¡Estoy de vuelta! Primero que nada, y aunque sé que ya casi parece que pego esto de un lado a otro, quiero pedirles una disculpa, les juro que hace dos semanas que tenía este capítulo escrito en borrador, pero la escuela y las tareas no me habían permitido transcribirlo (además de que participé en otro concurso, mismo que fue un auténtico fiasco), pero bueno, eso no importa, el capítulo está aquí ya y les prometo que esta semana voy a actualizar como histérica (sólo hoy planeo subir como cuatro historias que, al igual que esta, ya tenían tiempo terminadas pero no había podido revisar y publicar).
Además, les prometo... ¡muy buenas noticias! ¡Tan sólo esperen hasta las notas del final!
Preguntas inútiles
Si había algo que servía como regla general para los semidioses, eso era que sus vidas tendían a estar bajo constantes cambios y sucesos inexplicables, por decirlo de algún modo. Y bueno, ahora que no había sólo uno, sino dos panteones mitológicos a los que rendir pleitesía, las cosas, a todas luces, no iban a volverse más sencillas.
Un ejemplo era el ligero desorden que tenían los pobres semidioses cuando tras superar las diferencias entre griegos y romanos intentaban hablar sobre sus respectivos dioses y necesitaban una enciclopedia de mitología greco-romana o un hijo de Atenea al lado para traducir los diferentes panteones. Había veces en las que no conocían los mitos de su propio panteón, ¿cómo esperaban los dioses que recordaran todos esos nombres multiplicados por dos?
Pero, claro, los dioses estaban "ocupados", lo que quería decir que lo que les sucediera a los semidioses les daba lo mismo. Genial, qué ejemplos a seguir.
Aunque, por supuesto, eso no era nada nuevo.
Y era justo por esa indiferencia que los héroes recibían por parte de los dioses —tanto griegos como romanos, cabía mencionar— que los mestizos comenzaron a preguntarse... ¿cómo podían estar seguros de que todos los dioses, de ambos panteones, habían seguido y reconocido a absolutamente todos sus hijos? ¿Cómo podían estar seguros de que ningún semidiós griego había terminado en el campamento romano por error? ¿Había ocurrido alguna vez? Más importante aún, ¿qué habrían hecho los dioses en tal caso, borrar la memoria del despistado campista y mandarlo de vuelta al lugar donde pertenecía o lo habrían dejado creer que era griego cuando en verdad era romano y viceversa?
Más aún, de haber ocurrido lo segundo, ¿sabían los dioses de una mitología lo que su contraparte hacía al punto de reconocer a los hijos de su contrario?
Algunos semidioses, como Percy, por ejemplo, se habían visto muy tentados a realmente preguntar esas cosas, pero el temor a verse pulverizados los detenía, aunque el hijo de Poseidón era un firme creyente de que los dioses de ambas mitologías tenían conocimiento de los hijos de sus contrapartes, o al menos él defendía esa teoría porque Neptuno lo había reconocido nada más llegar al Campamento Júpiter, aunque también era cierto que como regla general no todos los semidioses eran reconocidos, hubieran llegado o no al campamento que les correspondía.
Furias, esto se había tornado algo triste y melancólico de repente. Excelente momento para cambiar de tema, entonces.
Y bueno, ya que había surgido el tema sobre las diferencias entre ambos campamentos, los griegos tenían una duda: en el dado caso (ya sabían que era poco probable que sobrevivieran hasta la edad de formar una familia, pero el hecho de que nadie hubiera pensado sobre ello antes era sencillamente... desmotivador) de que dos semidioses se casaran y tuvieran un hijo juntos... ¿a qué cabaña se iría ese niño cuando su familia se hospedara en el Campamento Mestizo, a la de su abuelo divino o a la de su abuela?
Esta pregunta había generado cierta polémica, pues cabañas como la de Afrodita y Deméter sostenían que el pequeño debía permanecer con su madre, sin importar quién fuera el progenitor divino de la semidiosa, pero otras, como la de Hermes, Atenea y Apolo declaraban que eso era sexista y que el padre del niño también era capaz de cuidar de su hijo, además de que el niño debía irse a la cabaña del progenitor que estuviera menos poblada.
Por otro lado, había un pequeño grupo de semidioses que argumentaba que el pequeño no debía ir a la cabaña de ninguno de sus abuelos divinos, sino que si se daba el caso real en lugar de alguno hipotético en el que una pareja de semidioses procreara, lo que debería hacerse era construir una cabaña para Hestia —la diosa del hogar— y aguardar a que se dieran más incidentes como ese hasta llenar la cabaña (esto porque nadie querría arriesgar a un hijo suyo a entrar en la cabaña de Hera, la verdadera diosa de la familia).
Finalmente, esa estéril discusión llegó a su fin cuando Nico di Angelo se molestó en apuntar que ahora que ambos campamentos habían hecho las paces, las parejas griegas podían irse a vivir a Nueva Roma y criar a sus hijos ahí. Punto. No había que darle más vueltas.
La buena noticia era que, al final, incluso Nico se había reído durante la semana en la que se había mantenido esa discusión sin sentido.
Verdaderamente que para hacer preguntas inútiles no había como los semidioses griegos... y romanos. Tártaros, quizás dejarlos unirse no había sido tan buena idea después de todo.
Bueno, esta vez el agradecimiento va para Aixa, una muy buena amiga mía que me preguntó acerca de los semidioses griegos que hipotéticamente habían terminado en el campamento romano y viceversa. Recuerden que todos ustedes también pueden dejar sus dudas existenciales en la cajita de comentarios.
En otras noticias, quiero compartir algo con ustedes. Este febrero hizo exactamente tres años (desde febrero del 2013) que escribí mi primera historia, un fanfic llamado "Campanas" para la serie Death Note.
En ese momento no tenía ni idea de lo grande que llegaría a ser esto, ni de que ése era el primer paso hacia algo que realmente ha definido una etapa de mi vida.
Decidí que debía hacer algo para conmemorar esta fecha, y se me ocurrió que no había nada mejor que acercarme a ustedes, los lectores, que al fin y al cabo son los que me han apoyado, los que me piden que continúe haciendo esto (la verdad sería incapaz de dejarlo aunque me lo pidieran, así que es un honor que al menos les guste lo que hago), y los que hacen que esto valga la pena.
Así que este mes decidí abrir una cuenta en Facebook dedicada especialmente al fanfiction (también con el nombre de Karen Hikari, obviamente), en donde podrán ver qué historia planeo actualizar pronto, mis planes para el mes y mucho, ¡mucho más!
Como siempre, muchísimas gracias a todos esos seguidores, a quienes se han tomado la molestia de leer, de comentar, de añadir a favoritos. Esto lo hago por ustedes y para ustedes y, con toda honestidad, me debo a los lectores, así que esta es una forma más para extenderles mi agradecimiento.
Les aviso desde ahora que esto será una total locura, porque como he escrito historias tanto en inglés como español, tengo seguidores de ambos idiomas así que ya me verán traduciendo cada nota que haga. ¡Esperemos que no queme nada en esta página!
Así que, comenten, siéntanse libres de revisar la página de Facebook y, como siempre, ¡nos leemos pronto!
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Dudas existenciales
FanfictionEs decir, los hijos de Zeus conjuraban rayos, los de Hécate podían manipular la Niebla, los de Hermes eran capaces de robar con la gracia de su padre, los de Deméter hacían crecer cualquier cosa. Con todo eso a mano, ¿qué era realmente imposible? Po...