Adiós a todo lo que conozco

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Justo ayer admití algo que aún me negaba a mí misma: ¡Estoy enamorada de dos de mis amigos! ¿Qué es el amor? ¡No lo sé! ¡Lo estoy viviendo y no sé qué es!
Isis me dio un dato muy importante para mí: la opción de estar siempre junto a Atem pero... ¿Y Bakura? ¡No puedo estar en dos lugares a la vez! ¿Y mis demás amigos?

Bueno, hoy me enteré de cosas que llenaron mi cabeza más de lo que ya estaba. Todo parecía ir normal hasta la tarde en que nos reunimos a jugar.

−Pensé que querías que te enseñara hechizos de curación −me decía Isis quién llegaba junto a Seth.

Últimamente, "todos" han tenido tiempo para jugar desde que Bakura empezó a entrar en el palacio.

−Si, lo siento −me disculpaba alejando a Isis del alcance de Bakura por que aún no le he dicho con respecto a los estudios de magia− Es que ayer me emocioné tanto con... −alejé más a Isis pero ahora no sólo del alcance de Bakura, si no del resto de los presentes− Con lo de estar junto a... bueno, entonces quería hablar con el maestro Kazuke para que reanudara las clases.

−Ya veo −sonrió Isis− Pero eso no está en manos de él, sino del faraón.

−Lo sé −dije agachando mi cabeza.

−¿No seguirás jugando? −me preguntó Karim, quién llegaba de detrás de unos arbustos con una pelota en las manos− ¿Jugarás Isis?

−¡Si! −contesté eufórica ocultando el resto de lo que pensaba y volteé a ver a mi amiga buscando su respuesta.

−Creo que si jugaré −contestó después de un rato. Cuando Seth oyó esto, dio un paso al frente.

−¿Tu también jugaras? −preguntó Atem con una sonrisa interpretando sus movimientos.

Seth no contestó, pero Shada, que lo miraba fijamente exclamó −¡Serás de mi equipo!

−Aún sigue faltándonos un jugador −dije un poco triste al ver que éramos siete los presentes− Siguen disparejos los equipos.

−Nosotros podemos contra ustedes aunque nos falte un jugador −dijo Bakura mirando de forma retadora a Atem quién estaba a punto de decir algo.

−No es necesario −se oyó una voz seria que se acercaba− Yo me integraré.

−¡Muy bien Mahad! −exclamé feliz al verlo llegar− ¡Estarás en nuestro equipo!

Seth hizo una mueca de enojo al ver que el recién llegado se acercaba a mi amiga de ojos azules.

−Parece ser que Mahad encontró su rival en el amor −me murmuró Atem quién se percató de lo mismo.

−¿Rival en el amor? −me pregunté a mí misma mirando a Bakura y Atem.

−¿Dónde habías estado? −preguntó Isis al castaño junto a ella.

−Buscaba al maestro Kazuke −contestó de forma amable− Lo hallé en el templo del Dios Anubis orando, me quedé con él un rato de igual forma orando y después decidí buscart... buscarlos.

−¡¿Aún sigue ahí?! −pregunté interponiéndome entre ambos chicos y mirando a mi amigo quién me miraba sorprendido.

−¿Por qué lo dices? −me cuestionó extrañado.

−Es que creo que está ahí desde ayer −comenté aún con sorpresa que contagié a todos los presentes.

Cuando me oyeron, todos, a excepción de Bakura, bajaron la cabeza preocupados.

−¿Qué dije? −cuestionaba sin poder entender nada y menos la sonrisa que se dibujaba en el rostro de Bakura quién se acercó a mí.

−Seguramente es algún rito −dijo él.

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