El ataque de las sombras

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Han pasado ya dos meses desde que escribí en este diario por primera vez.

Tanto Atem como Mahad, han avanzado mucho en sus estudios, de hecho, ellos estudian juntos y son de los mejores alumnos.

Seguro parecerá extraño el por qué ya no escribo "Príncipe" y eso lo aclararé aquí contando algo que nos pasó hoy.

Era de tarde en el palacio, Atem y Mahad recién habían salido juntos de su clase de magia y yo los esperaba fuera del salón.

−¿Y cómo les fue? −pregunté a mis amigos que se veían exhaustos.

Atem y Mahad habían dado un paso fuera del salón cuando me vieron. Atem me sonrió y Mahad fingía estar bien.

−Fue muy cansado −me dijo Atem− Pero ya acabó −dijo con satisfacción.

−Pero eso nos forjará un buen carácter para lo que tengamos que enfrentar −dijo Mahad aun tratando de ocultar su cansancio.

−Tengo hambre −dijo Atem− Vayamos al comedor para que nos sirvan la comida.

−Mahad, me gustaría saber si me puedes ayudar con el hechizo de transformación −pedía la voz suave de una chica que salía del mismo salón que Atem y Mahad− Es que, recordarás que no me ha salido muy bien y tú fuiste el mejor de la clase −una vez fuera, la chica hizo una reverencia hacia Atem− Alteza.

Ella es Isis, tiene 11 años y fue traída al palacio para que estudiara magia, ya que se le descubrió talento para eso. La admiro bastante porque ella no es como yo que llora por todo, al contrario, trata de solucionar los problemas pensando y analizando la situación.

−Si −contestó Mahad volteándola a ver− Pero ahora será mejor ir a comer.

−Sí, gracias Mahad −agradeció Isis con una sonrisa− Pero primero iré a lavarme.

Isis se fue después de otra reverencia a Atem y cuando estuvo a una distancia a la que no podría oírme, me acerqué a Mahad que no quitaba la vista de Isis.

Planté mis ojos en Mahad −¿Ella es tu novia? −pregunté sonriendo esperando una respuesta afirmativa.

−¿De dónde has sacado esas ideas? −me preguntó Mahad sonrojado pero hablando con su clásica seriedad, mientras Atem lo veía buscando respuesta.

Yo siempre he pensado que tanto Isis como Mahad se gustan, pero no se dicen nada, me gustaría darles una ayudadita, pero Mahad es tan serio que si se da cuenta me regañará. Buscaré la forma de que esos dos queden juntos.

−Ella no es mi novia −dijo Mahad aún sonrojado− Es sólo una compañera, no, mejor dicho es una amiga.

−Una amiga a la que ayudarás para que mejore con sus hechizos...−dije yo mientras veía a Mahad asentir cada palabra con la cabeza− ...y le pedirás que sea tu novia teniendo una cita romántica −dije riendo al ver que Mahad aún asentía con la cabeza y Atem lo veía divertido.

−¡NO! −gritó Mahad al darse cuenta de lo último− Deja de decir esas cosas.

−Mahad −dijo Atem− Isis y tú harían una linda pareja.

−Pero Alteza −dijo Mahad volviéndose a sonrojar− ¿Usted también?

Yo comencé a reír, pero Atem quiso terminar la plática y nos dirigimos al comedor donde, después de mucho tiempo, se decidió que Mahad y yo podíamos comer con Atem.

Al terminar nuestros alimentos, íbamos caminando por un pasillo saliendo del comedor. Los pasillos del palacio son muy extensos que a veces pienso que es toda una excursión ir de una habitación a otra.

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