Capitulo 6

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Estoy en mi cama, la fiebre me ha bajado solo un grado, me siento muy mal. Creo que estoy así porque antes de ayer se puso a llover, y como no lleve paraguas me empapé. A diferencia de la semana pasada, olvide mis llaves y no pude entrar a la casa, así que tuve que esperar treinta minutos a Antonella y a Oliver que llegaran, al hacerlo, me encontraron sentada en la entrada temblando de frio por la desagradable sensación de la ropa húmeda, al menos el techo que está sobre la entrada de la puerta hizo que no me mojara más de lo que estaba; en fin, ayer en la mañana me comencé a sentir mal y en la noche ya tenía fiebre. Antonella y Oliver me han cuidado como si fuera su pequeña hija, no sé qué sería de mí sin ellos.

Miro la hora en mi celular, maldigo cuando veo que ya es tarde, hoy es la última clase que hará Tom antes de la prueba. Me levanto con dificultad de la cama, camino tambaleando me hasta mi armario, saco algo que creo que es un pantalón, trato de colocármelo pero no puedo, estoy mareada y siento que mi cuerpo pesa más de lo común.

-¡LEONORA! – Grita Antonella al verme. – ¿Qué estás haciendo?

Ella me toma y me ayuda a volver a la cama.

-Tengo... tengo que... – Balbuceo con obstáculo. – ir a clases.

-No puedes ir, tienes fiebre. – Dice con su mano en mi frente.

-La próxima... semana es la prueba. – Murmuro agotada.

Antonella ignora lo que le digo, con agudeza me coloca el termómetro en la boca.

-La fiebre subió, no puedes ir, consíguete después los apuntes de la clase, tu salud va primero.

-Pero Tom... él... él... — No puedo terminar la oración de lo mal que me siento.

-Tom no importa. – Me dice Antonella mientras le saca frazadas a la cama para que la fiebre no me siga subiendo. – Le mandare un mensaje a Alan para que te mande los apuntes de la clase, ahora iré a buscar paños fríos para ponerte.

Antonella se va y yo comienzo a delirar, tengo miedo, estoy en un lugar aterrador, escucho ruidos extraños, cosas raras se mueven a mí alrededor, quiero escapar pero no puedo, las sombras se aferran a mi cuerpo y se convierten en una masa oscura que me atrapa y no me deja ir. Siento que alguien me acaricia la mejilla, abro un poco los ojos y creo verlo a él, está sentado junto a mí, trato de decir su nombre pero no puedo, la masa no me deja... no me deja llamarlo ni decirle que lo amo, estoy atrapada, él se va y yo no puedo detenerlo, me deja aquí entre las sombras. Lo espero, pero él jamás vuelve.

La casa se siente tranquila, abro los ojos y ya es de mañana. La fiebre se ha ido y se ha llevado a la noche de terror con ella. Con dificultad me acomodo en la cama y quedo sentada. Frente de mi cama esta mi escritorio que se encuentra delante de la ventana, miro a través de ella y veo el mar a la distancia, no me gusta el mar, pero luego de mi noche de horror, no hay nada más hermoso que ver como la ciudad costera comienza a despertar. A Oliver, Antonella y a mí nos encanta la vista que hay desde mi ventana en la noche, la ciudad con sus pequeñas luces se ve hermosa.

A lo lejos escucho sonar el despertador de Antonella, cinco minutos después suena el despertador de Oliver, diez minutos después entran a mi alcoba. Yo los miro y ellos a mí, nos quedamos en silencio unos minutos para luego comenzar a reír. Oliver se sienta a los pies de mi cama, mientras Antonella como una buena madre me coloca el termómetro bajo mi brazo. Esperamos unos minutos y vemos que mi temperatura esta normal, comenzamos a aplaudir y a gritar por el triunfo, luego de batallar por más de 24 horas creo que le ganamos a este maldito resfriado.

-¿Qué día es hoy? – Pregunto buscando mi celular con la mirada.

-Jueves. – Dice Oliver levantándose de la cama.

-¡QUÉ! – Grito desesperada. – Falte a la clase de ayer.

-Estabas con 40 grados de fiebre mujer, ¿Por qué te vuelves tan loca por esa clase? – Me pregunta Antonella con una ceja levantada y una sonrisa sugerente.

-Porque si repruebo esa clase es un año más y no quiero un año más. – Le digo tratando de sonar convincente.

-Tranquila, Antonella y yo tenemos todos los apuntes de las clases que tuvimos con Tom el año pasado, es más hasta guardamos las pruebas. – Me dice Oliver con una sonrisa afable.

-Los jueves no tengo clases porque no me podía dar fiebre hoy, maldición. – Digo frustrada mientras cruzo los brazos.

-Ya señorita indignación, – Me dice Antonella con diversión. – nos tenemos que ir con Oliver, te dejamos una sopita deliciosa para que comas.

Sin más me quedo sola, suspiro al pensar que debo comenzar a estudiar, la semana que viene tendré tres pruebas seguidas, y con el súper resfriado perdí dos días. Me levanto de la cama con dificultad, debo quedarme de pie un rato para recuperar la estabilidad y fuerza que mis piernas perdieron, al hacerlo camino hasta mi escritorio, tomo todos los papeles y cuadernos que debo estudiar, me voy de vuelta a mi cama. Antes de empezar a estudiar busco mi celular para ver la hora, lo encuentre botado entre mi mesa de noche y mi cama, cuando lo prendo veo que tengo un mensaje de Alan, me escribió que me mando a mi correo sus apuntes y los que se consiguió de la clase de Tom a la que falté, maldigo en silencio al pensar que tendré que devolverme a mi escritorio para revisar mi correo.

Prendo mi viejo laptop, se demora pero prende al fin, espero un buen rato para que cargue la página de Hotmail, cuando ya esta, miro mi bandeja y no puedo creer lo que veo, me quedo atónita, instintivamente pongo mi mano izquierda sobre en mi corazón y con la derecha me tapo la boca, quiero gritar de la emoción pero no puedo. Me levantó de la silla para ir a mi cama, comienzo a buscar mi cuaderno de introducción para verificar si la dirección de correo que acabo de recibir es real o es una broma. Comparo la dirección una y otra vez... no puede ser, es... es un correo de él, es un correo de Tom, me lo mandó anoche muy tarde, no aguanto la intriga, le doy click al correo para leerlo, al hacerlo mi corazón comienza a latir a mil por hora, siento que estoy al borde de un ataqué cardíaco.

Subject: APUNTES CLASE
From: Hiddleston.Thomas@Hotmail.com 
Date: Wed, 30 Mar 2016 23:47 -0400
ToLeonora.Amat@Hotmail.com

Estimada Leonora:
Hoy escuche a Alan decir que estabas muy enferma, así que luego de pensarlo
y meditarlo por varias horas, he decidido enviarte este correo en donde te dejo adjunto
los apuntes que ocupé para hacer la clase de hoy. Te destaque en amarillo lo que me importa
que estudies para la prueba, recuerda complementarlo con el texto de Freud.

Pd: No le digas a nadie que te mandé los apuntes, será nuestro pequeño secreto ;). Por favor cuando hayas descargado el archivo procura borrar el correo y todo rastro de él.

Espero que estés mejor, nos vemos en la prueba.

Thomas W. Hiddleston.

Sent from my iPad

No puedo dejar de leer la parte que dice que será nuestro pequeño secreto, no soy religiosa pero no puedo evitar decir en voz alta: ¨ ¡AY DIOS MIO, VIRGEN SANTÍSIMA, SEÑOR JESÚS!¨, creo que me subió la fiebre al imaginarme a Tom pensando en si me mandaba o no el correo. Después de un rato, entro en razón y recuerdo el correo de Alan, mientras reviso lo que mandó, pienso en que tal vez debería darles las gracias a Tom por su lindo gesto, lo medito y medito, y lo hago, le escribo un corto correo dándole las gracias y diciéndole que ya estoy mejor y que he eliminado su correo, bueno, parcialmente claro, copie lo que me escribió y lo guarde en un block de notas en mi laptop, no puedo olvidarme de nuestro pequeño secreto, sonrío cuando lo pienso, el correo de Tom me dejo en las nubes. Imprimo los apuntes que me mandó Alan y Tom, al terminar miro el desorden de inteligencia que esta disperso por toda mi cama, debo ordenar todos los papeles por clase, al son de la canción cuando vuelvas del grupo Upa!, organizo todos los papeles, al terminar comienzo a estudiar lo que me mando Tom con entusiasmo, por primera vez en mi vida tengo ganas de hacer una prueba.

Escondiéndome de su mirada (Tom Hiddleston Fanfiction)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora