Energía y cosas de las que ocuparse

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Muy bien, estoy aquí a tiempo para subir esto, ¿a que es fabuloso?

Pues bien, no se me ocurre qué más decir, así que los dejaré leer.

Energía y cosas de las que ocuparse

Si había algo que podía asegurarse de absolutamente todas las civilizaciones alrededor del mundo, eso era, sin duda alguna, que, sin importar la localización geográfica o el siglo en el que hubiera vivido, el hombre había necesitado creer en algo, lo que había dado como resultado innumerables cosmogonías de las cuales la griega, la romana, la egipcia y la nórdica eran sólo los ejemplos más famosos.

Los semidioses del Campamento Mestizo lo habían tenido muy claro hasta entonces: los dioses de la antigua Grecia existían; lo demás eran meras pamplinas.

Pero entonces el Campamento Júpiter había aparecido en escena y había resultado ser que la cosmogonía romana también era real.

Todo eso los había llevado a cuestionarse... ¿las otras mitologías ―azteca, inuit, inca, sumaria, babilona― eran asimismo verídicas?

Los semidioses, cuyas mentes estaban acostumbradas a aceptar caprichos de los inmortales que no podían ser explicados por la ciencia podían intentar comprender que, además de los dos mil dioses griegos y de los dos mil dioses romanos, los ocho mil seiscientos de la mitología japonesa y los diez mil ciento-y-tantos de la egipcia compartieran el planeta tierra con ellos, hasta entonces todo bien... el problema venía después.

Por ejemplo, era chisme viejo que los dioses de la propia mitología griega, sin ir más lejos, apenas se aguantaran entre ellos ―Deméter no podía ver a Hades sin empezar a blasfemar, Apolo y Artemisa no soportaban a Hera, Atenea consideraba a Ares irritante―, y entre griegos y romanos tampoco congeniaban de una forma que pudiera ser calificada como buena o agradable, ¿cómo sería entonces la relación entre dioses de distintas mitologías que gobernaban sobre las mismas cosas?

Es decir, si los hermanos no aprendían a compartir... ¿los dioses podían ser considerados rivales? ¿Poseidón y Susanoo, ambos dioses del mar en distintas mitologías, sabían de la existencia del otro? ¿Apolo y Tonatiuh discutían por ser quien elevara su disco dorado en el cielo ese día?

Al final, todo se resumía en una sola pregunta: si sabían unos de la existencia de los otros, ¿eran enemigos o simplemente se ignoraban entre ellos?, ¿se reunía Artemisa con Freya para conversar y discutir acerca de sus molestos hermanos menores, Apolo y Freyr o se convocaban mutuamente a torneos de caza para probarle la una a la otra que eran mejores?

Poco podían saber los semidioses de que, en realidad, los dioses sí se conocían y, lejos de enemistarse debido a sus similares poderes, se pedían favores entre ellos; verbigracia, si Apolo no quería o no podía sacar el Carro del Sol una mañana, llamaba a Horus, que de inmediato se elevaba con su Barca del Sol; si Poseidón no podía enviar una tormenta o se encontraba demasiado ocupado como para tranquilizar a los mares, Tláloc lo hacía.

Finalmente, a pesar de la forma antropomorfa que los dioses tenían ―excepción de algunas representaciones egipcias y aztecas―, los dioses no eran humanos, y sus poderes obedecían justamente a su cualidad de no poseer una forma física, sino de ser meramente energía.

Los dioses, en realidad, nunca se habían detenido a preguntarse de dónde habían llegado o a dónde se dirigían, pero si lo hubieran hecho habrían descubierto que eran en parte cosmos y parte lo que la humanidad había hecho con ellos, pues nada habrían podido hacer si el hombre los hubiera olvidado.

Eran inmortales justamente por la cualidad imperecedera de los recuerdos, porque no estaban hechos de materia orgánica, sino de luz y energía, porque el hombre los había tallado en piedra y madera.

Sin embargo, al final del día no importaba, pues si los dioses no se ocupaban de esas cosas, entonces tampoco deberían de haberlo hecho los mortales.

En este capítulo el agradecimiento va para HaruhiMizuhi y Val_Peters_Oh, quienes preguntaron acerca de las otras mitologías. Debo admitir que me divertí de lo lindo escribiendo este capítulo.

¡Gracias por leer y espero sus comentarios!

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