Arcoiris oscuros.

Archivos 1: Camilo

*Narra Lucy*

-¿todo listo?-pregunté a Camilo, que estaba sentado frente a mi.

-eso creo-respondió él, inseguro.

Tome la grabadora de voz frente a mi y presione el botón rojo.

-okey emmm-dije leyendo la lista en mis manos-pregunta 1: ¿como te llamas?

-esa es fácil-dijo sonriendo-Elijah Camilo Pierce Hunter.

-¿edad?

-16

-¿edad que tenias durante tu escape?

-15

-¿de quien estabas acompañado durante el escape?

-vamos Lucy, tu los conoces-replicó.

-no es para mi, solo responde-le pedí.

-vale-me miro ya sin su sonrisa-de Dani, Alan, Mike y tú-lo miré y señalé la grabadora- ah y Lucy entonces.

-ahora la parte difícil-aclaré-¿cual es tu poder?

-control...-dudo un poco-mental.

-explícalo-pedí.

-puedo ordenar a las personas a...-dudó nuevamente- a que hagan cosas.

Lo miré unos segundos.

-¿efecto secundario?

-dolor de cabeza-respondió señalándose la sien, aun sabiendo que solo era grabación de sonido.

-¿y tu segundo poder?

Pensó unos segundos.

-transmisión de sentimientos.

-explícalo.

Esta vez, él contesto rápidamente.

-puedo transmitir y sentir los sentimientos que las demás personas sienten, a veces incluso les puedo transmitir sentimientos que yo no siento-levantó la vista hacia mi-aunque eso es algo que ya sabes.

Lo mire unos segundos, sin saber que decir, mientras el recuerdo me invadía.

*Flashback*(hace un año, 30 años antes)

Allí estábamos Mike y yo, mirándonos en silencio.

Habían pasado ya 15 minutos desde que fusionamos las piedras con el prisma, y no había cambiado nada.

Las personas seguían siendo insensibles.

El mundo seguía siendo obscuro.

Nosotros seguíamos mirándonos.

Todo estaba igual.

Y entonces tocaron la puerta.

Mike bajo la cabeza y con voz triste dijo:

-Deben ser las cuentas de tu madre, yo voy a verlas.

Se levantó y empezó a bajar las gradas poco a poco.

Lentamente y sintiendo todo el cansancio de nuevo sobre mi, me levanté y seguí a Mike.

Al bajar las gradas sentí el dolor en mis piernas y decidí sentarme allí a esperar, me senté a cuatro gradas de llegar a la primera planta.

"en cuanto vuelva Mike, le pediré que me lleve arriba" pensé, pero luego descarte la idea"que el no se canse al correr a mi velocidad no significa que sea mi sirviente"

Levanté la vista de nuevo y vi a Mike con la mano en el pestillo, seguramente pensando en lo que iba a decir al recibir las cuentas de mi mama.

Abrió la puerta y tanto el como yo nos sorprendimos mucho.