Me incliné sobre su cuerpo para tomar su mano, me había prometido a mí misma no llorar, pero ahora estoy aquí sobre el, llenándolo de lágrimas.
Mientras sacaba de su dedo el anillo dorado recordé:
"Lloraba hasta no poder respirar en una esquina de la habitación, pensé que se enojaría, que me gritaría, hasta que me golpearía, pero no, tomó una de las manos que tenía contra mi pecho, y me jaló hacia el para abrazarme fuerte.
--Jamás te dejaría.-susurro en mi oído.--Tu, Lucía y ese bebe que viene en camino son todo para mí.
Mire sus hermosos ojos, ¿Qué hice para merecer a este hombre tan bueno?"
Mire el anillo, lleve mis manos detrás de mi cabeza y me quite la cadena que cargaba, metí en ella el anillo y la volví a poner en mi cuello.
--Dije que siempre te llevaría conmigo.-susurre, me levante y limpiando mis lagrimas baje.