Enamorándome de mi esposo

Cap. 25 "Acéptalo"

Estaba acostada junto a Zayn, quien dormía con una sonrisa dibujada en el rostro desde que llegamos del club. ¿Alguna vez han visto a alguien dormir? ¿Han notado como sus facciones se relajan y los hace ver más jóvenes? Y más si esa persona esta sonriendo. Me parecía tierno saber que yo hacia a Zayn feliz.

Pero aún rondaban por mi cabeza esas imágenes y aquella nota. También estaba el hecho de que había fingido estar borracha al decirle a Zayn que lo amo, podría fingir que no recuerdo nada. Si eso haré.

<Eres una cobarde>dijo una voz en mi cabeza.

De acuerdo, si era una cobarde. ¿Por qué fingir que no recuerdo nada cuando aquellas dos palabras fueron de lo más sinceras y ese beso fue con mucho significado? ¡Exacto! Porque soy una cobarde.

Le tengo miedo al amor.

Listo, ya esta. Lo he dicho. Le tengo un miedo inmenso a enamorarme y que me rompan el corazón. He visto a Jade, Leigh y Jesy llorar por semanas después de terminar una relación... No quiero pasar por eso. No quiero llorar, odio llorar, odio que las personas tengan el poder de subirme o bajarme el ánimo.

<Pero Zayn jamás te hará daño> dijo de nuevo esa voz en mi mente.

¿Cómo voy a saber si Zayn me hará daño o no? Todo puede cambiar en un simple segundo. Aunque claro, ahorita esta a mi lado, sonriendo como idiota después de haberlo dicho que lo amo, eso debería ser una buena razón para saber que en verdad me ama ¿no?

Sin darme cuenta, las horas fueron pasando y los rayos del sol se colaron entre las cortinas. Mire la hora... 9:36... Dios, no había dormido nada, seguramente debo de parecer un zombi.

Zayn se movió a mi lado y yo cerré los ojos intentando fingir estar dormida. Sentí su brazo rodear mi cintura, tiro de mi y me pego a él.

-Se que no estas dormida-susurro contra mi nuca-. Buenos días, princesa.

No pude evitar sonreír. De acuerdo, este hombre lo hace todo más difícil. Me gire para verlo e hice una mueca.

-Me duele la cabeza-dije.

Dios, soy una mentirosa.

<Cobarde> me recordó la voz en mi cabeza.

-Se que no es verdad, se que no estabas borracha-sonrió.

Abrí los ojos como platos. ¿Cómo mierda...? Dios, si que me sorprende.

-S-si l-lo estaba-balbucee.

Ahora no podría fingir no acordarme de nada, por eso sonreía tanto, porque sabe que lo dije sobria.

-Lo que digas, amor, vayamos a desayunar-dijo levantándose.

Lo mire perpleja, toda la santa noche cuestionándome el porque quería fingir haber estado borracha cuando todo el tiempo él supo que no lo estaba.

Salí torpemente de la cama y fui corriendo a mi habitación, cerré la puerta y después me metí en el baño.

Zayn sabía que lo amaba, pero ¿las cosas cambiarían? ¿Y si dejaba de amarme?

Sacudí la cabeza, no pasara nada de eso.

Me quite la ropa y después me metí en la ducha. El agua caliente recorría mi cuerpo provocando que me relajase. Cerré los ojos disfrutando de la sensación.

Quizá el problema aquí solo sea yo y mis inseguridades. Zayn ha sido tan lindo conmigo, y me ama. En tan solo tres meses ha logrado conquistarme, enamorarme siendo simplemente él. Un hombre sensible pero firme, un hombre que no teme a mostrar sus sentimientos, un hombre que sabe como tratar a una mujer y es el hombre que se ha robado mi corazón con cada mirada, cada beso y cada abrazo.

Debía aceparlo, estaba perdidamente enamorada de mi esposo.

Solo tenía que darme la oportunidad de confiar en mi misma. No quería fracasar en este cuento de hadas que Zayn ha construido para mi, aunque ya lo he hecho demasiadas veces rompiéndole el corazón una y otra vez.

Salí de la ducha y me vestí con un par de jeans y una blusa floreada, deje mi cabello suelto y me puse algo de labial morado.

Baje a la cocina y pude escuchar a Zayn tararear una canción que no conocía pero debía aceptar que tenía un lindo tono de voz.

-¿Qué haces?-dije sentándome en la mesa.

Dio un pequeño respingón y después volteó y me sonrió.

-Hice el desayuno, al parecer los espías de tu padre han decidido no regresar a trabajar-dijo sentándose y poniendo un plato de pancakes frente a mi- Que lo disfrutes-dijo sonriendo y con un brillo de felicidad en los ojos.

Le sonreí de vuelta y mire el plato. Tenía escrito con chocolate derretido:

"¿En verdad me amas?"

Mis mejillas se tornaron de un color rosado y mi mente trabajo a mil por hora. Alcé la vista y el me miraba ahora algo temeroso a lo que iba a responder.

¿Qué debía hacer? Debía dejar de ser cobarde y decirle que si, quería verlo feliz.

-Yo...-comencé y el bajo la mirada.

Debe creer que fue mentira o algo. Me levanté y me acerque, tome su rostro entre mis manos y lo bese.

-Si, te amo.


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ES IMPORTANTE QUE LEAN!
De acuerdo fue corto pero tiene una razón, tengo una propuesta: SI ESTE CAPÍTULO LLEGA A LOS 100VOTOS HAGO MARATÓN!


Eso es todo, las amo..

Regina<3