Motivación

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Cuando era pequeña me hicieron llenar largas líneas sobre mis deseos en la vida. Seguramente podría leer esas líneas en la actualidad y reflexionar sobre lo inocente que fui, pero, analizando con mayor profundidad surgen dudas muy considerables. ¿Desear amor no es acaso aún más profundo que todo? Estamos de acuerdo en que es un deseo muy humano y universal, el problema es que decirlo te convertiría en alguien cursi o iluso. ¿Por qué? ¿Por qué si todos estamos de acuerdo con que el amor es necesario?

Tengo una respuesta muy personal para mi pregunta. De la misma forma en que nuestros deseos se deben traducir a etiquetas reconocibles para un sistema, en vez de generalizarlo poéticamente como los niños, también se mecanizan las motivaciones. Puedes hablar de querer realizar un cambio importante en algún ámbito dentro de tu rol social y las miradas de burla no se harán esperar. Lo asociamos directamente con un héroe de un mito, o quizás lo dejamos en la imaginación y perteneciente a los niños.

¿Por qué sistematizar mis motivaciones? Mis motivaciones no tienen por qué entrar en un molde. Cambian de forma constantemente, se enfrían, se calientan, se reducen y agrandan a lo largo del tiempo. Es antinatural querer definirlas estáticamente con medida de regla. Es doloroso ver como cohíbes el producto de una mente infantil, destruyendo la ilusión primaria y convirtiendo el espíritu en una roca helada. La motivación termina por ser materia de fábrica, sin alma, sin color, sin sabor, lista para ser colocada en el mercado bajo un discurso que le atribuye características fantásticas que en realidad no posee. Es el reflejo de lo que pudo y no fue.

La pregunta: ¿Somos ilusos o nos hacen ilusos? De niño se te permite jugar con los límites e ignorarlos sólo para que progresivamente te dejen sin espacio. La mente se cierra en una celda donde las cuatro paredes son lo justo y conveniente.

La motivación nos mueve, aunque se pierda en el camino. Es nuestro deber humano representar su esencia aunque los recursos y leyes se esfuercen en hacer difícil la labor.

Un alma. Mil fragmentosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora