Un día que solo se vive cada cuatro años, es aquel día que hace de un año normal a un año bisiesto, es el día que se transformó la vida de Elena en una razón más para vivir, que transformo su tristeza en alegría y aquellas sonrisas y llantos que escuchaba cada mañana le dieron fuerzas para luchar y salir adelante, olvidando el dolor que tenía desde que su padre la hirió con sus palabras, pero que nunca se quedó sola pues tuvo a su lado a Amelia y su familia que también se convirtió en la suya.
Aquel día Anel se despertó muy temprano pues era el momento de enfrentarse a la vida sola, sin su hermano a su lado, regresaría a la preparatoria, se enfrentaría al mundo, pasaría por las calles por los que siempre camino de la mano con su hermano cuando eran pequeños, vería los parques en donde jugaba todas las tardes en compañía de su madre y Edgar, se levantó de la cama y se dirigió a la ventana se quedó observando por un rato hacia fuera después entro al baño y se dio una ducha, luego se colocó su uniforme color azul marino que identificaba a la preparatoria, y se puso también aquellos zapatos color negro que su hermano le había comprado hace algunos meses, salió de su recamara y bajo las escaleras, se dirigió a la cocina y decidió comer solo una gelatina que su tía le preparo la noche anterior, luego de un rato el timbre sonó, era David quien pasaba por ella para llevársela a la preparatoria.
–Hola hija ¿ya estas lista para irnos? –Dijo en cuanto vio a Anel parada en la puerta.
–Si ya estoy lista, iré por mi mochila, espérame aquí –Contesto Anel con ese tono de voz cabizbajo.
David asintió y Anel subió las escaleras, luego de unos minutos ella bajo, salieron de la casa, subieron al auto y se dirigieron a la preparatoria, el camino hacia allá era corto pero para David fue demasiado largo, Anel solo miraba hacia la ventana y por sus ojos llorosos pudo darse cuenta que estaba pensando en Edgar, todo en aquel auto era silencio, llegaron al escuela y Anel se limpió las lágrimas y bajo del auto sin decir nada, David solo largo un suspiro y se fue.
–Amiga que bueno que ya estás aquí –Grito Jazmín mientras corría hacia Anel para darle un gran abrazo y a su lado estaba Victor que también sonrió al verla.
Anel no pronuncio ni una sola palabra como si su mente estuviera en otro lugar.
–Tengo que hablar con la directora, nos veremos después, –Se limitó a decir Anel mientras Jazmín la soltaba de aquel abrazo que le había dado cuando la vio.
– ¿Quieres que te acompañe? –Dijo Victor
–Gracias Victor pero iré yo sola, nos vemos luego –Dio media vuelta y se dirigió a la dirección.
–No soportare verla así todos los días. –Comento Jazmín. –No soporto esa mirada perdida, su cara pálida y el tono de su voz.
– A mí tampoco me gusta verla así, pero acaba de perder a su hermano –Contesto Victor, luego la tomo de ambos hombros y la miro a los ojos – Solo necesita tiempo y nos necesita a nosotros.
–Lo sé Victor, solo que es difícil verla así de triste y apagada.
–Todo lo que está pasando es difícil pero si nosotros demostramos debilidad, no tendrá ningún apoyo. Vamos al salón, después hablaremos de eso, ok.
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Llego a la dirección y toco la puerta, la directora asintió y Anel entro, camino hacia enfrente, la directora se encontraba sentada en una silla frente a un escritorio revisando algunos papeles.
–Buenos días señorita Aguirre –Dijo la directora sin dejar de revisar los papeles –Me alegra volver a verla, siéntese por favor –Le indico y así lo hizo Anel se sentó y la directora dejo los papeles en el escritorio y continuo hablando.
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Año Bisiesto
Historical Fiction"Nadie sabe lo que puede pasar" Su sueño era ser una gran pianista pero la vida le demostro el camino dificil para llegar a su objetivo, pues le coloco la más dificil de las pruebas, estar completamente sola en la vida sin su madre ni su hermano...