Capítulo XIV: Verdades ocultas.

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Era sábado por la mañana y Sofía se había levantado desde muy temprano, se dio una ducha y luego se colocó un vestido de color verde y unas sandalias, su cabello lo sujeto en una coleta, limpio su cuarto y una vez que termino bajo las escaleras, se dirigió a la cocina, se acercó al refrigerador y saco un jugo de uva, su favorito, lo vertió en un vaso y mientras bebía de él, el timbre de la casa sonó, se dirigió a la puerta y la abrió.

– ¿Qué haces aquí? –Pregunto Sofía un poco enojada.

–Sofía tenemos que hablar –Contesto

–No quiero hablar contigo, no es el momento –Siguió diciendo Sofía mientras caminaba hacia la sala.

– ¿Y cuándo será el momento para hablar? –Pregunto mientras caminaba detrás de ella.

–Cuando deje de sentirme culpable por todo lo que está pasando. –Se sentó en el sofá mientras comenzaba a llorar

–Amor escúchame – Se sentó junto a ella y tomo su rostro entre sus manos –Tú no eres culpable de nada.

–Entonces dime ¿Por qué me siento así?

–Amor cálmate, todo estará bien.

– ¡No! nada está bien, no soporto ver a Anel de esa forma, hace unos días estuvo desaparecida, casi no come, no habla, no sonríe, su tristeza la provocamos nosotros. –Sofía comenzaba a gritar y llorar más fuerte.

–Sofía, escúchame, nada de esto es nuestra culpa –La tomo y la aferro a su pecho –Amor tenemos que seguir con nuestra vida, con nuestro amor. –Tomo su rostro y la beso.

– ¿Qué pasara con Anel? –Pregunto Sofía mirándolo a los ojos.

–Ella también tiene que seguir con su vida como tú lo harás, –Contesto él. –No se puede vivir siempre atado a un recuerdo que jamás volverá.

–Javier, tengo miedo a lo que pueda pasar.

–No tengas miedo Sofía, porque nada de lo que está pasando ha sido culpa nuestra.

–Te amo Javier, siempre te he amado.

–Y yo a ti te amo Sofía, te amo tanto que no me importaría perderlo todo por ti.



*********



Las vacaciones de semana santa habían terminado y Anel tenía que regresar a la escuela y enfrentarse a lo que más adelante vendría, Victor la había visitado por todas las vacaciones, algunas veces le llevaba un poco de comida que Elsa le preparaba, otras veces la llevaba a comer a su casa, no siempre iba solo en algunas ocasiones llevaba a Sandra, su novia a visitar a Anel.

Isaac también cuidaba de ella, la llevaba al centro comercial o a un buen restaurante, al cine o simplemente a caminar por el parque y comer un helado, las cosas para Anel eran estables, ya no lloraba tanto como antes. Su padre David solo visitaba a Amelia para que le contara el estado de su hija, después de la noche en que ella le grito que lo odiaba hacia todo lo posible por no verla, porque seguía teniendo miedo a su rechazo.

Era lunes por la mañana, Anel se levantó muy temprano, acomodo su cama, se dirigió al baño y se dio una buena ducha, después se vistió con el uniforme de la preparatoria color azul marino, trenzo su cabello y lo amarro bien, luego que termino de peinarse, bajo las escaleras rápidamente y entro a la cocina, preparo un poco de pan tostado y bebió un poco de leche, cuando termino de desayunar, camino al baño para lavarse los dientes y una vez que termino tomo su mochila y las llaves de su casa, salió con un poco de rapidez, cerró la puerta y comenzó a caminar hacia la parada.

Año BisiestoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora