi piel tenia color, era lo único en la sala, en el edificio, en la ciudad y en el mundo, con color.
Desde niño fui el único en el mundo que reía, lloraba, o tenia sentimientos.
El único.
Todos los días tomaba papel de mi casa y salía a dibujar el paisaje e imaginaba como seria verlo colorido y alegre. a los 11 años leía libros bastante antiguos donde se hablaba de los colores, de las emociones y los sentimientos, libros escritos por personas que de verdad veían el mundo tal y como antes era y relataban todas las cosas que en ese momento eran comunes, ellos relataban historias de todo tipo, desde mundos llenos de magia hasta pequeñas historias de amor que me llenan de lagrimas, cada uno tenia sus propias ideas sobre el mundo, cada uno contaba historias a su propia manera y cada uno mostraba en sus palabras una sabiduría inigualable.
Además, nadie veía películas y no se vendían, así que en un basurero podías encontrar varias, ademas, en casa, mis hermanos veían documentales así que no tenia que buscar un reproductor de dvd para usar. Yo veía películas que me asustaban, otras que me hacían llorar y otras reír, todas me causaban emociones pero cuando intentaba que mis padres o uno de mis hermanos vieran una de esas películas ni se preocupaban en mostrar interés en ello.
-De que sirve ver a personas con varitas haciendo "magia"-dijo mi hermano. Entonces me entristecí, pero después yo mismo descubriría la magia, un tipo de magia que podía hacer yo.
Cuando me concentraba, podía hacer cosas increíbles. Podía lanzar un avión de papel desde el tejado de mi casa y esperarlo en el patio desde antes de que caiga.
Con mi mente podía hacer que el tiempo se volviera lento, o que yo sea más rápido.
Y así era como me iba de casa y volvía con muchas cosas, las cuales a veces las encontraba muy lejos de donde vivía, fue allí donde encontré los colores, (aunque no supe identificar cual era cada uno) en las pertenencias muy valoradas de las personas, cosas como anillos de bodas, cosas como un simple par de zapatos, y otras como una hoja de papel llena de tinta de colores.Pero usar mi poder no era algo fácil, además de que requería que me concentrará mucho, me hacía cansarme mucho.
A primera vez que volví lento al tiempo casi me desmayo, sin tener en cuenta que descubrí mi poder a la fuerza.
Aquella vez yo me tropecé, estaba dibujando en el tejado y de repente resbalé del lugar en donde estaba sentado, la libreta sobre la cual yo dibujaba salió disparada hacia arriba por mi reacción repentina, estuve a punto de tocar el suelo con las manos frente a mi cara cuando de repente el tiempo y todo a mi alrededor se tornó lento. Al inicio creí que fue alguien mas, quien me permitió aterrizar en el suelo con suavidad, pero supe que fui yo cuando de repente sentí un dolor de cabeza inigualable acompañado de un peso insoportable en mis párpados lo cual casi hace que me quede dormido en media acera.
Ahora me es más fácil, pero solo si atraso solo un poco el tiempo, si intento atrasarlo mucho, lo suficiente como para dibujar algo en un coche en movimiento, me suele doler la cabeza mucho.
Pero saliendo del tema.
Hoy encontré una bicicleta de montaña en buen estado y no oxidada o rota como otras, así que la usaré para ir al bosque, el cual se encuentra detrás del patio trasero de mi casa.
A ver qué me encuentro, y honestamente espero que pueda encontrarme con una de las criaturas de mis libros, me parece muy interesante la idea de los dragones...
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Arcoiris oscuros.
Science Fiction¿Que se debe hacer si un día despiertas y no hay color en el mundo?, pues nada, sobrevivir y averiguar porque sucede. Este es el caso de aquellos que no perdieron el color en sus vidas:Mike, Lucy, Camilo y Dani quienes tendrán que resolver problem...