Capitulo 10

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Son las 11 de la mañana; el lunes desperté presintiendo que todo sería bueno, hoy miércoles presiento que será un día de mierda. Desde el comedor se escucha un alegre mix de música latina de los años 90. Oliver entra a mi habitación cantando, me toma una pierna, trata de sacarme de la cama pero yo me rehusó. Comienza la lucha. Oliver llama a Antonella quien llega para mi desgracia justo cuando comienza a sonar en el mix, la canción Saltando sin parar de King África, ambos se tiran sobre mi y comienzan a saltar mientras gritan el coro de la canción, en tanto yo chillo por piedad. La tortura se termina junto con la canción, Antonella y Oliver salen de mi cuarto riéndose, yo en cambio, me levanto adolorida. Llego al comedor para tomar desayuno y me encuentro con Bianca sentada en la mesa, ella tiene el cabello mojado y lleva puesta una camisa de Oliver, me impresiono al verla así. Bianca es una chica que desde primer año de universidad ha estado enamorada de Oliver, no sabía que ella fuera tan cercana a él y Antonella, los tres hablan como si fueran los mejores amigos.


-Hola Bianca. – Le digo mientras me sirvo mi desayuno.

-Hola. – Me responde el saludo mirando la mesa.

-¿En qué momento llegaste? – Le pregunto sentándome a la mesa.

-Llegue en la madrugada con Oliver. – Me responde con suavidad. Antonella y Oliver se miran.

Nos quedamos en silencio. Ya comenzó el día de mierda, me levanto a tomar desayuno y me encuentro con esta sorpresa, no me quiero imaginar que es lo que va a pasar cuando tenga que ir a la clase de Tom en unas horas más.

-Leonora. – Me dice Antonella de la nada. – Oliver y Bianca son novios. – Me da un pequeño derrame de celos al escuchar eso.

-Oliveraton encontraste el amor. – Comienzo a golpearle la espalda a Oliver mientras sonrió tratando de esconder mis repentinos sentimientos de celos. – Felicidades.

-Gracias. – Dicen al unisonó.

-¿Hace cuánto que están juntos? – Pregunto sonriendo mientras los celos me carcomen.

-Anoche me pidió noviazgo. – Me responde Bianca sonriéndole a Oliver.

-¿Y tan rápido te quedaste a dormir con él? – Ella se sonroja.

-No seas desubicada. – Me dice Oliver un poco molesto.

-Tienes razón, tu pagas alquiler y tienes derecho a revolcarte con quien te plazca en esta casa. – Me levanto de la mesa al borde de los celos.

-¿Acaso estas celosa? – Me pregunta Oliver. En menos de un segundo lo fulmino con la mirada.

-Estoy enojada contigo porque no me dijiste nada de esto cuando me hablaste en mi habitación, ¿Te acuerdas?, ni si quiera me hablaste de Bianca el domingo en la noche cuando hablamos.

-El lunes decidí esto, te lo iba a decir, pero has estado tan extraña, no sé qué mierda te pasa, de verdad, el lunes en la mañana pensé que había vuelto la Leonora que conocía, pero después que llegamos a casa volviste a caer dentro de una grieta. – Dice cabizbajo.

-Me lo debiste haber dicho. – Digo molesta. Oliver se levanta de la mesa y camina hasta donde estoy.

-Tonta, no hagas esto más difícil. – Oliver me abraza. – Ya no hay vuelta atrás. – Me susurra y me suelta.

Me doy una rápida ducha, al salir me voy a mi cuarto a vestirme. Está nublado y hace mucho frio, me coloco unos ajustados jeans negros, una blusa gris y un abrigo rojo, para terminar me coloco unos viejos bototos negros. Salgo de casa camino a la Universidad, estoy más de diez minutos esperando por el autobús, dos chóferes no se quisieron detener, suspiro resignada por el asqueroso día que estoy teniendo. Al fin puedo abordar un autobús, pero como es un día de mierda, hay un tipo muy extraño que me mira con cara de psicópata, trato de ignorarlo, hasta que el extraño coloca su mano sobre la mía, lo miro con el entrecejo fruncido, él me sonríe y me dice lo siento, debo quitar mi mano del fierro en donde me estaba afirmando, si no lo hago el perturbador hombre mantendría su mano sobre la mía. El autobús esta lleno y voy en la parte de atrás así que no tengo escapatoria, le envió un mensaje a Alan para ver si me puede ir a buscar al paradero, me da miedo que este loco me siga hasta la universidad, Alan me responde, pienso que me va a decir que no puede, pero para mi suerte me estará esperando en el paradero que deja cerca de otra universidad, tendremos que caminar más, pero todo sea para despistar al desagradable tipo que me está molestando. Me bajo al fin del autobús, Alan al verme me abraza y me alza como si fuéramos novios, él repulsivo extraño no se baja para mi alivio.

Escondiéndome de su mirada (Tom Hiddleston Fanfiction)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora