Capítulo 4

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Esto tiene que ser una broma, y una de muy mal gusto.

¿Dormir en la misma cama?

El señor Smith debía estar muy mal de la cabeza, o era un bromista muy malo.

-¿Esto es chiste verdad? –pregunté entre risas a punto de tener una crisis nerviosa.

Respira Missy o va a darte algo.

-No, no lo es –dijo frunciendo el ceño-. Hay una cláusula en el contrato que especifica que deben compartir la misma cama sin excepciones.

Mantén la calma. Seguro hay algo en el contrato que puedas usar para librarte de esto.

-¿Y dónde aparecía la dichosa cláusula? –preguntó Theo quién tampoco estaba feliz por lo que acababa de decir su padre-. Porque estoy seguro que Mika me hubiera dicho sobre algo como eso.

El hombre suspiró como si supiera que esto iba a ocurrir y sacó una copia del contrato de su bolsillo. La cosa no era muy grande que digamos porque tenía una letra diminuta, pero no sabía qué clase de magia había hecho para que caso cincuenta hojas entraran en su bolsillo.

Creo que es el poder del dinero.

Abrió el documento como en la mitad en la parte que era de "Convivencia y contacto físico" si mal no me equivoco y buscó algo hasta que dio con lo que al parecer nos decía.

-Aquí debajo está la cláusula en el pie de página –señaló pasándonos el contrato.

Con Theo encimamos nuestras cabezas y en efecto había algo escrito con una letra diminuta y de color gris claro que fácilmente podía ser pasada por alto. Achiqué mis ojos ya que necesitaba lentes para leer y al notarlo el rubio leyó en voz alta.

-"Los implicados luego de unirse en matrimonio deberán convivir en la misma casa, y por lo tanto dormir en la misma cama todas las noches sin excepción. En caso de viajes de negocios habrá dos encargados que supervisarán a los esposos y darán testimonio de que esa/s noche/s durmieron solos y sin compañía de otro o el mismo sexo"

-¿¡QUÉ!? –chillamos los dos cuando terminó de leer y Theo revoleó lejos el contrato con rabia.

A la mierda la calma, entra en pánico.

-Esto fue una trampa, lo hiciste a posta –espetó a su padre.

-No voy a dormir con él ¡Me rehúso! –grité histérica y mi madre me miró mal.

-Firmaste un documento Marissa y tú más que nadie sabe que eso puede traerte problemas judiciales si no lo cumples –espetó mi madre y negué.

-Lo siento mamá pero no voy a compartir cama con este sátiro. De ninguna manera.

-¿Sátiro? –preguntó Theo y bufé rodando los ojos.

-Criatura de la mitología griega que se caracterizaba por ser amante de las fiestas, las mujeres y los placeres físicos –contesté.

-¿El término no es ninfómano? –preguntó y tiré la cabeza hacia atrás para bufar.

Denme paciencia porque si me dan fuerza lo asfixio hasta matarlo.

-El término es ninfómana, porque viene de ninfa y ellas eran mujeres, los sátiros eran hombres. No existe el término ninfómano, porque se usa especialmente para las mujeres –respondí de mala gana y me giré hacia nuestros padres-. No pueden obligarme a compartir cama con este tipo, ni siquiera sé cómo diablos terminó la escuela.

Matrimonio arregladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora