El sol bañaba mi habitación. Me desperté y me quede mirando al techo. No, esta no era mi habitación. Esta no era mi casa. Eres esposa de Zayn, me recordé. Tenía que hacerlo constantemente pues no podía creerlo. Me levanté, me duche y me puse algo de ropa que venía en la maleta que me habían mandado a Hawaii. Iría por la tarde por mis cosas.
Cepille mi cabello, me puse algo de brillo y baje. La casa estaba en silencio. Entre a la cocina y sólo había un servicio en la mesa. Me acerque y vi una nota:
"Lo siento, Perrie, tuve que irme y lo quise despertarte. Te he dejado el desayuno en la mesa, no se que tan tarde te hayas levantado así que quizá quieras calentarlo. Deje un chofer a tu disposición, quizá quieras ir por tus cosas. Nos vemos más tarde, ¿qué dices si vamos al cine? Para qué te relajes.
Zayn xx :) "
Me acerque a la mesa, el desayuno estaba tibio. Lo metí al horno de microondas. Así qué Zayn se había ido. Bueno, había dejado un chofer así que iría por mis cosas a la casa de mis padres y volvería la que es ahora mi habitación.. Completamente mía.
Desayune tranquilamente, había decidido llevarme el desayuno a la sala y ver el televisor. Estaban pasando una película que se llama "Un verano en pantalones". Era una de mis películas favoritas. Termine de desayunar y recogí todo. Subí a cepillarme los dientes y salí.
Había un auto blindado con un hombre uniformado recargado sobre el. Leía el periódico.
-Disculpe...-dije. El hombre alzo la vista y sonrió.
-Señorita Malik, ¿ya se quiere ir?
Así qué ese auto blindado era mío, y ese hombre que parecía militar era mi chofer. Asentí y me abrió la puerta. Subí, cerro la puerta y subió a lado del conductor. Me miro por el retrovisor.
-¿A dónde quiere ir?
-¿Conoce la mansión Edwards?-asintió- Ahí, justamente ahí quiero ir.
Encendió el auto y condujo. Me quede mirando el paisaje. Tenía que distraerme. ¿Qué le diría a mis padres? ¿Estarían en casa, para empezar? A quien más ansiaba ver era a Charlotte. Mi nana me haría mucha falta.
El auto se detuvo y yo ya estaba frente a la casa. ¿En qué momento llegamos? El chofer me abrió la puerta y baje. Tome mis llaves y entre. Me envolvió el sentimiento de nostalgia, esa casa ya no era mía, ahora compartiría casa con Zayn. Respire profundamente. Me sentía cobarde por regresar, es como si me hubiera rendido y no hubiese querido demostrar que estar casada con Zayn no suponía ningún problema. Aunque no me rendí y estar casada me es un GRAN problema.
-¿Lottie?-grite.
Se escucharon pasos y enseguida apareció mi nana. Era chaparrita, de pelo castaño y usaba gafas. Me miraba con una "O" en sus labios, ¿no se alegraba de verme? Ese pensamiento me puso más triste.
-Mi niña..-dijo.
-Lo se, no me esperabas, solo vengo por mis cosas y me voy.
Subí corriendo a mi habitación. Todo seguía en orden. Saque mis maletas de "Peace&Love" y metí ahí toda mi ropa. Luego en una maleta más pequeña metí mis gafas de sol, mis collares y aretes. En otra mis zapatos. Termine de guardar. Saque mi maleta especial para todo lo de aseo personal y maquillaje. Metí todo. Me asome por la puerta y pedí ayuda. Uno de los empleados llego y de llevo varias maletas, y yo me lleve otras. Baje y el chofer ya me esperaba con la cajuela del auto abierta. Fue metiendo las maletas.
-Espera-dijo una voz detrás de mi: Charlotte-. Si me necesitas, llámame.
-Lo dudo, no quieres verme- no quería decir eso pero su expresión de hace rato me había dolido. Y ahora ella estaba dolida.
Me subí al auto y cuando voltee a verla se que pronuncio "te quiero".
-¿Quiere hacer otra parada, señorita?
Lo medite. Entonces asentí y llame a las chicas. Después de 10 minutos colgué.
-Vamos al centro comercial. Tengo que comprar algunas cosas.
Condujo hasta el centro comercial. Al llegar corrí a "Cielito" mi cafetería favorita. Ahí me esperaban las chicas.
-¿Sabes? Las parejas normales se van de luna de miel un mes, como mínimo-dijo Jade. Hice una mueca.
-Mejor saludame- se levantó y me dio un abrazo.
Salude a Jesy y Leigh. Estuvimos hablando. Y pensé en todo eso que ya no haríamos juntas. Entonces comencé a llorar.
-Ves, ya la hiciste llorar, Leigh-Anne-dijo Jesy.
Me abrazo y me susurro "Esta bien, corazón, todo esta bien. Lo que ella no entendía, nadie entendía más bien, es que no esta bien, nada esta bien. Me case a los 20 años con alguien que apenas conozco, ¡eso no esta bien en absoluto!
Entonces sonó mi móvil, era Zayn.
//Llamada//
-¿Aló?
-¿Perrie?
-Hola-dije intentando calmarme.
-¿Estas bien? Se oye como si hubieras llorado-dijo preocupado.
-Estoy bien. ¿Qué sucede?
-¿Estas en casa?
-No, ¿por qué?
-Ah..- dijo.. ¿Triste? No, sólo eran ideas mías. Yo era la que estaba llorando, no él- era para que nos fuéramos al cine.
-Estoy en el centro comercial, ¿por qué no me alcanzas acá?
-Suena genial, nos vemos ahí. Fuera del cine.
//Fin de la llamada//
Las chicas me miraban con curiosidad. Les devolví la mirada.
-¿Qué?
-¿Quien era? -pregunto Leigh.
-Zayn- compartieron una mirada de complicidad las tres.
-¿Que dijo?-pregunto Jade.
-Que nos vemos en el cine. Así qué debo irme.
-Nuestra pequeña Perriewinkle tiene una cita-dijo Jesy.
Entonces empezaron a cantar esa frase. Reí y las mire. Dios, ¿qué haría sin ellas? Les di un beso en la frente a cada una.
-Vayan a visitarme-dije.
-Haremos fiesta en tu casa el próximo viernes-dijo Leigh. Asentí y después me di cuenta de que hablan muy en serio.
-Nos vemos, señora Malik-dijeron las tres.
-Váyanse al cara*jo-dije sonriendo.
Camine hasta el cine y busque a Zayn con la mirada.
-¿A quien busca, señorita?-dijo una voz aguda detrás de mi.
Gire sobre mi y salte. Había más de una decena de rosas frente a mi. Entonces Zayn apareció detrás.
-¿Qué te parece si tomamos esto como una primera cita? -dijo sonriendo.
Asentí. Una primera cita con mi marido, que ridículo. Me dio las rosas y me tendió la mano. Que importa, somos amigos. Tome su mano y fuimos a buscar los boletos.
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Regina<3
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Enamorándome de mi esposo
RomanceUn casamiento a la fuerza. Una novia desdichada y un novio resignado. El esta dispuesto a conquistarla, pues no le gustarÃa que ella se sintiera mal. Ella no espera enamorarse. Pero ambos caen en las redes del amor. Sin saber, que en el fondo, siem...