Sat
-Empieza a hablar Viktor, no tengo todo el tiempo del mundo. -Dije cruzándome de brazos cuando ya estábamos los dos solos en el jardín trasero.-
-Todo empezó cuando yo tenía 7 años. Vivía con mis padre allí en Moscú, aunque mi padre casi nunca estaba en casa y si lo estaba, nos trataba mal. En aquel entonces no tenía ni idea de que mi padre fuera el mafioso más peligroso del momento, pero esa fue la razón por la que mi madre nos abandonó y volvió a su país natal, EEUU. Mi padre empezó a meterme mierda en la cabeza sobre que mi madre no me quería, y por eso no me llevo con ella. Que todas las mujeres eran iguales. Y me convirtió en un monstruo como él. Cuando él murió, me convertí en su sucesor con el único fin de encontrar a mi madre y reclamarle lo que nos hizo. Pero lo hice demasiado tarde. Ella había fallecido, dejando a un hijo adolescente y su marido solos. Ella había formado una familia. -Dijo con rabia en sus palabras.-
-¿Y qué tengo yo que ver en todo esto? -Dije temiéndome lo que iba a decir.-
-Ese familia, sois tú y tu padre, Sat. Somos hermanos. -Dijo mirándome. Yo estaba en shock.- Al principio, quería matarte. Pensando que tú eras la razón por la que ella nunca volvió. Nikolai hizo el accidente bajo mis amenazas, pero no acabó con tu vida. Así que nos tuvimos que ir para que nadie nos investigara. Y cuando me decido a volver a por ti, te veo con Ira. Se nota a kilómetros que la amas más que a nada, iba a ser el gancho perfecto para hacerte sufrir, pero me ha abierto los ojos. -Dijo ahora sonriendo.- Me ha hecho ver que ni tú, ni tu padre ni mamá tienen culpa de nada. Solo el hijo de puta de mi difunto padre. Así que voy a dejar todo esto y formar una familia de verdad. Y espero que tú estés incluido en ella. -Dijo tendiendo su mano para estrecharla.-
-Está bien. -Dije y le apreté la mano pero él me abrazó.-
-Gracias hermano. -Dijo separándose.- Cuida a tu chica, merece la pena. -Dijo mirándome.-
-Lo sé. -Dije sonriendo enamorado y volvimos a entrar a casa.-
Pero, ¿y ahora qué? Sabrá mi padre algo de esto. Debería hablar con él lo antes posible, y necesitaba que Ira estuviera a mi lado. Si no fuera por ella, hubiera matado a Viktor tras confesarme todo esto, porque aunque sea mi hermano me ha hecho mucho daño. Pero Ira me ha enseñado que hay que saber dar segundas oportunidades. Y así lo he hecho. Espero no equivocarme.
Ira
Mientras Viktor y Sat hablaban fuera, yo decidí hablar con Niko y me contara el por qué de todo lo que sucedió.
-Niko, creo que ya es hora de que me cuentes todo... -Dije cogiendo su mano y sentándonos en el sofá.-
-Está bien. -Suspiró.- Tengo una hermana pequeña de 8 años. -Puse cara de poker y el siguió hablando.- Resulta que hace años me metí en problemas con la mafia enemiga de Viktor, y este me ayudó a salir de ellos. Pero la otra mafia ya sabían de la existencia de mi hermana y me amenazaron con raptarla. Así que Viktor me ofreció cuidarla en una escuela privada con vigilancia para que no le pasara nada a cambio de trabajar para él. No la he vuelto a ver desde que se la llevaron. -Dijo ahora con lágrimas en sus ojos.- Cuando el accidente de Sat, me amenazó con entregarla a la mafia enemiga si no lo hacía. Ira, aprecio mucho a Sat. Fue un verdadero amigo y me arrepiento mucho de lo que hice, pero no tenía otra opción. -Dijo llorando y yo lo abracé.-
Todos habían sufrido por culpa de Popov, pero merecía una segunda oportunidad. Solo era un pobre hombre con un pasado duro que superar.
-¿Qué ha pasado? -Dijo Viktor acercándose preocupado a Nikolai cuando Sat y él entraron.-
-Lo de su hermana. -Dije con algo de rabia en mi voz.-
-Oh, sobre eso... -Dijo Viktor sentándose al lado de Niko.- Ve esta noche a las 11pm al aeropuerto. Ella te espera allí. -Niko abrió la boca sorprendido y empezó a llorar cada vez más.-
-Serás feliz Niko, te lo mereces. -Dije abrazándolo y él lloraba feliz en mi hombro.-
Cuando ya estuvo más calmado, él y Viktor se marcharon quedando Sat y yo solos. Nos miramos y nos acercamos salvajemente el uno al otro para devorar nuestros labios. Tres días sin probarlos han sido una tortura. Lo había echado tanto de menos.
-Te amo Sat. -Dije cuando nos separamos por la falta de aire.-
-Y yo te amo a ti, Ira. -Me fue a besar otra vez vez pero lo paré.- ¿Qué pasa amor? -Dijo y me sonrojé por como me había llamado.-
-Hazme tuya. -Dije tirando de él hacia su habitación.-
Sin pensárselo dos veces me cogió al estilo nupcial y subió mas escaleras para entrar en su habitación y tumbarme en su cama. Sabía que estaba deseando que esto pasara tanto como yo. Empezó a besarme suavemente, con amor. Le quité su camiseta y empecé a acariciar todo su torso lentamente. Era una obra de arte. Bajó sus labios a mi cuello y empezó a lamerlo y morderlo, yo soltaba gemidos antes tal acto. Paró para quitarme la camiseta y empezó a darme besos por la piel descubierta de mis pechos. Metió una mano bajo el sujetador y agarró uno.
-Son perfectos. -Dijo quitándome el sujetador y besando mis pezones.-
Mientras seguía, yo acariciaba su pelo entre gemidos. Luego bajé mis manos y desabroché su pantalón. Él hizo lo mismo con el mío y nos los quitamos. Quedando ambos casi desnudos. Se separó un poco de mí se lanzó de nuevo a besar mis labios mientras me bajaba mis bragas. Cuando lo hizo, volvió a separarse y me contempló completamente desnuda para él.
-Eres jodidamente preciosa, Ira Kozlov. Y eres solo mía. -Yo me sonrojé aún más.- Mira como me tienes. -Cogió mi mano y la llevo a su, gran, bulto.-
Empecé a acariciarlo un poco por encima de su boxer y luego lo bajé de un tirón. Era enorme. Él rió ante la cara que puse y volvió a echarse sobre mí para besarme. Puso una mano en mi intimidad y empezó a acariciarme al igual que yo movía mi mano sobre su parte baja. Ambos gemiamos, anelando lo que iba a pasar.
-Te necesito dentro, Sat. -Dije entre gemidos.-
-Pues no te haré esperar ni un segundo más. -Dijo y la posicionó en mi entrada.-
Empezó a meterla poco a poco. Ambos gemiamos, y cuando esto completamente dentro nos miramos a los ojos.
-Mía. -Dijo empezando a moverse lentamente dentro de mí.-
-Tuya. -Dije abrazando y acompañándolo en sus moviento.-
Siguió moviéndose hasta que ambos llegamos al orgasmo, él se corrió dentro de mí ya que tomaba la píldora y acabó con un te amo en sus labios.
Sin duda, el mejor día de mi vida. Ahora estábamos completamente unidos.
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Sat.
RomanceIra Kozlov es una joven de 19 años originaria de Moscú que debe mudarse a California con su padre por motivos de trabajo. Su única condición para irse es que Katia, su mejor amiga, vaya con ellos y entren a la misma universidad. Ira piensa que cambi...