Capítulo 3: Incluso si tropezamos no tiene importancia

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  ¿Adivinen quién regresó para traerles un poco más de diversión a sus vidas? Hoy podremos conocer un poco más sobre nuestro costal de papas gourmet y continuaremos con el bullying hacia Abuto XD Y ya que eso es lo más trascendental  XD

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No era la primera vez que ese hombre de pulcras vestimentas se paraba frente a ella y empezaba a hablar sin condolencia alguna mientras llenaba el pizarrón de un mundo de kanjis y dibujos abstractos. Tampoco era raro que estuviera allí sentada, con un par de libros y unos marcadores de texto sobre su pupitre; no cuando esa dinámica había sido la misma desde que tenía uso de la razón.

Sí, ese era el modo en que ella llevaba sus estudios día a día.

—...Tras la muerte de Hideyoshi, Tokugawa Ieyasu comenzó a establecer una serie de alianzas con figuras poderosas del país por medio de matrimonios arreglados. Por lo que Ishida Mitsunari, uno de los cinco bugyō, empezó a reunir a todos aquellos que se oponían a Ieyasu...—ese profesor continuaba explayándose, adentrándose en cuestión de minutos en la famosa Batalla de Sekigahara.

—¿Podemos tomar un descanso? —pidió, llamando la atención del concentrado hombre.

—Oh, es cierto, es hora del desayuno —miró su reloj de bolsillo y se dio cuenta de que se había excedido con su explicación—. Perdone mi torpeza, Tora-sama. El desayuno es, después de todo, la comida más importante del día.

—No hay problema con ello —se levantó con tranquilidad y miró un par de segundos al hombre antes de salir de aquel cuarto de estudios—. Historia japonesa es lo que más aborrezco y es lo primero que tengo que escuchar cuando me levanto.

La castaña recorría los pasillos de la casa en sumo silencio, como si fuera un escurridizo gato que no quiere ser percibido por nadie. Y tal vez, esa era su intención, pero lamentablemente sus deseos no pudieron ser cumplidos; después de todo, no había sido la única que había decidido ir a desayunar en ese justo momento.

—¿Cómo están yendo las clases? —interrogó su padre tras abrir las grandes puertas que llevaban hasta el comedor; no era de sorprenderse que ya estuviera la muchedumbre encargándose de poner todo para el cabecilla de la familia y su hija.

—La historia japonesa podría ser usada para dormir a niños problemáticos con exceso de azúcar en la sangre —la segunda cosa que más odiaba después de la historia, era que su progenitor le preguntara sobre sus clases.

—No puedo permitir que mi única hija sea una salvaje inculta cualquiera —Housen ya había tomado asiento y seguía con la vista puesta en la castaña hasta el momento en que decidió sentarse.

—...Pero esta clase de cosas también las enseñan en las escuelas privadas...y hasta en las públicas —pan integral con mantequilla y un poco de mermelada fue lo primero que entró a su boca tras tan simple oración.

—Ya hemos discutido varias veces sobre ese tema —limpió su boca con una servilleta y procedió con su huevo estrellado con abundante bacon.

—Solamente dijiste que no. Nunca escuché tus razones bien fundamentadas —le recordó—. Hay numerosas escuelas cerca de aquí.

—Eres hija del Rey de la Noche, Tora. No eres una simple chiquilla que va por allí perdiendo el tiempo —dijo con severidad—. Más allá de la apariencia que debes mantener, debes entender que siempre estarás a la vista de mis enemigos... Inclusive de los otros jefes del Harusame.

—... "No debes estar sola, tampoco tienes permiso de relacionarte con otros miembros que no sean de la familia..."...Ya me lo sé de memoria, padre —su tono era calmo, como si no le importara en lo más mínimo el ser privada de tener una vida, pero su mirada delataba verdaderamente cómo se sentía—. Entonces, ¿por qué razón has contratado a esos dos para cuidarme?

~Our Promise~ [CANCELADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora