Escapar 1/2

46 5 0
                                    

*narra Camilo*
-es que, yo hice flotar al marcador-
Aquello fui lo último que escuche antes de ver a todos aquellos militares fijarse en solo uno, el cual al parecer no podía respirar.
Me sentía enojado, pero asustado a la vez, pero al momento supe que la segunda sensación no era mía.
Voltee la vista hacia Dani y note que tenía la mano levantada apuntando a aquel militar, pero ella no tenía expresión alguna, y ademas yo, tenía el brazo levantado de la misma manera que ella.
Al bajar yo el brazo ella también lo hizo, exactamente al mismo segundo.
Me asuste, esta vez fue mi miedo.
Al alejarme de ella, su expresión cambio drásticamente.
Me miró asustada.
-¡¿QUE ME HICISTE?!-preguntó gritando.
-no lo sé, lo siento, estaba asustado-y otras cosas dije para intentar explicar algo que no conocía.
Al darme cuenta, note que aquellos militares ya no estaban, llevaban al que se ahogaba y se escuchaba algún rotor a lo lejos,como de un helicóptero.
Llamaron a al policía.
A menos que...
La policía no usa helicópteros usualmente.
-ven-le dije a Dani.
Pero ella no se movió.
Solo me miró asustada.
-¿qué somos?-preguntó.
-no, no lo sé-
Se miro las manos y preguntó:
-¿qué fue lo que me hiciste?-
-no lo sé, estaba pensando en que tu podrías distraer a los militares y cuando lo pensé sucedió-preferí no decirle que no controlaba los poderes.
-¿y en la clase?-
-estaba imaginado que escribía en el pizarrón, y luego que levantaba el marcador, y lo mismo pasó-la verdad no tenía idea de cómo sucedió.
-así que, ¿me controlaste?-
-eso creo-
-¿lo has hecho antes?-
-nunca-
Miro la hierba y luego a mi.
-yo sí-dijo.
-¿has controlado gente?-pregunté.
-no, he movido cosas-señaló su mano derecha-es como si proyectara mi mano en algún lugar, no es como en las películas-
-¿cómo?-dije dejando de lado la idea de irnos.
-emmm, pues, si con mi mano no puedo levantar algo, tampoco con la proyección de esta-levantó la mano haciendo un gesto extraño.
-más o menos como...-
-¡arriba las manos!-nos interrumpió una voz.
Un hombre con un arma nos lo dijo a unos diez metros mientras nos apuntaba con el arma.
No era militar, llevaba un uniforme como el de los militares pero en negro y con manchas en escala de grises a manera de pixeles.
Ya no se escuchaba el helicóptero.
-Camilo-dijo ella-haz que se vaya-
-no sé cómo hacerl...-
-¿¡qué esperan!?-gritó el hombre.
-sólo hazlo-insistió Dani.
-lo intentare-respondí.
"Lárgate"
Ella subió las manos para evitar que él le dispare.
"Vamos vete"pensé.
Me empezaba a sentir más cansado.
-¡tú también sube las manos niño!-gritó el hombre.
"¡Vete ya!"
El hombre quedó sin expresión alguna mirando al infinito, bajo el arma y se dio la vuelta, lentamente empezó a caminar hacia algún lugar que tal vez ni él conocía.
-toma su arma- le dije a Dani.
Dio un paso hacia adelante y le dije:
-no, así no, hazlo con tus poderes, podría haber alguien allá.
-no puedo.
-claro que puedes, dijiste que ya lo habías hecho.
-no quiero llevar un arma en las manos.
-entonces solo tráela hacia mí.
Al hombre le faltaban pocos pasos para que lo perdamos de vista.
-hazlo rápido, tú puedes-dije.
Entonces levanto la mano lentamente hacia el hombre.
-¿y si se dispara?-dijo ella.
-solo hay que evitar que se la lleve-aseguré escondiendo mis pensamientos sobre que tendríamos que defendernos pronto.
-no creo poder-repitió ella.
-yo sé que puedes-dije poniendo mi mano en su hombro.
Su expresión se vio más desafiante y levanto la mano con más seguridad.
El arma de la mano de aquel hombre primero parecía que caería, pero frenó en el aire y se acercó a mí lentamente.
Para sostener el arma solté el hombro de Dani, pero en ese momento el arma cayó y su mirada se vio asustada.
-no me digas que yo te hice hacer eso-le pedí.
-no, no lo hiciste.
-¿entonces?.pregunté sin entender.
-cuando me tocaste, sentí confianza, sentí que podría hacerlo todo.
La miré unos segundos.
-¿eso significa que te transferí mi confianza?-pregunté.
-¿a qué te refieres?
-yo, confíe en ti, yo sabía que podrías traer esto-Levante el arma que recogí del suelo-pero tú no lo creías hasta que...
-me transferiste ese sentimiento-interrumpió.
-exacto.
-¿y ahora que?-preguntó.
-hay que escapar de este lugar.

*narra Dani*
Caminábamos en silencio por el colegio mientras el recargaba el arma una y otra vez mientras las balas saltaban a su izquierda y el las recogía.
-¿qué haces?-pregunté.
-es que no quiero que esto-inclino la cabeza hacia el arma-tenga balas.
-¿no es más fácil quitar el cargador?-dije instintivamente.
-si supiera cómo lo hubiera hecho, se veía más fácil en las películas-respondió él analizando el arma una vez mas.
-¿y eso?-dije apuntando a un pequeño botón, que no se aplastaba, solo se movía lado a lado.
-ese es el seguro-dijo acercándome el arma-mira.
Era verdad, junto al botón, en letras pequeñas decía:lock/unlock.
Y el botón estaba en lock claro.
Él me miró unos segundos y luego apuntó el arma hacia algún punto y tiró del gatillo.
Pero no hubo disparo alguno.
De hecho el gatillo no se movió.
-¿ves?, lockeado-
-es locked-
-si lo sé, lo digo así a propósito-
"Guau, que gracioso"(notese el sarcasmo)
-¿ya quitaste todas las balas?-pregunté.
-eso creo-dijo y me miró-eso espero.
Abrí la boca para decir algo pero él me tapo la boca rápidamente.
Me llevo unos pasos hacia un lado junto a un bus escolar pequeño y se agachó, así que lo imité.
Me soltó y susurrando pregunte:
-¿qué pasó?-
-uno de esos tipos armados paso detrás de ti-
Habíamos acabado de cruzar una esquina entonces, así que supuse que aquel hombre también cruzo pero hacia el otro lado.
-¿y dónde está ahora?-
-no puedo verlo
Dejó de intentar verlo a través de las ventanas y se acostó para ver sus botas al menos.
-está lejos-me dijo.
-¿y ahora que?-
-pues, no podemos volver a la clase ni seguir dando vueltas por el colegio así que, debemos buscar una salida-
Nos encontrábamos en el parqueadero del colegio, detrás de la tribuna, la cual está frente al estadio, junto al cual están los juegos en los que estábamos.
Me pareció una buena idea, pero no estaba segura de haber sido yo quien pensó eso.
Habían tres salidas del colegio:
La de secundaria, la de primaria y la de profesores.
-¿por dónde iremos?-pregunté.
-podríamos ir por donde sea, pero hay un problema: esos hombres pueden estar entrando por cualquiera de esas entradas- nos miramos unos segundos y luego dijo- ahora que lo pienso hay dos problemas, ese y que las puertas pueden estar cerradas-golpeó suavemente la puerta del bus a mi derecha.
-tengo miedo-esta vez que estaba segura de que esa sensación era mía y no de él.
-yo también-dijo, nos miramos unos segundos y sin pensármelo mucho me lancé y lo abracé.
*narra Camilo*
Se lanzó hacia mí y me abrazo fuertemente, no sabía si estaba llorando o no, tan solo sentía su abrazo y todo a mi alrededor desapareció.
Yo también la abrasé y hubiera deseado que aquel abrazo durara para siempre, pero el tiempo se acababa, y pronto se acabarían las clases.
Rompí el abrazo y sostuve sus brazos, con una madurez que hasta ahora desconocía, y logre ver una lagrima minúscula en su mejilla.
Con el pulgar la limpie y le dije:
-si no nos vamos ya, no lograremos salir, vamos.
Y empezamos a caminar.

Arcoiris oscuros.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora