Descubriendo

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*narra Lucy*
Desperté entre la hierba.
Antes de abrir los ojos note que además de acostada en la hierba, sentía como una almohada.
Abrí los ojos.
Lo que vi no era una almohada, era la sudadera de Mike, enrollada.
Mike.
No estaba a mi lado.
Mire a mi alrededor pero no encontré nada.
El rubí, seguía en mi bolsillo y el prisma en la mochila.
Me incorporé lentamente reprimiendo el sueño.
Escuché una rama crujir a mi izquierda y volteé a ver rápidamente.
Es un ave de la cual no sé el nombre (no pongo mucha atención a clases de ciencias naturales)
Me pongo en pie y me decido a buscar a Mike.
Recojo mis cosas, pero las vuelvo a dejar ya que veo la mochila de Mike apoyada en un árbol cercano, aguzo el oído por si logro escuchar algo, pero lo único que escucho es, creo, un río.
Teniendo en cuenta que no hay más opciones decido ir hacia el río que escuche.
En marcha.
Mientras caminaba caí en cuenta en que este bosque era colorido, de hecho más que cualquier bosque de donde vivíamos, o vivía, o él vivía, o no lo sé.
Imaginé varias posibilidades, pero no logre entender por qué este bosque era así, a menos que nos encontremos en algún lugar desconocido para mí, no sé dónde estamos.
Y llegué al río.
Era un río de corrientes un poco lentas que aceleraban más adelante.
Era agua cristalina y se podía ver el fondo con facilidad, aunque en constante movimiento.
Pero me sorprendió a un más lo que allí encontré.
Mike estaba en un punto del río en el que solo se le veía la cabeza y parte de los hombros, y su ropa estaba en la orilla del río.
Él estaba viendo hacia la pared del otro lado del río así que antes de toparme con algo que no quería ver, di la vuelta y camine, después de un rato decidí trepar un árbol para esperar a que Mike acabara de darse un baño.
Desde aquel lugar, se podía ver un poco del bosque y un pequeño trozo del río.
Tampoco es que el árbol fuera tan grande.
Admiré unos segundos todo el bosque y lo que me rodeaba.
Era tan verde.
Después de lo que me pareció un minuto, me saco de mis pensamientos una brisa repentina por la cual casi caigo de la rama en la que me había sentado.
Mire hacia el lugar del que había venido aquella brisa pero no encontré nada.
Curiosamente había venido desde el otro lado del árbol, es decir, detrás de mí.
-qué alegría-dijo una voz sobre mi.
Voltee a ver rápidamente y vi a Mike colgado de las piernas de la rama de arriba, mirándome con una sonrisa.
-¿pero qué?-dije reprimiendo el impulso de golpearlo por aquel susto.
-mira-dijo abriendo los brazos y apuntando al bosque.
-de nuevo, ¿qué?-pregunté.
-esto lo hiciste tú-
No podía creer lo que el acababa de decir.
*narra Mike*
-¿acaso no lo recuerdas?-le pregunte.
Me sorprendía que ella no lo recordara, cuando desperté en el suelo ella estaba dormida con la mano derecha abierta tocando el suelo y desde ese punto todo empezó a cambiar, los árboles se tornaron frondosos e incluso más flores crecieron pero todo comenzó debajo se su mano.
-¿recordar que?-preguntó ella.
No lo recordaba.
-diablos-dije tornando mi mirada más seria-¿Segura?-volví a preguntar.
-Segura.
Use mi poder y baje del árbol en un pestañeo.
-aquí, ven-dije desde el suelo extendiendo mis brazos.
Después de que su cara de asombro pasara, se soltó del árbol y la sostuve.
-eso fue muy rápido-dijo.
-también tengo que explicarte eso-dije.
-¿qué cosa?-preguntó mientras la soltaba lentamente.
-¿Si ves este bosque?-pregunté y asintió-pues aquí mis poderes son más fuertes, tengo que hacer mucho menos esfuerzo para usarlos.
-wow, ¿y esto lo hice yo dices?-dijo mirándome intrigada.
-si, lo hiciste tú.
-¿cómo?-preguntó.
-a ver, ¿que es lo último un recuerdas de cuando nos emboscaron?- dije planeando preguntarle después si es que tiene una idea de quienes nos emboscaron.
-¿cómo que de cuando nos emboscaron? lo dices como si hubiera pasado hace mucho.
-...- ahora yo la mire intrigado.
-¿qué no fue ayer?-repitió.
-Lucy- esto me asustaba- fue hace cuatro días.
Ella dio un paso hacia atrás y se tropezó con una rama para terminar en el suelo mirándome con ojos de terror.
-do...-sacudió la cabeza-¿dormí cuatro días?
-si-
No sabía que más contestarle, no podía mentirle.
-¿por qué no tengo hambre?
-eso iba a preguntártelo yo-dije extendiéndole la mano para que se levantara del suelo.
-¿en serio?-pregunto mientras se levantaba.
-si, quise darte de comer pero no quería despertarte ni ahogarte con la comida así que no lo intenté- dije y después de una pausa aclaré- supuse que si tenías hambre despertarías y pedirías comida.
La expresión de terror aún no se le borraba del rostro.
-y...¿cómo es que hice esto?-señaló detrás de ella y luego también hacia adelante.
Señaló el bosque.
-tus poderes-miró sus manos-tienes más de uno-su mirada volvió a mi-no solo puedes quitar colores, sino...
-puedo... ponerlos.
-exacto.
Nos miramos fijamente unos segundos y luego le dije.

-cuenta hasta 10.
-¿para qué?.
-sólo hazlo.
-voy- dijo y miro hacia el cielo- uno..do...-y use mi poder.
Corrí, hacia una dirección en concreto si desviarme en ningún momento hasta que llegué a un lugar en el que no había color.
Tome una hoja de un árbol y comprobé que no se tornaba colorida al cruzar al lado colorido así que la guarde en mi bolsillo.
Corrí de vuelta al lugar de donde vine y me encontré a Lucy aún pronunciando el ocho.
Teniendo en cuenta que aún tenía tiempo saque la hoja de mi bolsillo y me paré frente a Lucy.
-nnnnuuueee- decía ella lentamente por obra de mi poder-veeeeeeeee.
Detuve mi poder y le mostré la hoja.
-diez.
Bajó la cabeza, miró la hoja y dijo:
-vaya que eres rápido.
-y me sobro tiempo-dije poniendo una cara exageradamente presumida para hacerla reír.
-uy, ¿así que te tengo que decir flash?.
-no estoy seguro pero tal vez si-respondí.
Se rió.
-¿y para que la hoja?-preguntó.
-para que practiques tu nuevo poder-dije mientras dejaba aquella hoja gris sobre una roca.
Me miró fijamente unos segundos.
-no sé cómo hacerlo-dijo.
-tampoco sabías cómo usar tu otro poder, eso no cambia nada-le respondí.
-sí que cambia-dijo enojada-al menos a ese poder lo recordaba.
Es verdad.
-solo inténtalo-dije intentando convencerla-no pierdes nada.
-vale-respondió.
Puso el pie derecho detrás del izquierdo y con ambas manos apuntó a la hoja, la mano izquierda detrás de la derecha, que estaba a la altura del codo izquierdo.
Todo ello más aquel frondoso bosque, Lucy había dicho que ese color era verde, era una escena digna de una película.
Pasaron unos segundos en los cuales ella movía los brazos y cambiaba de expresiones a todo momento, pero la hoja no cambiaba en nada.
Dejó caer los brazos como si hubiera estado muy cansada y me miró.
-¿qué?-pregunté.
-sentí que lo había logrado pero no pasó nada-dijo con una voz claramente triste.
No sabía que podía decirle.
Me acerqué a la hoja y lo noté.
La punta de la hoja ahora era del mismo color que los árboles.
-es verde-dijo ella.
"Ahora sí no lo olvido: verde"pensé.
La hoja poco a poco empezó a transformarse hasta quedar completamente verde.
-no me duele la cabeza-dijo ella.
-¿Segura?-pregunté.
-si, solo me siento cansada-respondió.
Nos miramos poco tiempo y pregunto lo mismo que me preguntaba yo:
-si tengo dos poderes, ¿tú también tienes dos?
Ninguno supo responder a esa pregunta.
Nos miramos sin decir nada mientras aquella hoja dejaba de ser gris.

Arcoiris oscuros.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora