3. Bond.

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Ira

Después de estar unos 5 minutos en la mesa mientras Katia, Marco y Dylan comentaban lo increíblemente buenos que han sido The Satanics, Tyler apareció rodeando a Katia por la cintura.

-Rusa, Sat te espera en el backstage. -Me dijo para luego guiñarme un ojo.-

-Kat, no sé cómo puedes estar con semejante capullo. -Dije mientras me levantaba, y Tyler soltó una carcajada.-

Negué divertida con la cabeza y me dirige al backstage a ver que quería Sat. Lo interesante fue que al llegar a la puerta, un grupo de chicas estaban intentando pasar, pero Ron no les dejaba entrar.

-¡Déjame pasar! ¡Quiero ver a Sat! -Dijo una rubia con más bien poca ropa.-

-¡Y yo quiero repetir lo de la otra noche! -Gritaba ahora una morena.-

-Pues lo siento chicas, pero la única que puede pasar es la rusa. -Me guiñó un ojo y se hizo a un lado.- Adelante. -Caminé y entonces la rubia habló.-

-Será puta. -Las demás rieron y yo me giré.-

-Si hablas de la morena. -La señalé.- Tienes toda la razón. -Se quedaron calladas y seguí caminando.-

Ron soltó una carcajada y me pasó el brazo por los hombros y chocamos los cinco. De los 3, era el que parecía más simpático y menos creído, aunque lo era. Abrió una puerta sin tocar y entramos aún con su brazo en mi hombro. Allí estaba Sat. Sin camiseta y secándose el sudor. Me miró y sonrió perversamente, pero luego vio el brazo de Ron y apretó los puños mirándolo mal. Retiró su brazo al instante y salió de la habitación dejándonos solos. Se acercó a mí y me dejó entre él y la pared.

-¿Te ha gustado la actuación? -Dijo cerca de mis labios.-

-Sois la hostia, para que mentirnos. -Dije encogiéndome de hombros.-

-¿Y Ron? -Se acercó más.- ¿También te gusta? -Dijo en un gruñido y yo solté una carcajada. ¿Qué? ¿No esperariais que lo besara para demostrale que el que me gusta es él, no? Eso sería muy cliché y además Sat no me gusta.

-No me gusta nadie, idiota. -Dije empujándolo y separándome para sentarme en el sillón de la sala.- ¿Para qué me has dicho que viniera.-

-Te quiero en mi banda, rusa. -Dijo sentándose en una silla frente a mí.- Y no acepto un no por respuesta.

-Que pena, porque mi respuesta es no. -Y me levanté decidida a irme de allí.-

-Tienes miedo. -Dijo y me paré en seco.- Temes estar en una banda con los 3 chicos de peor reputación de la universidad... Te tenía por más arriesgada Kozlov. -Me volví y suspiré.-

-Está bien Griffin, tú ganas. -Sonreí.- Estoy dentro. -Y salí de allí sin dejarle decir una palabra más.

Creo que acabo de meterme en la boca del lobo.

~

-¡Pero como puedes quejarte Ira! -Dijo Katia a la mañana siguiente tras contarle lo que pasó anoche.- ¡Estarás con los 3 chicos más calientes de la universidad en una banda y te quejas! ¡Pero qué más quieres!

-Que los 3 no sean los más capullos que te puedas encontrar. -Suspiré y empecé a comerme mis dos donuts de desayuno. ¿Qué? Este cuerpo no se alimenta solo.-

-Pero Ira, Tyler es un poco creído pero no malo. Ron es muy simpático, y Sat te saca de tus casillas pero te gusta que lo haga. -Iba a quejarme pero me cortó.- No lo niegues. -Negué con la cabeza.- Enserio, disfruta. Pero cuidado, Tyler es mío. -Me miró acusadoramente e iba a quejarme de eso pero sonó mi móvil.-

Desconocido: Rusa, te recojo esta tarde a las 5pm. Reunión de la banda.

¿Sat? ¿Cómo tenía mi número? ¿Y mi dirección? Levanté la cabeza y miré a Katia, quién me miraba con una cara inocente.

-Katia, ¿algo que decirme? -Dije levantando la ceja.-

-Tyler me obligó a dárselo porque Sat se lo pidió. -Soltó una risita y siguió desayunando.-

Suspiré y acabé mi desayuno para subir a mi habitación y ponerme a hacer trabajos de la universidad.

~

La mañana pasó rápido, y ya eran las 4:30pm. Me puse a arreglarme y para mi sorpresa, Sat llegó puntual.

-Kozlov. -Dijo teniéndome su mano pero lo ignoré y me dirige a su coche.-

-Griffin. -Dije mientras me montaba en su Jaguar. Sí, un maldito Jaguar.-

Se subió en el coche y arrancó a toda velocidad. Bajé la ventanilla y disfruté del buen tiempo de California. Sentía su mirada sobre mí, pero lo ignoré. No hablamos en todo el trayecto hasta su casa. Aparcó en el garage, y al lado había como una especie de caseta, donde entramos. Allí estaban Ron y Tyler, este último me miraba divertido.

-Y bien, ¿de qué va esta reunión? -Dije apoyada en la puerta mirándolos a los 3.-

-Queremos ensayar un par de canciones con las voces de ambos. -Dijo Ron señalandonos a Sat y a mí.- ¿También tocas la guitarra. -Yo asentí.- Bien, ¿te sabes Bed Of Roses?

-Eso ni se pregunta. -Dije riendo y sacando mi guitarra.-

Nos colocamos en posición y empezamos con el ensayo. La voz de Sat estaba perfectamente coordinada con la mía, y aunque odiaba admitirlo, había una especie de conexión entre ambos.

-Woah, chicos eso ha sido una pasada. -Dijo Tyler nada más acabar de tocar y todos nos juntamos en un abrazo.- Bienvenida a The Satanics, rusa. -Dijo y me revolvió el pelo.-

Tras estar un rato hablando de horarios para ensayar, Ron y Tyler se fueron y Sat se quedó solo conmigo.

-Bueno, va siendo hora de que me lleves a casa. -Dije estirándome y bostezando.-

-No. -Dijo como un niño pequeño.- Vamos a ver una película.

-Con una condición. -Asintió.- Que yo la escoja. -El rió y me abrió la puerta para dirigirnos al interior de la casa. Subimos a su habitación y me puse a ver las películas que tenía.- ¡Esta! -Dije sacándola de la estantería.-

-¿Spectre? -Dijo mientras encendía el DVD.-

-James Bond es el hombre de mi vida, y más si lo interpreta Daniel Craig. -Dije con aires de enamorada.-

-Pero si yo estoy mil veces más bueno que él. -Dijo con aires de grandeza y tumbándose en su cama. Yo solté una carcajada y palmeó su lado.- Anda ven aquí, rusa Bond. -Sonrió y me tumbé a su lado.-

Le dio al play y empezamos a ver la película. Yo estaba embobada mientras él me miraba a mí y hacía figuras con sus dedos en la palma de mi mano. Esos movimientos cesaron y su respiración se calmó. Lo miré y como supuse, se había quedado dormido. Sonreí y le acaricié el pelo. Pensé en despertarlo, pero ya era tarde y debía descansar. Le mandé un mensaje a Kat diciéndole que no dormiría en casa e intenté levantarme para ir a dormir al sofá. Pero un Sat dormido me rodeó con sus brazos y gruñó algo que no logré entender. Bostecé y decidí que dormiría allí.

Estaba deseando ver su cara mañana por la mañana.

Sat.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora