"Año Bisiesto"

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No sentía dolor a causa de su vida, sabía que después de la tormenta vendría la calma y por fin encontraría la felicidad, su nombre era Elena Aguirre, tenía solo 16 años cuando conoció a un chico llamado David, hijo de personas poderosas, lleno de lujos y riquezas, tenían todo lo que querían, poseían casas lujosas en varios lugares del país, empresas que les dejaban millones y millones de pesos, en cambio Elena no poseía nada de eso, su familia era de medianos recursos, solo tenía una pequeña casa con lo indispensable: tres recamaras, una sala, un comedor y un baño, ahí vivían sus papas, sus tres hermanos, una hermana y ella, el único que aportaba a la casa era su padre con un sueldo miserable que apenas les daba para comer. Por las mañanas estudiaba en el mismo colegio que David, era una alumna becada por sus excelentes calificaciones y por las tardes trabajaba en un restaurante de mesera, la paga no era mucha pero con eso ayudaba a su padre con los gastos de la casa...

Elena siempre fue una chica muy estudiosa, jamás hablaba con nadie, se la pasaba leyendo en cada rincón del colegio donde estudiaba, pero a pesar de eso, desde el primer momento que vio a David se enamoró de él, pero creía que un chico como el jamás se enamoraría de alguien como ella. Aunque David no le hablara, sabia de la existencia de Elena y con el paso del tiempo él también se enamoró de ella, pues para ambos basto solo una mirada. David no soporto más la distancia que cada día los separaba así que se acercó a ella poco a poco demostrándole su amor y en un par de meses la felicidad de ambos se veía desde lejos.

La amaba de verdad, o al menos eso le hizo creer, pero ella como una niña tonta e ingenua se entregó a él por amor, porque lo quería y sabía que sin importar las clases sociales, el siempre estaría con ella por el gran amor que sentían el uno por el otro, pero al parecer todo fue mentira y se dio cuenta demasiado tarde. A las pocas semanas de haber estado con David, Elena se dio cuenta que estaba embarazada, con una sonrisa corrió a decírselo, al principio ambos estaban muy felices, David le dijo que hablaría con sus padres y en unos meses se casarían, pero nada de eso fue verdad, al día siguiente la desprecio, le pidió que se alejara de su vida, que todo había sido mentira solo para acostarse con ella, que tonta fue Elena, salió corriendo del colegio no sabía qué hacer, lagrimas caían por sus mejillas, creía que estaba en un sueño y pronto despertaría.

El embarazo no tardó mucho en notarse y sus padres se dieron cuenta, Elena ya no lo pudo ocultar y les conto toda la verdad, sus padres se rieron de ella y es que como puede ser posible que no se haya dado cuenta que David solo estaba jugando con sus sentimientos, le exigieron que abortara pero Elena se negó, sabiendo que estaría sola, su padre lleno del coraje la abofeteo tirándola al suelo, lleno de lágrimas y coraje le pidió que se marchara de la casa.

–Estoy decepcionado de ti, me fallaste Elena, no te quiero volver a ver, desde hoy tú estás muerta para mí. – Grito el padre de Elena en tono de decepción y con lágrimas en los ojos.

Su madre no pronuncio ni una sola palabra solo se delimito a llorar, Elena salió de su casa llorando no por los golpes que su padre le había dado sino por cada palabra que le dijo. Salió de aquella casa solo con lo que tenía puesto, no sabía que hacer así que le pidió ayuda a Amelia, su mejor amiga desde el kínder, como pudo ella la ayudo, le brindo un techo, comida y sobre todo su amistad. Elena dejo sus estudios, tenía que trabajar para poder enfrentarse a lo que se avecinaba. Siguió trabajando de mesera pero el sueldo era poco así que busco en otros lugares primero como personal de limpieza, luego de cocinera en una fonda y en centros comerciales de empacadora. La familia de Amelia le acomodo un pequeño espacio en una recamara de la casa y con esa familia vivió todo el tiempo de su embarazo, ya no estaba sola había encontrado una familia con su mejor amiga, esa chica que nunca la abandono.

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