11. Rencor.

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Ira

Tres dias aquí. Encerrada todo el maldito día. Solo veo a Nikolai. No, no he vuelto a ver al rubio. Y mejor, aunque de verdad necesito saber qué es de Sat. Porque es algo que solo él sabe, dudo que Sat sepa algo de esto. Y tengo un plan, como siempre. Pero necesito la ayuda de Nikolai, quién por cierto habló con Sat ayer, pero no le dijo nada a petición mía. Solo le pedí que le dijera que estaba bien. Y casi salen a golpes los dos, pero prefiero que discutan entre ellos a qué se meta aquí, en la boca del lobo.

Unos pasos en el pasillo irrumpen mis pensamientos. Y como lo suponía, Nikolai asoma la cabeza por la puerta. Le hago una seña para que entre y se sienta a mi lado en la cama.

-Necesito tu ayuda Niko. -Dije mirándolo seria.- Necesito un móvil, te juro que no es para llamar a nadie. No quiero meterte en problemas.

-Está bien, tienes 10 minutos. -Besó mi cabeza y salió.- Viktor quiere verte.

-Dile que se prepare. -Le guiñé un ojo y encendí el móvil de Nikolai.-

Busqué el nombre de Viktor Popov y una centena de artículos aparecieron. Tenía solo 10 minutos así que debería darme prisa y encontrar la información que necesitaba.

Viktor Popov, voy a descubrir quién coño eres.

Sat

Tres malditos días sin Ira a mi lado. Sabía que estaba enamorado, pero no hasta este punto. No he dormido a penas, ni como adecuadamente. Estoy asustado. Asustado de perderla. Ya perdí a mi madre, no puedo perder a la persona más importante de mi vida ahora. No dejaré que eso pase.

Hablé ayer con Nikolai, y no me quiso decir nada de dónde está Ira. Casi empezamos a matarnos a golpes, pero Katia dijo que si no decía nada, era porque Ira quería que fuese así. Maldita rusa. Me tiene a mí, no tiene que salir sola de esta mierda.

Lo único que le pudimos sacar de información, fue que Ira piensa que Viktor me conoce de antes. Que sabe algo que yo no sé. Y sé que podría ser así, porque Ira es muy inteligente y tendrá varios indicios que la lleven hasta esa conclusión. Ahora solo toca esperar.

Ira

-¡Ira! El jefe te espera. -Dijo Nikolai entrando. Le di el móvil y lo seguí por el pasillo hasta la misma puerta dónde me reuní con Popov la última vez.- Ten cuidado. -Asentí y entré sin llamar.-

-Aquí me tienes. -Dije cruzándome de brazos en medio de la oficina.-

-Toda para mí. -Dijo acercándose a mí y cogiendo un mechón de mi pelo.- Ese cabrón va a sufrir tanto como yo. -Dijo fundiendo su nariz en mi cuello y me olió. Yo solté una carcajada.- ¿De qué te ríes ahora pequeño petardo?

-De lo patético que eres. -Fue a hablar pero puse un dedo en sus labios mandándolo a callar.- ¿Pero que esperar de un pobre niño que es abandonado por su madre? Y además criándose solo con el más grande mafioso de la mafia rusa. -Él apretó los puños.- ¿Pero sabes qué? Que tu madre huyera del hijo de puta de tu padre y pudiera formar una verdadera familia aquí, no es culpa ni de ella, ni de Sat ni de su padre. Ni siquiera tuya. Solo de tu padre. -Él se revolvió furioso.-

-¡Cállate! ¡Tú no sabes nada! -Dijo con cara de enfadado y gritando.-

-Sientes rencor. Tienes envidia de que Sat, tu hermano, se criara en una familia de verdad mientras que tú tenías a un hombre loco y borracho junto a ti. -Me acerqué a él y le acaricié el brazo.- Pero Sat no tiene la culpa. Tu madre te abandonó, sí. Por parte de su culpa, al dejarte con tal monstruo, ahora eres así. Pero no es tarde Viktor. -Me miró.-

-¿Cómo que no es tarde? ¡Nunca voy a tener una familia de verdad! -Dijo dolorido.-

-No llegas a los 30 años, y ahí fuera hay miles de mujeres que merecen la pena. Alguna será la indicada, y juntos podréis formar esa familia que anelas. -Dije ahora acariciando su pelo.- Pero para eso, debes dejar este mundo.

-¿Dónde ha quedado la Ira diabólica que secuestré hace tres días? Porque ahora solo veo un ángel. -Dijo abrazándome.-

-Dejate de mariconadas y vayamos a hablar con Sat. Creo que tienes algo importante que decirle. -Dije separándome.-

Si todos los mafiosos son así, el mundo no es tan malo como parece. Viktor solo es un hombre de pasado oscuro y triste, que solo veía la venganza como formar de llenar ese hueco que le falta por llenar en su corazón. Un hueco que perfectamente puede llenarse con amor.

Sat

Estaba escuchando música intentando tranquilizarme cuando mi móvil empezó a sonar. Era Katia. Lo cogí rapidamente. Solo dijo que estaban al llegar a mi casa. Nada más. Ni quiénes ni por qué.

~

-¡Sat! -Esa voz.- ¡Sat! -Ira se lanzó a mis brazos y yo la cogí abrazándola fuerte.- Te he echado tanto de menos. -Dijo besando mi cara.-

-No sabes lo mal que lo he pasado. -La besé en los labios.- ¿Te ha tocado? -Dije ahora mirándola preocupado. Pero antes de que hablara, otra voz contestó.-

-Tranquilo, Sat. Está entera. -Viktor Popov. Solté a Ira y me dirige a él lleno de rabia.- Tranquilo chico. Tenemos mucho de que hablar.

-Sat por favor, tenéis muchas cosas que arreglar. Yo estoy bien. -Dijo Ira abrazándome.- Por favor, esto es muy importante. -Yo asentí y me besó.- Te quiero.

-Te amo. -Le dije y la volví a besar.-

-Ira, gracias. -Dijo Viktor y ella le sonrió.- ¿Podemos hablar tú y yo a solas Sat? -Asentí y señalé el patio trasero.-

Al menos Ira estaba sana y salva. Ahora solo queda saber qué me une a este chico, porque sé que Ira tenía razón, y que haré a partir de ahora. Porque sé que a partir de hoy, mi vida no será la misma.

Sat.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora