Mi Verdadero Ser

cap 1

... como odio estar aquí... como odio el mundo; existir no tiene ya ningún propósito desde que perdí a mi madre, y las cosas sólo daban más asco al quedar a cargo de mi maldito y alcohólico padre, pero claro, siendo "yo" las cosas simplemente no podían quedar allí, porque la persona que más amaba, la que creía que era la más buena en el mundo ahora salía con la persona que más odiaba en esta vida, con James Potter ... lo odio ... a él y a todos sus merodeadores ... lunático ... canuto ... y cola gusano, el estúpido de Cornamenta le había impuesto a mi ex mejor amiga el ya no hablarme porque según el "yo" era una serpiente vil y traicionera que en cualquier momento atacaría.

Simplemente no logro entender como alguien tan buena y amable como Lily podía aceptar esa excusa para apartarse, que no nos conocíamos hace años, que no pasamos buenos momentos juntos, no entendía como era posible. Recuerdo perfectamente el día en que todos nos encontramos, el odio instantáneo que nació en el momento en el que Potter y yo nos vimos, todo porque él había quedado flechado por los encantos de mi mejor amiga Lily Evans y aparentemente era un estorbo en esa relación.

Pero yo también la amaba, ella había sido un consuelo irreemplazable cuando huía de casa tratando de evitar los encuentros de mi padre y mi madre, el maldito tratando de lastimarnos y ella tratando de protegernos, Lily y mi caldero de pociones habían sido las cosas que habían evitado que cayera en la locura después de que mi madre muriera, pero ahora Lily ya no estaba, en su lugar habían aparecido dos grandiosos amigos que ahora tenía en Slytherin, era difícil hablar con ellos pero al menos siempre estaban allí cuando lo necesitaba.

Yo soy Severus Snape Prince ... y en estos momentos considero seriamente la posibilidad de acabar de una vez con esta vida que solo me provoca tormentos. No parece haber algo que me sujete a este mundo.

Eso pensaba el joven de cabello lacio y largo, de un color tan profundo como la noche, con los ojos tristes y casi sin vida... tan profundos como pozo sin fondo y piel pálida como la blanca nieve de esos crudos días de invierno; estaba sentado en una gran ventana viendo el atardecer... a sus 16 años él se decía que ya nada valía la pena.

Notando que ya entraba la noche y era la hora en la que sus acosadores salían a armar alboroto; se levantó con calma y elegancia para volver a su sala común, los pensamientos de la pérdida de su mejor amiga lo invadían, pero en su casa aun estaban  Lucius Malfoy y Regulus Black, los únicos Slytherins que no lo discriminaban por ser un mestizo, lo cual era raro porque eran conocidos por ser de las familias más honorables y crueles de todo el mundo mágico.

Iba caminando con calma y elegancia, no era propio de un Slytherin correr, se sentía aliviado pues había caminado con tranquilidad y solo le faltaban dos pasillos más para llegar al muro que era la entrada a la sala común de Slytherin, solo un poco más y podría ir a recostarse en su cama a leer un poco para luego dormir, no le apetecía cenar ese día, solo un poco más pensaba; pero la suerte nunca lo acompaña a él, pues a solo un corredor de su destino escucho las voces estridentes de los merodeadores.

La sangre se le congeló, los odiaba con ganas, no quería huir... pero no estaba en su mejor momento, ese día tan frió en particular se sentía roto, así que dio media vuelta y empezó a alejarse casi corriendo para poder evitarlos, solo debía esperar a que pasarán y así poder finalmente entrar a su dormitorio llegar a su cama y olvidarse de la horrible realidad en que vivía durante esas hermosas horas en que dormía, y podía soñar con un mundo que no existía; eso era todo lo que quería.

Lastimosamente uno de los merodeadores notó su presencia e indicó a los demás que lo siguieran.

- Miren como huye snivelus... -

La voz familiar detrás de él lo altero, tenía tantas ganas de que se lo tragara la tierra - hoy no - Pensó con el corazón estrujándosele en el pecho - No hoy, no cuando estoy tan roto - . Pero se dio la vuelta y levantó la cara con gran dignidad, todos los merodeadores menos cola gusano lo sobrepasaba en estatura, ya cumplían los 17 y esperaba realmente crecer hasta superarlos a todos.