Leonora una joven que estudia psicología decide ir a una clase de introducción al psicoanálisis impartida por el profesor Thomas Hiddleston, todos le advierten del mal carácter que tiene el profesor y le aconsejan que debe tratar de pasar lo más d...
Los pedazos del pobre plato que sucumbió ante la furia de mi esposa aun siguen repartidos por el suelo. Suspiro cansado antes de agacharme a recoger lo que quedo de la discusión de anoche. De todas las cosas que Lara me gritó, solo una retumba en mi cabeza y no me deja tranquilo. << ¿QUÉ MIERDA ES LO QUE QUIERES?>>, durante toda mi vida me he preguntado lo mismo y ahora ella me lo grita en la cara. Nunca he sabido qué es lo que quiero, camino sin saber el por qué, siento que no tengo un rumbo definido, me siento incompleto. Siempre que el vacío se apodera de mi, recuerdo a aquella noche que encontré a Claudia sentada en mi cama con sus muñecas rasgadas, ella no encontró nada mejor que entrar por la ventana de mi alcoba para tratar de suicidarse sobre mi cama, si cierro los ojos aun la puedo ver diciéndome: ''Ven conmigo. Yo sé que también quieres hacerlo''. Una de las cosas que sé, es que jamás he querido acabar con mi vida.
-¿Por qué te casaste conmigo? – Escucho a Lara detrás de mí.
-¿Qué? – Pregunto fingiendo que no entendí lo que dijo.
-¿Por qué te casaste conmigo? – Repite la pregunta mientras se cruza de brazos.
-No quiero volver a discutir sobre eso. – Digo con el entrecejo fruncido y sigo ordenando el desastre de la noche anterior.
-¿Me amas? – Me pregunta con suavidad mientras me abraza.
Me quedo quieto. Estamos un largo tiempo en silencio. No sé cómo decirle que nunca la he amado. Nunca he creído en el amor, nunca he sentido ese supuesto amor a primera vista.
-Tengo que ir a trabajar. – La separo de mí. – Se me está haciendo tarde.
Ya van a ser las dos de la tarde, camino con la cabeza gacha y las manos en los bolsillos del pantalón. Mi mente divaga en un mar de pensamientos, me siento perdido. Entro al salón de clases dejo mis cosas sobre la mesa y me acomodo en el asiento. Me impresiono al ver que hay tan pocas personas. De izquierda a derecha comienzo a barrer con la mirada a los estudiantes que están presentes, << ¿Quién demonios eres tú?>> pienso mentalmente cuando mis ojos se cruzan con los de una desconocida joven. Por unos segundos siento que mi mundo se detiene, logro salir del extraño trance y continuo mirando a los que la rodean.
-Bien. – Digo para dar una larga pausa antes de seguir hablando. - Hoy hablaremos sobre el texto Tótem y Tabú de Freud. – Me vuelvo a quedar callado.
Comienzo mi clase. Todos se ven bastante aburridos, algunos dibujan, otros bostezan y otros miran el techo de la sala, la hermosa desconocida es la única que está tomando atención. Aprovecho que los demás alumnos me están ignorando para mirarla. Ella toma apuntes frenéticamente de todo lo que digo como si su vida dependiera de ello, cada vez que deja de escribir me mira. << ¿Quién eres?>> me pregunto una y otra vez. Los minutos pasan y siempre que levanta la mirada nuestros ojos se encuentran. En ocasiones me mira sin entender, como es la única que me está prestando atención me levanto del asiento para explicarle. El primer bloque de la clase llega a su fin. <<No quiero dejar de mirarla>>, no puedo creer lo que acabo de pensar, mi corazón esta latiendo a mil por hora.
-Vamos a ser un receso de veinte minutos. – Digo junto a la puerta.
Antes de salir de la sala no puedo evitar mirarla. Camino hasta el baño para mojarme la cara << ¿Qué te está pasando idiota? Tienes que calmarte>>. Voy por un té y vuelvo a la sala. Al entrar no la veo, miro mi reloj faltan 7 minutos para que comience la clase. Ya paso el tiempo, no la veo entrar a la sala, espero cinco minutos más para ver si vuelve, pero no lo hace. Comienzo la clase sin su mirada, espero y espero que vuelva pero nunca lo hace.
Estoy mirando por el ventanal del segundo piso cuando mis ojos la divisan entre la multitud. Desde que la vi en mi clase, ahora veo a la anónima por todas partes. La desconocida jovencita esta en el patio central junto a un grupo de alumnos, al verla sonreír mi corazón se contrae con fuerza, <<No. No puede ser>>.
No puedo dejar de pensar en ella, no logro entender por qué. La chica me roba el sueño, trato de quitármela de la cabeza pero no puedo. << ¿Cómo será su voz? >> Me remuevo en la cama cuando un pensamiento incomodo pasa fugazmente por mi mente, <<Sácate de la cabeza a esa chica, jamás vas a tener algo con ella>>.
Es jueves, voy caminando por el pasillo del sexto piso, mi corazón se contrae fuertemente cuando la veo a lo lejos sentada junto al gran ventanal que hay, ella esta tan concentrada mirando por el ventanal que no me ve pasar detrás de ella. Siento una pisca de desilusión, pensé que se daría cuenta que estaba ahí, quería volver a mirarla a los ojos. Muevo la cabeza en negación y sigo con mi rumbo.
Son las 7 de la tarde, si no fuera por mis problemas maritales estaría feliz de volver a casa. <<La terapia de pareja mejorara las cosas>> pienso mientras entro en el ascensor. Las puertas del ascensor se abren y por unos segundos mi corazón se detiene, <<Por fin nos volvemos a ver>> pienso, nuestros ojos se vuelven a reencontrar pero no por mucho, ella entra al ascensor con rapidez y me da la espalda, siento que me apuñalan <<No le importo>>, pienso fugazmente. Aparte de ella entran más personas en el ascensor, eso hace que quede peligrosamente de espalda cerca de mí, miro de reojo a una chica cuyo nombre no recuerdo, sonreírle con maldad, sin aviso empuja a mi pequeña, eso hace que quede completamente pegada a mí, << ¡¡Mierda!! >>, maldigo en mi interior cuando siento la presión de su menudo cuerpo en mi, con agilidad la jovencita se trata de separar de mi cuerpo pero no puede, el ascensor está lleno, gira la cabeza para decirme que lo siente con un leve rubor en la cara, no puedo evitar sonreír al escuchar su suave voz, le digo que no se preocupe a centímetros de su oído, ella se pone tensa y mira al frente. Trato de pensar en elefantes rosados y burros verdes para que mi cuerpo no reaccione a la presión que hace su retaguardia en la parte más sensible de un hombre. Llegamos al primer piso, sin mirar atrás se baja del ascensor y me deja de nuevo sin su mirada.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Si las otras noches no podía dormir, luego de lo que paso hoy en el ascensor menos puedo conseguir el sueño. Si Lara volviera a gritarme ¿Qué mierda es lo que quieres? Le respondería que quiero a esa chica. Miro el techo recordando una y otra vez lo que paso en el ascensor, <<Por dios tengo que sacarla de mi cabeza>>.
[Jamás me imagine que lo que escribí iba a tener tanto excito, así que me di el tiempo de escribir algo rapidito, no es lo mejor de lo mejor pero es algo XD.][También quiero informarles que es muy probable que a finales de año publique algo de la segunda parte. GRACIAS POR LEER :D AMOR MUCHO AMOOOORRRRR PARA TODAS <3 <3 <3]
