La profecia

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Era un lugar oscuro, solo se veían sombras y una leve luz proveniente de algún lugar.
-no tenemos más opción-dijo una voz desconocida.
-¿todos de acuerdo?-preguntó una segunda.
-de acuerdo-dijeron al unísono otras dos.
Las voces no tenían un sonido específico, simplemente se entendían, tampoco se sabía si quien hablaba era hombre o mujer, solo se sabía que hablaba.
Las sombras caminaron muy lentamente hacia el lugar de donde prevenía la luz.
Una de las sombras dejo un objeto que parecía de cristal sobre una columna de donde venía la luz y este objeto brilló con los colores del arco iris.
Los cuatro cerraron los puños de sus manos en todos los colores excepto aquel que sostenía el cristal, que solo uso la mano libre para sostener otro color.
Rápidamente sacaron las manos y aquel cristal se quedo proyectando colores en escala de grises.
Cuando todos abrieron las manos, se veían unas piedras de todos los colores que tomaron, volvieron a cerrar las manos y amenazaron con lanzarlas a algún lugar.
-esperen-dijo la voz que antes había preguntado si estaban de acuerdo.
-¿qué sucede?-preguntó otra voz.
-siento algo-respondió la primera voz.
-¿qué cosa?-preguntó otra voz.
Todos bajaron los brazos y a su vez las piedras.
-hay alguien-dijo-no-se corrigió-son varios-pensó unos segundos-están conscientes, lo ven todo-
Con lo último que dijo llamó la atención de todos los demás.
-¿de donde son?-dijo uno.
-no son de aquí-respondió el primero-vienen de otros tiempos-se aclaró.
-¿y dónde están?-preguntó otro.
-en todos lados-
Nadie dijo nada un tiempo.
-no se las dejaremos fácil-dijo uno que no había hablado hasta entonces: el cuarto.
-pero eso no estaba planeado-dijo quien habló antes-ese no es el plan-
Pero al cuarto no le importaba.
-vale-dijo escondiendo su intención.
Esperó a que todos los demás intentarán poner las piedras en ese cristal y con un aplauso todos salieron despedidos.
El cuarto se iluminó pero no se podía ver a nadie, tres en el suelo con la cara hacia abajo y el tercero de espaldas al punto desde donde veía todo.
Levantó las piedras de las manos de los que estaban en el suelo y las lanzó hacia arriba, pero nunca cayeron.
Aquel hombre puso una mano en el suelo, pero no toco nada, su mano atravesó el suelo.
Sacó la mano y dio un paso hacia el lugar que había atravesado y como si no hubiera suelo todo su cuerpo atravesó el suelo y el desapareció.
Lo único que quedó en ese cuarto fue tres personas que si no respiraran se diría que están muertos y una columna de piedra con espacio para ese extraño cristal y todas las piedras de colores.
*narra Camilo*
-¿estás bien?-pregunté.
Dani se había desmayado hace unos minutos y tuve que traerla a un lugar, en donde intente despertarla y esconderla de esos hombres que nos seguían.
Apenas sus ojos se abrieron, su expresión tranquila de sueño pasó a una de terror absoluto.
*narra Dani*
En cuanto abrí los ojos lo primero que vi, fue la cara de Camilo.
Estaba asustado y me miraba, pero eso no me importaba.
-acabo de soñar algo muy extraño-dije antes de que él pudiera decir algo.

Arcoiris oscuros.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora