18. Uno más.

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Ira

-La causa de la muerte fue por afixia. -Le dije a Tyler enseñándole el cadáver frente a él.- Las marcas de cuerda en su cuello lo confirman, así que definitivamente no murió por las heridas de arma blanca. Eso se lo hicieron después de muerto.

-Joder Ira, no sé que haríamos sin ti aquí. -Me revolvió el pelo.- ¿Cómo estás Dev? ¿Ya mejor? -Dijo mientras me quitaba los guantes.-

-Sí, fue solo una gripe. Pero ya sabes lo travieso que es y lo difícil que es pararle los pies. -Él soltó una carcajada.-

-Es un diablillo, como su padre. -Yo asentí.- ¿Ya acaba tu turno no? -Volví a asentir.- ¿Te llevo?

-No, Sat viene a por mí. Además, Kat debe estar esperándote, con lo del embarazo es mejor que pases todo el tiempo que puedas con ella. -Le sonreí mientras salíamos del edificio.-

-Está más irritable que de costumbre, pero bueno, ya es el segundo así que no es tan difícil como la primera vez. -Le sonreí y nos despedimos.-

Como lo leeis. Han pasado 8 años desde que Sat y yo empezamos a salir. Y tres desde que tuvimos al pequeño Dev, justo después de graduarnos los dos en medicina y especializarnos como forenses. No os asustéis pensando que me no os he contado la boda, es que no nos hemos casado. Ambos vemos eso del matrimonio como un papel insignificante, así que tomamos la decisión de simplemente irnos a vivir juntos. Lo que sí que hicimos fue tatuarnos la inicial del otro en nuestro dedo anular de la mano derecha. Como el símbolo de nuestro amor.

Cómo habéis visto, Tyler es mi jefe. Quién lo hubiese dicho años atrás, ¿verdad? Resulta que Kat y él montaron una oficina de policía e investigación y nos contrataron a Sat y a mí como forenses. Simplemente nos repartimos los turnos para que así nuestro pequeño diablillo no esté solo.

Y bueno, volviendo al presente, Sat me estaba esperando para nuestro aniversario de la primera cita. Sí, esa que tuvimos en su casa de campo. Pensar que hacen ya ocho años desde ese día... El tiempo pasa volando, y más si estás con la persona que amas a tu lado.

-Nena. -Dijo besándome cuando llegué a su lado.- Hora de irnos amor. -Abrió el coche y entré sin saber lo que aquella tarde me esperaba.-

~

Y aquí estábamos de nuevo. Junto al lado de aquel día en el que nos besamos por primera vez y me confesó sus sentimientos por mí. Estaba completamente precioso e igual que hace años. Había preparado un picnic con toda nuestra comida favorita. Y muchos muchos chocolates.

-¿Quién nos iba a decir que tú y yo acabaríamos así eh? -Empezamos a reír.- Aún recuerdo lo persistente que fuiste cuando nos conocimos y lo borde que era yo contigo.

-Admito que era un poco pesado, pero me gustaste desde el momento que me contestaste mal cuando estábamos viendo tu moto. Tan guapa y con tanto genio... Puedo decir que me llevé a la mejor chica de la universidad. -Dijo con ese orgullo varonil que él tiene.-

-Yo he de decir que fuiste muy valiente cuando te me declaraste. Sabías que no te soportaba y aún así tú no te rendiste... Y me acabaste enamorando Griffin. -Lo miré y él se acercó a mí lentamente.-

-Como te dije el primer día que nos conocimos... -Acercó sus labios aún más a los míos- Todo lo que Sat Griffin quiere, lo consigue. -Y me besó tan apasionadamente como siempre.-

Podríamos ser ya bastante maduros y con la vida organizada, pero aún parecemos esos dos adolescentes enamorados con las hormonas revolucionadas. No hemos perdido esa chispa que las parejas pierden con el tiempo y cada día nos queremos más el uno al otro. Y ni hablar de la bendición que es Dev. Puede ser todo un demonio si se lo propone, pero lo amamos muchísimo. Aunque deberemos repartir ese amor un poco a partir de ahora...

-Sat... -Dije y lo separé un poco.- Vas a volver a ser padre. -Él abrió los ojos como plato y luego se lanzó sobre mí con lágrimas en los ojos.-

-Gracias, gracias, gracias... -Besó mis labios y acarició mi barriga sobre el vestido.- Siempre consigues hacerme el hombre más feliz del mundo. -Acarició mi cara.- Te amo Ira. -Y volvió a besarme.-

Pasamos toda la tarde entre besos y caricias, demostrando nuestro amor. Y recordando el tiempo vivido. Porque no todo lo que empieza mal, acaba mal. El amor llega sim avisar, incluso cuando como yo, te mudas intentando olvidar un pasado desolador y te encuentras de bruces con el amor para lograrlo. Yo pensaba que todo este tema eran solo tonterías, pero llego mi Sat, Satán como lo llamaban, y demostró lo contrario. Y puedo decir que me hace muy feliz. Como nunca nadie antes lo había hecho. Además, trajo a mi vida a personas muy importantes. Desde Tyler a su hermano Viktor.

Y me ha dado una familia. A la que quiero más que a nada en el mundo. Y esto, es solo el comienzo de nuestra historia. Por cada día, es una nueva experiencia que queremos recordar.

Por eso, si estás leyendo esto, abrete al amor. Haz todo lo que haces como si fuera lo último que hicieras. Disfruta la vida y haz de esta algo interesante que contarle a los demás.

Porque todas tenemos a algún Sat en alguna parte esperando.

Fin.

Sat.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora