Capítulo X: Orquídeas.

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–Vámonos –Dijo Victor cuando se encontró frente a Anel después de bajar las escaleras, en su mano traía una bolsa grande color azul, Anel asintió y salieron de la casa.

– ¿Estarás bien Anel? – Pregunto Victor mientras caminaban.

– ¿Por qué piensas que no lo estaré? –Contesto ella.

–Quizás por lo que paso en el panteón. 

–Sé que tú no creíste que yo escuchara a mi hermano en ese lugar pero te juro que así fue –Dijo Anel pero Victor no dijo ni una sola palabra. –Aunque creo que solo me lo imagine, lo siento, de todas maneas estaré bien.

– ¿Por qué tendrías que pedir disculpas? No pasa nada Anel – Se acercó a ella y coloco su mano en su hombro sin dejar de caminar.

– Nunca he entendido que pasa con nosotros –Susurro Anel mientras agachaba la cabeza.

– ¿Has dicho algo Anel? –Pregunto Victor

–Solo pensaba en voz alta, es todo –Contesto y continuaron caminando, luego de un rato llegaron a casa de Anel y ambos se quedaron parados frente a la puerta.

–Gracias por traerme a mi casa Victor.

–No tienes nada que agradecer Anel, ya te lo dije siempre estaré a tu lado.

– ¿Por qué lo haces? –Pregunto Anel.

–Quizás más adelante lo sabrás, tengo algo que darte –Dijo Victor mientras le tendía la bolsa color azul que traía en las manos –Esto es para ti, Anel.

– ¿Qué es esto? Victor. –Pregunto ella, tomando la bolsa.

–Entérate por ti misma –Anuncio él y Anel abrió la bolsa y pudo ver lo que había adentro.

–Victor, son orquídeas –Dijo Anel muy asombrada.

–Son para ti, hace tiempo tu hermano me dijo que eran tus favoritas en especial las orquídeas de color azul, por que significan paz, relajación y armonía, espero que te gusten.

–Mi madre amaba las orquídeas –Agacho la mirada – En especial las orquídeas blancas, siempre me contaba que soñaba con tener una gran boda, usar un vestido blanco y que en el altar estuviera su amor puro, quizás soñaba con vivir cincuenta y cinco años con él para tener su boda de orquídeas, pero eso no podrá ser.

– Quizás ella no pudo lograr sus sueños, –la tomo de la barbilla y alzo su mirada –pero tú si lo harás, ha pasado poco tiempo y ya extraño verte tocar el piano. ¿Por qué no lo vuelves a hacer?

–No puedo.

– ¿Y por qué no?

– Porque ya olvide como hacerlo. –Dijo Anel tomando la muñeca de Victor y haciendo que este la soltara de la barbilla y miro hacia la puerta.

– ¿Qué dices Anel? –Pregunto Victor muy confundido tomándola del hombro.

– Por favor no quiero hablar del tema en este momento, creo que es mejor que te vayas.

–Creo que tienes razón, me tengo que ir, debes estar cansada y necesitas dormir.

–Gracias por todo Victor –Se giró hacia él y lo miro a los ojos – Sandra tuvo suerte al encontrarte y creo que yo también pero tengo miedo de perderte como lo hice con Edgar.

–No pienses en eso ahora Anel –Dijo Victor tomándola del rostro con ambas manos – Yo estaré contigo hasta que la vida me lo permita.

– ¿Por qué lo haces, Victor? ¿Por qué no simplemente me dejas sola con mi sufrimiento? ¿Por qué pretendes estar siempre a mi lado?

Año BisiestoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora