Estoy hundida en un extraño sueño, las imágenes, una tras otra sin sentido, desaparecen cuando mi despertador comienza a sonar. Los párpados me pesan, he dormido solo dos horas. Me levanto lánguida, luego de todo lo que pasó anoche con Claudia, de mi tristeza lentamente comenzó a nacer el miedo. Anoche después de llegar a casa decidí decirles a mis padres que había estado con Claudia, no quería que si algo le pasaba fuera tan sorpresivo para ellos, me sentiría culpable. Suspiro cuando miro por la ventana de mi habitación, está nublado y hace mucho frio, es un buen clima para recibir malas noticias.
No debería estar en la Universidad un día jueves a las ocho de la mañana, pero me cambiaron mi clase del viernes para hoy. Camino como una zombi en dirección a la sala, Antonella y Oliver no querían que viniera a clases, pero no quiero estar sola en casa, necesito ocupar mi cabeza en algo mientras espero la temida llamada. Siempre que veía a Tom mi corazón se aceleraba, pero ahora que lo veo desde lejos caminar en la dirección contraria a mí, no siento nada. Mi celular comienza a sonar, me detengo, al ver que mi hermano Dago es el que me llama, mi corazón se acelera, jamás había sentido tanto miedo. Respiro profundamente y contesto mirando a Tom quien se acerca lentamente.
-Lo hizo. – Me dice mi hermano con tristeza. – La acaban de encontrar.
Me tapo la boca, siento una presión fuerte en mi pecho y en menos de un segundo mis lágrimas comienzan a salir, Tom al verme se detiene para luego caminar hasta donde estoy. En la línea escucho a mi hermano decir mi nombre pero no puedo hablar, en lo más profundo de mí ser esperaba que ella regresara a casa, esperaba que no lo hiciera.
-¿Cómo está mamá? – Le pregunto con la voz entre cortada por las lagrimas luego de un largo silencio.
-Destrozada igual que papá. – Dago suspira. – Todos sabíamos que este día llegaría y aun así jamás lo esperamos.
-Es verdad. – Digo sollozando. – ¿Olivia y Rafael están allá? – Le pregunto entre sollozos por mis otros hermanos.
-Olivia está aquí y Rafael va a viajar, ¿Tú vas a venir?
-Sí. – Le respondo con un murmuro.
-Entonces nos vemos, cualquier cosa me llamas.
Al terminar de hablar con mi hermano, Tom coloca sus manos en mis hombros y me pregunta qué me pasa, pero no puedo hablar. Él me mira con compasión y me abraza, coloco mi cabeza en su hombro y lloro como una pequeña niña perdida mientras lo abrazo con fuerza. Lloro al punto de sentir náuseas, jamás me había ocurrido algo así, el asco hace que mi llanto se atenué, pongo mis manos en el pecho de Tom y me separo de su cuerpo, él preocupado me pregunta que me ocurre, no le digo nada, solo camino con rapidez hasta el baño de mujeres, al entrar me meto dentro de la primera cabina y comienzo a vomitar, al terminar jalo la cadena y salgo de la cabina. Camino hasta el lavado, en donde me enjuago la boca, levanto la cabeza y me veo en el gran espejo, mis ojeras le dan un aspecto cansado a mi pálida cara. Pierdo el sentido del tiempo, estoy perdida en la nada, a lo lejos escucho que me llaman, la familiar voz se hace cada vez más fuerte hasta que reacciono y veo a Tom entrar al baño de mujeres.
-¿Cómo te sientes? – Me pregunta preocupado.
-Cansada. – Le respondo con tristeza mientras lo veo caminar hacia mí.
-¿Qué es lo que pasa? – Me pregunta Tom con suavidad al mismo tiempo que coloca su mano derecha en mi cara.
-Mi hermana se suicidó. – Mis ojos se llenan de lágrimas. La boca de Tom se abre levemente, sus ojos me miran con lastima. – Tengo que ir a casa.
-Yo te llevare.
Tom me toma de la mano y salimos del baño. Mis lágrimas comienzan a caer mientras caminamos hasta la facultad para ir a buscar sus cosas. Llegamos, Tom se acerca hasta la secretaria de la facultad y le dice que le avise a sus alumnos que la clase se cancelará, le trato de decir que no es necesario que haga eso, pero Tom dice que no importa. Caminamos en silencio hasta el ascensor, esperamos unos minutos y entramos a la caja de acero, el cual baja velozmente sin detenerse, llegamos con rapidez hasta el estacionamiento de la Universidad. Nos subimos a su auto y sin más nos ponemos en marcha.
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Escondiéndome de su mirada (Tom Hiddleston Fanfiction)
FanfictionLeonora una joven que estudia psicología decide ir a una clase de introducción al psicoanálisis impartida por el profesor Thomas Hiddleston, todos le advierten del mal carácter que tiene el profesor y le aconsejan que debe tratar de pasar lo más d...