Más de un año en un lugar que no es mi hogar, he cumplido diez años y no puedo olvidar lo que sucedió hace un año en los jardines de este lugar.
Así es, más de un año aquí y apenas hoy recibimos noticias del mundo exterior.
Como todas las mañanas, me levanté entusiasmada, porque una de las pocas cosas buenas de haber llegado aquí, es que logré iniciar las clases de magia. No es exactamente lo que debe ser una clase, es como estar en un curso de introducción o algo así.
−¡Tengo que apresurarme! −exclamé saliendo de la habitación que comparto con otras chicas− ¡Es tarde! −dije en voz alta mientras corría por los pasillos con la intención de encontrar a Atem aún en los comedores.
Al llegar, ya no había nadie, yo soy la única que toma esos "cursos" de vez en cuando con el Maestro Torak, pero son breves e inician después que las clases de mis amigos. A pesar de estar tan lejos, ellos siguen tomando clases normales, pero en lugar del Maestro Torak o el Maestro Kazuke, las clases son impartidas por diferentes personas que me prohíben estrictamente estar cerca en horas de clases. Pero suelo salirme con la mía de vez en cuando.
−-Parece ser que tendré que desayunar sola otra vez −pensé sentándome en la silla vacía donde la comida ya estaba servida− Y otra vez fría −murmuré agitando la cuchara en el plato.
−¿Otra vez te quedaste dormida? −oí una voz con el eco del lugar que se acercaba a mí− Debes aprender a ser puntual o te echaran de la clase de magia.
−¡Maestro Torak! −exclamé después de haberle dado un bocado a mi desayuno− ¿Hoy me dará más de una hora de clase? −pregunté entusiasmada.
−Si ¿por qué no? −contestó el Maestro con una sonrisa− ¿Ya has practicado...?
−Disculpe −llamó un mensajero que entró al comedor− Tengo esto para usted −anunció entregándole un pergamino.
−Luego hablamos −me dijo con otra sonrisa− Te esperaré para seguir con los seminarios.
−¡Si! −exclamé contenta y viendo cómo se alejaba dejándome una vez más sola en ese enorme comedor.
Cuando dio la hora en la que tenía que presentarme, el Maestro Torak no llegó. Lo busqué a los diez minutos que no apareció por todo el lugar, pero no lo hallé. No tuve noticias de él sino hasta que los alumnos de magia salieron de su clase.
−Hola −oí el saludo de Atem que salía del salón junto con el resto de los alumnos− Otra vez te quedaste dormida ¿cierto? −me sonrió.
−Si −dije un poco seca− ¿No han visto al Maestro Torak? −pregunté impaciente.
−Si −contestó Isis− Hace unos momentos vino a informarnos que quería vernos a todos en los jardines.
−¿Qué pasa? −me preguntó mi amigo de ojos violetas.
−Me dijo que hoy me daría más clases y no se presentó −informé haciendo pucheros.
−Debió tener algo muy importante que hacer si no se presentó −intervino Mahad− Es un hombre de palabra.
−Será mejor ir a los jardines para saber lo que sucedió −sugirió el Príncipe que me tomó por un hombro para invitarme a seguirlo.
Seguimos a los demás alumnos hasta los jardines, donde se encontraba el fugitivo, en su cara había una seriedad bastante marcada e inusual.
−Buenas tardes chicos –saludó− Deben saber que esta mañana me ha llegado una carta indicándome el regreso al palacio −decía iniciando los murmullos de los demás− Han surgido sucesos impactantes que se les informará al llegar.
−¿Regresaremos a casa? −pregunté emocionada y mirando con ilusión a mis amigos− ¡Por fin!
−Es necesario que después de la comida, empaquen sus cosas, procuren no dejar nada, pues es posible que no tengamos que regresar −informaba recibiendo la atención de todos los presentes− Se irán a la cama a la hora acostumbrada, pero mañana se levantaran antes de la salida del sol. Por ahora, eso es todo.
Muchos se encontraban felices por el regreso, incluyendo a mis amigos, aunque su semblante mostraba algo de preocupación que no quisieron compartir conmigo.
No pude evitar estar contenta todo el día por la noticia, no dejaba de hablar de cuanto extrañaba mi hogar y más aún ¡Por fin volvería a ver a Bakura!
¿Qué habrá pasado con él? ¿Aún se acordará de mí? ¿Estará molesto por no haberle avisado antes? ¿Habrá cambiado desde la última vez?
Estas y otras preguntas recorrieron mi cabeza haciendo que el dormir se me dificultara. Ya no puedo esperar hasta mañana.
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El diario de Mana
FanfictionDescubre lo que el diario de una atolondrada aprendiz de de mago puede contener.